ORIGEN: Estados Unidos.
INTERPRETES: Michael Cera, Mary Elizabeth Winstead, Ellen Wong, Kieran Culkin, Anna Kendrick, Brandon Routh, Alison Pill, Chris Evans, Mark Webber, Johnny Simmons, Brie Larson, Jason Schwartzman, Aubrey Plaza, Mae Whitman
DIRECTOR: Edgar Wright
FOTOGRAFIA: Bill Pope
GUION: Edgar Wright, Michael Bacall
GENERO: Comedia.
DURACION: 112 Minutos
CALIFICACION: Apta mayores de 16 años
DISTRIBUIDORA: Universal Pictures
MI OPINION:
8/10 MUY BUENA
CRITICA:
¡FATALITY!
Por Martín Morales
Por Martín Morales
Basada en el segundo tomo de los comics llamados "Scott Pilgrim" de Bryan Lee O'Malley, esta cinta es una excelente propuesta para los adolescentes, no solo porque técnica y visualmente es asombrosa, sino porque logra crear una fantasía y un delirio escénico sorprendente en cada uno de sus fotogramas.
Scott es un joven que se enamora repentinamente de una excéntrica mujer. Él va a tener que combatir a sus siete ex-novios para poder ganarse su corazón. Es así como, tímido e inseguro, comienza una travesía por las venas hacia el corazón de su amada.
La historia es muy sencilla y nunca se aleja del planteo inicial y argumental. No hay vueltas ni giros inesperados, es una historia lineal que tiene un comienzo y un final. La característica que más se destaca de esta producción es, por supuesto, la visual. La narración está decorada y llevada adelante con una imaginación y una originalidad muy buena, acentuando, como si tratase de un comic, los sonidos onomatopéyicos, las divisiones en cuadros o viñetas, los usos de los contrastes en los colores, las estrellas y los distintos cambios de tamaño que la pantalla va haciendo intensionalmente, al mismo tiempo que se juega mucho con el diseño propio de un videojuego de lucha y cada uno de los característicos movimientos y planteos visuales que estos poseen, ya sean la pantalla dividida con el "VS" en el medio, los contadores de daño, los puntos de experiencia y la barra de vida y energía de los protagonistas. Todo esto logra crear una estética y un delirio audiovisual sorprendente, los efectos especiales son muy buenos y la manera en la que se desarrollan también lo es, en especial por la cuestión de que es un relato muy ambicioso y quedó de maravilla.
La originalidad y la intención de ser una película diferente aparece en el primer segundo de proyección y se va intensificando mientras los minutos van pasando. Lo que al principio se limitan en mostrar se desarrolla con total desenvolvimiento y soltura cerca del final, al igual que los increibles juegos de colores, delicados al principio, pero exagerados y abruptos en su conclusión.
Otra de las características que hacen de esta película una experiencia muy bien lograda es la diversidad de personalidades y los muy bien desarrollados personajes que posee. El protagonista, interpretado por un excelente Michael Cera, es tímido e inseguro, tiene sus tics, su carisma y esos momentos en los que mete la pata y destruye de la mejor manera posible una escena (intencional); Kim, la mujer en discordia, es la meta del protagonista, llevada adelante muy bien por Alison Pill, dulce e inocente, pero decidida y determinante; Kim (Ellen Wong), la mujer celosa que va a hacer todo lo posible por volver a conquistar a Scott; los integrantes de la banda, muy buenos roles y cada uno de los ex-novios que son uno más loco que el otro, todos tienen algo que contar y tienen su minuto de lucimiento muy merecido y muy bien logrado.
Esta es una historia que, además de presentar una innovación visual y sonora, sin el correcto uso del humor no hubiese profundizado la experiencia cinematográfica. La gracia aparece a cada minuto, no está forzada, es muy fluida y ayuda a que cada situación delirante se complemente y se enloquezca mucho más.
Los cambios continuos de cámara, de ángulos y planos aportan una sensación de tridimensionalidad perfecta y muy entretenida; la música acompaña muy bien cada uno de los planteos; las actuaciones cumplen las necesidades del guión, en especial las del papel protagónico; la fotografía es muy jugada, al igual que los efectos especiales y el delirio que poseen cada una de las escenas hace de esta película una experiencia cinematográfica inolvidable, que traerá recuerdos a quienes se pasaron horas jugando a los juegos de lucha en sus respectivas consolas y satisfacerá a los que leyeron los comics en los que está basada. Una gran película, con un estilo propio innovador difícil de ver en el cine. Entretenimiento puro.
UNA ESCENA A DESTACAR: la aparición del primer ex, el quiebre de la película
Scott es un joven que se enamora repentinamente de una excéntrica mujer. Él va a tener que combatir a sus siete ex-novios para poder ganarse su corazón. Es así como, tímido e inseguro, comienza una travesía por las venas hacia el corazón de su amada.
La historia es muy sencilla y nunca se aleja del planteo inicial y argumental. No hay vueltas ni giros inesperados, es una historia lineal que tiene un comienzo y un final. La característica que más se destaca de esta producción es, por supuesto, la visual. La narración está decorada y llevada adelante con una imaginación y una originalidad muy buena, acentuando, como si tratase de un comic, los sonidos onomatopéyicos, las divisiones en cuadros o viñetas, los usos de los contrastes en los colores, las estrellas y los distintos cambios de tamaño que la pantalla va haciendo intensionalmente, al mismo tiempo que se juega mucho con el diseño propio de un videojuego de lucha y cada uno de los característicos movimientos y planteos visuales que estos poseen, ya sean la pantalla dividida con el "VS" en el medio, los contadores de daño, los puntos de experiencia y la barra de vida y energía de los protagonistas. Todo esto logra crear una estética y un delirio audiovisual sorprendente, los efectos especiales son muy buenos y la manera en la que se desarrollan también lo es, en especial por la cuestión de que es un relato muy ambicioso y quedó de maravilla.
La originalidad y la intención de ser una película diferente aparece en el primer segundo de proyección y se va intensificando mientras los minutos van pasando. Lo que al principio se limitan en mostrar se desarrolla con total desenvolvimiento y soltura cerca del final, al igual que los increibles juegos de colores, delicados al principio, pero exagerados y abruptos en su conclusión.
Otra de las características que hacen de esta película una experiencia muy bien lograda es la diversidad de personalidades y los muy bien desarrollados personajes que posee. El protagonista, interpretado por un excelente Michael Cera, es tímido e inseguro, tiene sus tics, su carisma y esos momentos en los que mete la pata y destruye de la mejor manera posible una escena (intencional); Kim, la mujer en discordia, es la meta del protagonista, llevada adelante muy bien por Alison Pill, dulce e inocente, pero decidida y determinante; Kim (Ellen Wong), la mujer celosa que va a hacer todo lo posible por volver a conquistar a Scott; los integrantes de la banda, muy buenos roles y cada uno de los ex-novios que son uno más loco que el otro, todos tienen algo que contar y tienen su minuto de lucimiento muy merecido y muy bien logrado.
Esta es una historia que, además de presentar una innovación visual y sonora, sin el correcto uso del humor no hubiese profundizado la experiencia cinematográfica. La gracia aparece a cada minuto, no está forzada, es muy fluida y ayuda a que cada situación delirante se complemente y se enloquezca mucho más.
Los cambios continuos de cámara, de ángulos y planos aportan una sensación de tridimensionalidad perfecta y muy entretenida; la música acompaña muy bien cada uno de los planteos; las actuaciones cumplen las necesidades del guión, en especial las del papel protagónico; la fotografía es muy jugada, al igual que los efectos especiales y el delirio que poseen cada una de las escenas hace de esta película una experiencia cinematográfica inolvidable, que traerá recuerdos a quienes se pasaron horas jugando a los juegos de lucha en sus respectivas consolas y satisfacerá a los que leyeron los comics en los que está basada. Una gran película, con un estilo propio innovador difícil de ver en el cine. Entretenimiento puro.
UNA ESCENA A DESTACAR: la aparición del primer ex, el quiebre de la película
TRAILER: