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RESIDENT EVIL: AFTERLIFE

TITULO ORIGINAL: Resident Evil: Afterlife
ORIGEN:
Estados Unidos.
INERPRETES:
Milla Jovovich, Ali Larter, Wentworth Miller, Kim Coates.
DIRECTOR:
Paul W.S. Anderson.
FOTOGRAFIA:
Glen MacPherson.
GUION:
Paul W.S. Anderson.
MUSICA:
Tom & Andy.
PRODUCTOR:
Paul W.S. Anderson.
GENERO:
Acción.
DURACION:
97 Minutos
CALIFICACION:
Apta mayores de 13 años
WEB:
http://www.sonypictures.com.mx/Sony/HotSites/Mx/residentevillaresurreccion/
DISTRIBUIDORA:
Columbia
ESTRENO EN BUENOS AIRES:
14 de Octubre de 2010


MI OPINION:



4/10 REGULAR





CRITICA:

¿Y LA HISTORIA?
Por Martín Morales

La cuarta parte de la saga cinematográfica "Resident Evil" es un desperdicio de ideas, donde no se desarrolla nada más interesante que lo visto en los pocos minutos que dura el avance, argumentalmente hablando, ni mucho menos se hace justicia invocando una trama que respete y capte el espíritu del videojuego.

Alice logra encontrar a un grupo de sobrevivientes en Los Ángeles. Todos, incluida ella, están buscando un misterioso lugar en donde, por radio, prometen seguridad y salud. Juntos van a tener que encontrar la manera de llegar a dicha ubicación.

Hay dos cosas que no se le pueden negar a esta cuarta parte: por un lado el entretenimiento. Los 97 minutos que dura la proyección no se sienten y pese a la enorme cantidad de errores y problemáticas que la misma posee, no se pone en juego el disfrute por parte del espectador en la sala del cine. Por otro lado, lo más atractivo y mejor logrado de la película: los efectos en tres dimensiones. La tecnología fue utilizada para que la misma cobre mucho protagonismo, y el resultado es, técnicamente, muy bueno. La profundidad de los objetos y los lugares, los primeros planos de las cosas que se arrojan al público, los movimientos de cámaras, las explosiones, los tiros, los vuelos por las ciudades devastadas, todo es muy bello visualmente y crean una atmósfera excelente para que el film intensifique el disfrute.

Pero, el que el 3D cobre demasiado protagonismo en practicamente todas las escenas de la película, en este caso le restó mucho (demasiado) interés y originalidad a la historia. Se centraron en la parte técnica y se olvidaron de contar un relato diferente, que no aburra, novedoso, con un conflicto bien claro y desarrollado y con una linea argumental que marque una distancia y avance con respecto al film antecesor.

La introducción, todo lo ocurrido hasta la gran explosión, roza continuamente lo patético y la ridiculez. No solo por ser los minutos en los que la tecnología está más presente, sino porque nada de lo que sucede tiene sentido y coherencia. Son escenas de acción, muy forzadas, que no aportan nada más que velocidad al relato. Una vez que esto finaliza y que la protagonista expresa una vez más el mismo discurso que en las dos películas anteriores, el argumento, sin caer tan bajo como en el comienzo, sigue sin aportar novedad y desarrollando un planteo muy sencillo que se agota muy rápidamente en muchas escenas. Los villanos no son interesantes, los zombies aparecen muy poco; se puede ver a uno de los jefes del quinto videojuego, el Executioner, una mole muerta vestida con un gran guardapolvos oscuro con una gran hacha ensangrentada en sus manos, que está totalmente desperdiciado, que no se entiende, que no aporta miedo y que finaliza muy velozmente; Albert Wesker, interpretado por Shawn Roberts, aparece al comienzo y al final, pero nunca se esclarece su identidad y su verdadero objetivo; aparecen solamente dos caninos infectados y muy pocas apariciones de las personas con esas criaturas saliéndoles de la boca. Son escasas las referencias al videojuego, son muchos los personajes interesantes que el mismo posee, especialmente los villanos, y son muy pocas las ideas que hay en las películas para ponerlos en escena.

Las actuaciones son correctas, especialmente el trabajo realizado por Milla Jovovich, una actriz a quien le gusta hacer lo que hace y encarna a su personaje aportándole coraje y seguridad, cosa que no sucede con total profundidad en los demás actores, tales como Ali Larter y Wentworth Miller (Claire y Chris, respectivamente)

"Resident Evil: Afterlife" es una película a la que es imposible no poder dividirla en dos partes totalmente opuestas: la parte técnica, muy bien lograda, bella, con un 3D correctamente utilizado y que aporta mucho entretenimiento; y la historia, muy floja, poco sorpresiva, extremadamente sencilla, con un guión previsible, que deja una puerta demasiado abierta para una quinta parte y, principalmente, que no avanza ni retrocede, con respecto a la tercera parte. Una saga que no encuentra su camino y que no logra destacarse. Tal vez si fuese más fiel al videojuego pueda resurgir de las cenizas.

UNA ESCENA A DESTACAR: los vuelos del avión, bellos visualmente.

TRAILER:

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