ORIGEN: Italia.
INTERPRETES: Jessica Harper, Udo Kier, Joan Bennett, Alida Valli
DIRECTOR: Dario Argento
FOTOGRAFIA: Luciano Tovoli
GUION: Dario Argento, Daria Nicolodi
MUSICA: Dario Argento, Goblin
GENERO: Terror.
DURACION: 98 Minutos
CALIFICACION: Apta mayores de 16 años
DISTRIBUIDORA: Nouveaux Pictures Cine-Excess
ESTRENO: 1 de Febrero de 1977
MI OPINION:
7/10 BUENA
CRITICA:
EL PODER DE LA ILUMINACION
Por Martín Morales
Por Martín Morales
Esta cinta de Dario Argento es una muy bien lograda producción que se destaca por su simple pero efectivo trabajo de iluminación y su correcta creación de suspenso a base de la utilización de sombras y sonidos extraños, pero que falla en plantear y rematar satisfactoriamente el tema que trata.
Una mujer americana decide ir al exterior para entrar a una prestigiosa escuela de danzas clásicas. La noche en la que llegó al lugar dos brutales asesinatos se producieron en la sala principal de la Academia. Ella va a comenzar a tratar de averiguar qué fue lo que sucedió y está sucediendo allí.
La principal característica que se destaca en esta cinta es el muy bien logrado e implementado uso de la iluminación como eje central de la creación del suspenso. Cada vez que la protagonista apaga la luz del lugar en donde se encuentra, la escena va tomando diferentes tintes que van cambiando continuamente mientras que ella va caminando por los pasillos o entrando a diferentes habitaciones. Los colores más utilizados son el rojo, el verde y el azul, cada uno respetando una parte de la historia y mostrados de tal manera que contraste las expresiones de la actriz y nunca se superpongan con los motivos de los decorados. A su vez, este uso muy bueno de la iluminación como principal fuente dramática en los momentos tensos, favorece a la utilización de otra herramienta típica del género: las sombras. Hay momentos escalofriantes en los que una simple silueta sin movimiento recostada en una cama, o mirando fijo a la protagonista, son el centro de la escena. Todo esto está perfectamente implementado en la cinta.
Aquí la historia es sencilla, está correctamente planteada y desarrollada hasta el momento en el que se descubre la verdad, cuestión que pudo haber sido contada de manera más elaborada y no tan fugaz y poco creíble como sucede aquí. El giro argumental está bueno, pero hay momentos en los que las explicaciones no ayudan al esclarecer qué es lo que está sucediendo en dicho lugar y se pierde tiempo en plantear argumentos innecesarios y que se dan a entender indirectamente, como por ejemplo la charla con el especialista.
Pese a esto, el trabajo realizado por los interpretes es muy bueno, en especial la protagonista, Jessica Harper, quien le aporta inocencia a su rol; Alida Valli, como Miss Tanner, la cruel maestra, una mujer arrogante y fuerte, muy buenas las escenas de sus clases de baile, y Joan Bennett, la vice directora, quien aporta el mayor cambio de personalidad en cierto momento de la historia.
Las escenas de suspenso van acompañadas de una banda sonora muy fuerte, en el sentido de que cobra mucho protagonismo en ciertas situaciones, al mismo tiempo que sonidos extraños van apareciendo y nunca se explica su procedencia, ya que son utilizados con el fin único de crear la atmósfera justa para cada momento (las risas, por ejemplo). Hay variadas y muy bien logradas escenas de muerte, que se destacan, como toda la película en sí, por desarrollar un uso saturado de los colores. La sangre es bien roja, al igual que cada uno de los decorados que fueron creados y utilizados para crear la escuela.
Se introduce correctamente, se va desarrollando planteando un conflicto muy atractivo y misterioso, con muy bien logradas escenas de suspenso y una inquietante incertidumbre por lo que verdaderamente está pasando, aderezado con escenografías coloridas y un excelente trabajo de iluminación, pero llegando al final cae en la previsibilidad, en la simpleza excesiva y en la falta de explicaciones. Una buena película de terror, que tiene sus momentos de lucidez y sus riquezas cinematográficas.
UNA ESCENA A DESTACAR: la mujer muerta
Una mujer americana decide ir al exterior para entrar a una prestigiosa escuela de danzas clásicas. La noche en la que llegó al lugar dos brutales asesinatos se producieron en la sala principal de la Academia. Ella va a comenzar a tratar de averiguar qué fue lo que sucedió y está sucediendo allí.
La principal característica que se destaca en esta cinta es el muy bien logrado e implementado uso de la iluminación como eje central de la creación del suspenso. Cada vez que la protagonista apaga la luz del lugar en donde se encuentra, la escena va tomando diferentes tintes que van cambiando continuamente mientras que ella va caminando por los pasillos o entrando a diferentes habitaciones. Los colores más utilizados son el rojo, el verde y el azul, cada uno respetando una parte de la historia y mostrados de tal manera que contraste las expresiones de la actriz y nunca se superpongan con los motivos de los decorados. A su vez, este uso muy bueno de la iluminación como principal fuente dramática en los momentos tensos, favorece a la utilización de otra herramienta típica del género: las sombras. Hay momentos escalofriantes en los que una simple silueta sin movimiento recostada en una cama, o mirando fijo a la protagonista, son el centro de la escena. Todo esto está perfectamente implementado en la cinta.
Aquí la historia es sencilla, está correctamente planteada y desarrollada hasta el momento en el que se descubre la verdad, cuestión que pudo haber sido contada de manera más elaborada y no tan fugaz y poco creíble como sucede aquí. El giro argumental está bueno, pero hay momentos en los que las explicaciones no ayudan al esclarecer qué es lo que está sucediendo en dicho lugar y se pierde tiempo en plantear argumentos innecesarios y que se dan a entender indirectamente, como por ejemplo la charla con el especialista.
Pese a esto, el trabajo realizado por los interpretes es muy bueno, en especial la protagonista, Jessica Harper, quien le aporta inocencia a su rol; Alida Valli, como Miss Tanner, la cruel maestra, una mujer arrogante y fuerte, muy buenas las escenas de sus clases de baile, y Joan Bennett, la vice directora, quien aporta el mayor cambio de personalidad en cierto momento de la historia.
Las escenas de suspenso van acompañadas de una banda sonora muy fuerte, en el sentido de que cobra mucho protagonismo en ciertas situaciones, al mismo tiempo que sonidos extraños van apareciendo y nunca se explica su procedencia, ya que son utilizados con el fin único de crear la atmósfera justa para cada momento (las risas, por ejemplo). Hay variadas y muy bien logradas escenas de muerte, que se destacan, como toda la película en sí, por desarrollar un uso saturado de los colores. La sangre es bien roja, al igual que cada uno de los decorados que fueron creados y utilizados para crear la escuela.
Se introduce correctamente, se va desarrollando planteando un conflicto muy atractivo y misterioso, con muy bien logradas escenas de suspenso y una inquietante incertidumbre por lo que verdaderamente está pasando, aderezado con escenografías coloridas y un excelente trabajo de iluminación, pero llegando al final cae en la previsibilidad, en la simpleza excesiva y en la falta de explicaciones. Una buena película de terror, que tiene sus momentos de lucidez y sus riquezas cinematográficas.
UNA ESCENA A DESTACAR: la mujer muerta
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