TITULO ORIGINAL: Harry Potter and the Deathly Hallows, Part 1
ORIGEN: Reino Unido.
INTERPRETES: Daniel Radcliffe, Rupert Grint, Alan Rickman, Ralph Fiennes, Emma Watson, Matthew Lewis, Tom Felton, Maggie Smith, Robbie Coltrane, Bonnie Wright, Julie Walters, Jim Broadbent, Bill Nighy, David Thewlis.
DIRECTOR: David Yates.
FOTOGRAFIA: Eduardo Serra.
GUION: Steve Kloves.
MUSICA: Alexandre Desplat.
GENERO: Fantasía, Aventuras.
DURACION: 146 Minutos
CALIFICACION: Apta mayores de 13 años
DISTRIBUIDORA: Warner Bros
ESTRENO: 18 de Noviembre de 2010
MI OPINION:
5/10 REGULAR
CRITICA:
EL FINAL ESTA COMENZANDO
Por Martín Morales
Por Martín Morales
La historia de Harry Potter llega a su fin y para todos aquellos que han disfrutado y sufrido con la lectura del último libro de la saga, por suerte, se puede decir que esta penúltima parte es, aunque no una de las mejores películas de la serie, una de las que más respeta cronológicamente el desarrollo de la novela, algo que muchos fanáticos pedían y que, gracias a la división en dos partes, se pudo cumplir.
Harry, Ron y Hermione, luego de la muerte de Dumbledore, deciden ir en busca de los horrocruxes restantes para destruirlos y acabar de una vez por todas con Voldemort.
Es imposible entender esta cinta si uno no ha leído las novelas o no ha seguido la historia con las películas, ya que comienza de manera muy emotiva y cruda y, el ritmo general de la narración es totalmente distinto al visto en los demás films. Aquí no hay más Hogwarts (esperen al final), no hay más clases de magia, hechizos nuevos ni preocupación por parte de los protagonistas por aprobar los TIMOs. Este es un relato en el que los tres amigos tienen que escapar de los carroñeros e ir en busca de pistas que los puedan ayudar a encontrar los horrocruxes restantes.
El guión se asemeja bastante al desarrollo cronológico de la novela, aunque por supuesto, hay situaciones y detalles que faltaron y que se cambiaron o agregaron para darle más sentido a la historia y que el público general pudiese entenderla. Se le dio un poco más de protagonismo, el que se merecía anteriormente, a Kreacher, el elfo doméstico; Dobby aparece mucho antes que en el libro, y no solo en la mansión Malfoy; y se agregó una escena que marca la diferencia clara entre las novelas y las películas, un baile entre Harry y Hermione, ya que en los escritos de Rowling Harry la ve como una hermana a su amiga y en la película la intención, expresada deductivamente en esa escena, es totalmente diferente.
Si hay algo que le faltó a la dirección de David Yates en esta cinta es la convicción por marcar su propio estilo narrativo y visual. Las escenas emocionantes, que en el libro tienen una clara intención por mostrar los sentimientos de los personajes, aquí no tienen apoyo por parte de la dirección y del guión: la muerte de Ojoloco (sucede al comienzo) es totalmente irrelevante, es más, se lo nombra solo dos veces luego del aterrizaje de los personajes a la Madriguera; esto mismo sucede con Hedwig y un personaje al final de la película que, sin apoyo musical, no emociona ni produce emotividad en el espectador.
La música no ayuda en muchas oportunidades a que las acciones de los personajes se profundicen y logren traspasar la pantalla, hay muchos momentos en los que los movimientos de ellos no están respaldados por la banda sonora que, a diferencia de la sexta parte, le faltó marcar su estilo y brindar, en los momentos de acción, ese espíritu épico que tanto se merecía la historia.
La fotografía es bellísima y logra expresar con detallismo y hermosura la soledad de los personajes. Son muchos los planos secuencia cortos que se realizaron con los paisajes, son muchas las tomas abiertas y mucha la economía de recursos que aquí se puede observar. Los tintes utilizados son oscuros y matizados con un sepia precioso que le da un aspecto dorado muy bien logrado a cada una de las escenas. Los efectos especiales son muy fluidos, muy bien homogeneizados con la historia. Los hechizos están mucho mejor visualmente, son más puros y directos; las transformaciones son buenas, en especial la de Bathilda Bagshot, una escena muy buena visual y dramáticamente. El único problema es la exageración en muchas ocasiones del uso del CGI, como por ejemplo en la persecución del comienzo, con giros totalmente innecesarios y una digitalización de los personajes absurda y muy artificial a la vista.
La división en dos partes, pese a las claras intenciones económicas, tiene un propósito artístico que, aparte de respetar mucho más la cronología de la novela y satisfacer a sus lectores, se permitió la incursión de "La fábula de los tres hermanos", que forma parte de "Los Cuentos de Beedle el Bardo", el primer momento animado de la saga, excelente por cierto.
Las actuaciones son muy buenas, en especial la de los personajes secundarios. El trio protagónico (Daniel Radcliffe, Rupert Grint y Emma Watson) logra expresar la soledad y melancolía de sus roles con intencidad y profundidad. Ralph Fiennes crea un Voldemort perfecto, temerario, morboso, maqueabélico y muy expresivo. Alan Rickman, Snape, aparece muy poco, pero siempre manteniendo la calidad de sus actuaciones anteriores. Bill Nighy, una de las nuevas caras de la película, abre el film con expresividad y mucha fuerza. Helena Bonham Carter, le brinda histrionismo a Bellatrix. Rhys Ifans, como el padre de Luna, muy bien lograda su locura.
"Harry Potter y las reliquias de la muerte, parte 1" es una película que respeta la novela en la que fue basada, que con una fotografía muy bella y muy buen aprovechamiento de los espacios abiertos y cerrados, satisfacerá a sus seguidores. Una cita infaltable para todo lector y fanático de la saga, una película con errores, con abuso en muchas ocasiones de los efectos especiales y la falta de emotividad en muchos pasajes, pero que se disfruta, que finaliza de la mejor manera posible y que expresa el comienzo del épico final que se avecina. Igualmente no hay nada mejor que leer la novela.
UNA ESCENA A DESTACAR: animación
