TITULO ORIGINAL: La Piel que Habito (La Piel que Habito)
ORIGEN: España (2011)
DIRECTOR: Pedro Almodóvar
INTERPRETES: Antonio Banderas, Elena Anaya, Marisa Paredes, Blanca Suárez, Jan Cornet, Roberto Álamo
FOTOGRAFIA: José Luis Alcaine
MUSICA: Alberto Iglesias
GUION: Pedro Almodóvar
GENERO: DSuspenso
DURACION: 117 Minutos
PRODUCTORA: El Deseo
MUSICA: Alberto Iglesias
GUION: Pedro Almodóvar
GENERO: DSuspenso
DURACION: 117 Minutos
PRODUCTORA: El Deseo
MI OPINION:
8/10 MUY BUENA
CRITICA:
INVENTO PELIGROSO
Por Martín Morales
La filmografía de Pedro Almodóvar necesitaba de un golpe o giro dramático como el aquí presentado para poder superar los lugares comunes y las repeticiones en las que su cine entró en los últimos años. Aquí no solo le da vida a una desquiciada historia sobre la obsesión del amor, sino que, manteniéndose fiel a las características que lo personifican, le brinda al espectador una retorcida, polémica, bizarra, inverosímil, excesiva y maravillosa propuesta para sorprenderse.
Robert Ledgard es un reconocido y experimentado doctor que, luego de un terrible accidente automovilístico que produjo la muerte de su mujer, comienza a investigar y a crear un invento que lo puede transformar en una de las personalidades más importantes de la medicina: una piel resistente a las picaduras y al fuego. Él va a comenzar a probar su creación con una muchacha que tiene encerrada en su casa, de quien con rapidez se va a obsesionar, y en la cual, con ayuda de la cirugía, va a intentar mimetizar a su fallecida esposa.
La historia comienza con una excelente introducción en la que, con tomas a utensilios médicos, a procedimientos con sangre, microscopios y todo tipo de artefactos, se presenta el invento del doctor y sus respectivas pruebas en la mujer. Este inicio, incierto y totalmente carente de explicaciones, es fundamental para la creación de los climas y para que los diferentes giros narrativos sean totalmente imprevisibles y desconcertantes. Luego de empezar con un relato basado casi en su totalidad en los aspectos médicos del descubrimiento, el mismo con rapidez comienza a explorar otras aristas mucho más profundas que conforman el eje principal de la historia: la obsesión y la venganza. Minutos más tarde, y jugando con la linea temporal de la narración, la película se convierte en una impactante, excesiva y desquiciada cinta en la que no se deja se presentar situaciones para que el publico piense, se sienta movilizado por alguna de las temáticas tocadas y, en especial, para que se sorprenda. Un guión bizarro, morboso, con muchas escenas que no tienen explicación, pero que son la marca excentrica que no podía faltar en una realización de Almodóvar.
Además de presentar una historia que mantendrá al espectador aferrado a la butaca por su intensidad, inverosimilitud y retorcido desarrollo, la película posee una calidad visual que acompaña de manera excelente los diferentes pasajes de la narración. La fotografía pinta de manera hermosa y maravillosa todo lo que va sucediendo; son sucesivos los planos generales, los primeros planos y los encuadres visualmente imponentes; la gama de colores utilizada para representar las diferentes partes de la casa es con claridad una de las marcas propias e infaltables del director; la tranquilidad con la que la cámara se mueve y va creando atmósferas tormentosas es increíble; y la banda de sonido, que funciona como un agente fundamental para que los diferentes climas cobren efecto, mezcla estilos y géneros de manera muy original. Una película muy bien filmada, con una belleza audiovisual que sorpresivamente nunca se interpone con la locura presentada por el guión.
Antonio Banderas, en el papel protagónico, aporta su mejor actuación en años. Aquí, con miradas decididas, movimientos cortos y expresiones que demuestran los sentimientos de su personaje, logra brindarle profundidad y una identidad muy fuerte y despreciable a su rol. Su papel parece sacado de una película de Alfred Hitchcock, el cual a su vez refiere directamente al Doctor Frankenstein de Mary Shelley, muy bien encarnado por el actor. Elena Anaya, comenzando con un rol que carece de explicaciones, pero que poco a poco se va descubriendo, está muy correcta, principalmente en las instancias finales. Marisa Paredes, en un personaje secundario importante, también está muy bien. Un sólido y muy interesante elenco.
"La Piel que Habito" es una película impactante, distinta a gran parte de la filmografía de Almodóvar y que, por sobre todas las cosas, no dejará indiferente al espectador. Una propuesta con algunos excesos cuestionables (sexo y la intromisión del brasileño), con una muy interesante utilización metafórica de la palabra piel (representada en disfraces, atuendos, ropa mojada y máscaras), y con un relato retorcido, imprevisible e intenso sobre la obsesión y la venganza. Un film con la marca de su director presente en todas las escenas. Distinta, rebuscada, enfermiza y con pequeños toques de humor. No se la pierdan. El debate está abierto.
ESCENA DESTACADA: Máscara. Final.
