ORIGEN: Estados Unidos, España, Argentina.
INTERPRETES: Leonardo Sbaraglia, Luis Machín, Ana Celentano, Federico Luppi.
DIRECTOR: Miguel Cohan.
FOTOGRAFIA: Hugo Colace.
GUION: Miguel Cohan.
MUSICA: Lucio Godoy.
GENERO: Suspenso.
DURACION: 104 Minutos
CALIFICACION: Apta mayores de 13 años
WEB: http://www.sinretorno.com/
DISTRIBUIDORA: Distribution Company
ESTRENO EN BUENOS AIRES: 30 de Septiembre de 2010
MI OPINION:
6/10 BUENA
CRITICA:
LA INSEGURIDAD Y EL TEMOR POR IR PRESO
Por Martín Morales
Por Martín Morales
El nuevo trabajo del director Miguel Cohan desarrolla una interesante y bien lograda trama, con actuaciones destacables por parte de algunos de sus interpretes, un problema argumental coherente y diferente, pero que falla en la credibilidad en muchas escenas y en las dudosas decisiones que algunos actores decidieron tomar para llevar adelante sus personajes.
La historia se centra en un accidente y como una persona es incorrectamente acusada por escaparse y dejar abandonada en la calle a la víctima. El verdadero autor del hecho tiene miedo de decir la verdad y va a entrar en una travesía por no contarla y aceptar el difícil futuro del acusado.
La narración comienza muy bien, introduciendo sin demasiadas explicaciones a los personajes y sus respectivas personalidades, con una edición y montaje muy diverso, saltando escenas rápidamente y mezclando las andanzas de la noche en la que ocurre el accidente. Luego de este interesante planteo, aparece el primer inconveniente. El choque es poco creíble, no por cómo está mostrado, es más, está muy bien filmado, sino por cómo sucede. Que esto pase siendo ese momento el quiebre de la historia, le juega en contra a la película, no solo porque le resta credibilidad al relato, sino porque también dificulta el disfrute y la profundidad con la que se pueden llegar a tomar las diferentes temáticas futuras.
Momentos después de esto, la historia transita por situaciones algo extensas, pero muy bien logradas dramáticamente, mostrando las diferentes reacciones de los personajes, el accionar del padre de la víctima, las emociones encontradas en la familia del verdadero asesino, las preguntas del acusado y el trabajo de la policía y el periodismo que rodea el caso. Todo esto está muy bien logrado y termina en una conclusión coherente, carente de muchas respuestas, pero interesante y que invita al espectador al debate.
Las actuaciones son correctas, aunque algunas en cierto momento se ven forzadas por las situaciones. Leonardo Sbaraglia, demuestra una vez más que es un gran actor, aquí logra sacar ese odio de su personaje y lo encarna perfectamente. Se luce al comienzo y al final. Luis Machín también está muy bien, principalmente en cada una de las reacciones que él, o sea el padre, va teniendo. Federico Luppi poco hace para sacarle jugo a su personaje, pero está correcto. Martín Slipak, quien tiene más tiempo en pantalla, está bien, pero en las situaciones decisivas, por ejemplo el continuo llanto con su padre en su habitación, están sobreactuadas y son poco creíbles los matices que decidió adoptar para su interpretación.
La música acompaña muy bien la historia; la dirección es correcta, aunque hay diferentes detalles que convierten a la cinta en una película poco destacable; la edición es buena y el montaje, principalmente al comienzo, es coherente y sencillo.
"Sin Retorno" es una película distinta, bien lograda desde todo aspecto, con actores muy buenos, un guión que tiene sus fallas y baches, pero que se las ingenia para camuflarlos y no entrar en terrenos complicados. Una buena película de suspenso argentina.
UNA ESCENA A DESTACAR: el choque es el principal momento en el que el relato pierde credibilidad
La historia se centra en un accidente y como una persona es incorrectamente acusada por escaparse y dejar abandonada en la calle a la víctima. El verdadero autor del hecho tiene miedo de decir la verdad y va a entrar en una travesía por no contarla y aceptar el difícil futuro del acusado.
La narración comienza muy bien, introduciendo sin demasiadas explicaciones a los personajes y sus respectivas personalidades, con una edición y montaje muy diverso, saltando escenas rápidamente y mezclando las andanzas de la noche en la que ocurre el accidente. Luego de este interesante planteo, aparece el primer inconveniente. El choque es poco creíble, no por cómo está mostrado, es más, está muy bien filmado, sino por cómo sucede. Que esto pase siendo ese momento el quiebre de la historia, le juega en contra a la película, no solo porque le resta credibilidad al relato, sino porque también dificulta el disfrute y la profundidad con la que se pueden llegar a tomar las diferentes temáticas futuras.
Momentos después de esto, la historia transita por situaciones algo extensas, pero muy bien logradas dramáticamente, mostrando las diferentes reacciones de los personajes, el accionar del padre de la víctima, las emociones encontradas en la familia del verdadero asesino, las preguntas del acusado y el trabajo de la policía y el periodismo que rodea el caso. Todo esto está muy bien logrado y termina en una conclusión coherente, carente de muchas respuestas, pero interesante y que invita al espectador al debate.
Las actuaciones son correctas, aunque algunas en cierto momento se ven forzadas por las situaciones. Leonardo Sbaraglia, demuestra una vez más que es un gran actor, aquí logra sacar ese odio de su personaje y lo encarna perfectamente. Se luce al comienzo y al final. Luis Machín también está muy bien, principalmente en cada una de las reacciones que él, o sea el padre, va teniendo. Federico Luppi poco hace para sacarle jugo a su personaje, pero está correcto. Martín Slipak, quien tiene más tiempo en pantalla, está bien, pero en las situaciones decisivas, por ejemplo el continuo llanto con su padre en su habitación, están sobreactuadas y son poco creíbles los matices que decidió adoptar para su interpretación.
La música acompaña muy bien la historia; la dirección es correcta, aunque hay diferentes detalles que convierten a la cinta en una película poco destacable; la edición es buena y el montaje, principalmente al comienzo, es coherente y sencillo.
"Sin Retorno" es una película distinta, bien lograda desde todo aspecto, con actores muy buenos, un guión que tiene sus fallas y baches, pero que se las ingenia para camuflarlos y no entrar en terrenos complicados. Una buena película de suspenso argentina.
UNA ESCENA A DESTACAR: el choque es el principal momento en el que el relato pierde credibilidad
TRAILER: