Home » » THE WICKER MAN

THE WICKER MAN

TITULO ORIGINAL: The Wicker Man
ORIGEN: Reino Unido.
INTERPRETES: Edward Woodward, Christopher Lee, Diane Cilento, Ingrid Pitt, Britt Ekland
DIRECTOR: Robin Hardy
FOTOGRAFIA: Harry Waxman
GUION: Anthony Shaffer
MUSICA: Paul Giovanni
GENERO: Terror.
DURACION: 88 Minutos
CALIFICACION: Apta mayores de 16 años
DISTRIBUIDORA: British Lion Films
ESTRENO: 20 de Diciembre de 1973


MI OPINION:


8/10 MUY BUENA







CRITICA:

LA ISLA
Por Martín Morales

Si bien el título de la cinta representa los últimos cinco minutos de la película, la misma nunca necesita de la aparición de dicha tortura para crear suspenso y un clima de desconfianza pacífica alrededor del hecho principal que envuelve la historia, y es allí donde aparece el trabajo del director, quien logra crear una atmósfera festiva muy misteriosa a este clásico del cine de terror.

Un sargento de "tierra firme", como dicen los pueblerinos, decide ir a investigar la desaparición de una niña en una solitaria isla. Allí se da cuenta que los isleños están escondiendo algo respecto a la identidad de la muchacha perdida, por lo que comenzará a entablar una búsqueda por los rincones del pueblo. Lo que va a descubrir es más escalofriante que la misma misteriosa ausencia de la chica.

La cinta da comienzo con una introducción poco explicativa sobre el protagonista, se plantea rápidamente el problema, la desaparición de la niña, y sin perder tiempo se decide ir al hecho concreto, o sea a su búsqueda.

El director logró darle vida y crear un mundo irreal alejado de la sociedad, que se ubica en una solitaria isla, que tiene sus propias maneras de entender la ley, de educar, de alimentarse, de vivir, y por sobretodo, presentan una extraña (para el ojo cristiano) creencia religiosa. Es así como el comienzo del descubrimiento de esta población se convierte en un camino que no solo el protagonista va tratando de entender, sino que capta la atención del espectador, ya que no se deja en claro hasta el final cuáles son las verdaderas intenciones de las personas que viven allí. Al mismo tiempo que se plantea una moraleja o visión sobre la vida muy bien expresada en la figura policial protagónica: el hombre no es capaz de aceptar las creencias o costumbres que son completamente diferentes a las de su persona y las cataloga como raras, irreales y hasta delictivas.

En la isla el sexo, la música y la alimentación a base de vegetales son las principales premisas de la rutina diaria. Las dos primeras se pueden ver en casi todo el transcurso de la narración, hay momentos en los que se pueden apreciar y escuchar frases o imágenes referidas directamente al sexo, a la educación del mismo y a la reacción de los pequeños niños, mientras que al mismo tiempo se desarrollan muchísimas escenas musicales, cantadas y bailadas, que hacen referencia al mismo tema. Esta característica, que pone los pelos de punta al protagonista por no lograr entender qué es lo que está sucediendo en ese lugar, le aporta una atmósfera festiva y pacífica a los ambientes, gracias a que está muy bien logrado el hecho de que allí todo eso es parte de la rutina.

Al mismo tiempo, esta paz, lujuria y festividad que se desarrolla continuamente y que crea un sentimiento de desconcierto pero de medianamente aceptación en el espectador y en el protagonista (momento en el que se lo ve a él siendo seducido por la hija del posadero), beneficia a que los últimos quince minutos se conviertan en una verdadera demostración de salvajismo y crueldad desgarradora. Estas escenas, que comienzan ni bien empieza el "Día de Mayo", están desarrolladas de manera excelente, enfocando la historia en las creencias del pueblo, en los usos de los disfraces, escalofriantes por cierto, y en las costumbres que envuelven esa festividad, concluyendo de manera sorpresiva, con un giro argumental muy bien logrado, y con una canción final que contrasta perfectamente con la imagen visual mostrada.

Las actuaciones son correctas. Edward Woodward es fiel a su personaje, lo dota de realismo, de mucha intriga, de desconcierto y autoridad en algunos momentos. Christopher Lee, en un rol serio cuando tiene que serlo, inquietante y con una locura impresionante en los minutos finales, muy bien actuado. Todos los interpretes que dieron vida a los pueblerinos le aportaron mucho misterio a sus personajes y una desconfianza muy bien lograda.

Bien dirigido, fotografiado y guionado, este es un film que no necesita más que el hombre para crear suspenso y terror. Sin sangre y sin sustos, aquí se desarrolla una temática que respeta la novela en la que fue basada, "The Ritual", y que se ha convertido en una merecida película de culto del género.

UNA ESCENA A DESTACAR: final

TRAILER:

Share this article :