ORIGEN: Estados Unidos.
INTERPRETES: Craig T. Nelson, JoBeth Williams, Beatrice Straight, Dominique Dunne, Oliver Robins, Heather O'Rourke, Zelda Rubinstein
DIRECTOR: Tobe Hooper, Steven Spielberg
FOTOGRAFIA: Matthew F. Leonetti
GUION: Steven Spielberg
MUSICA: Jerry Goldsmith
GENERO: Terror.
DURACION: 114 Minutos
CALIFICACION: Apta mayores de 16 años
DISTRIBUIDORA: United Artists
ESTRENO: 4 de Junio de 1982
MI OPINION:
8/10 MUY BUENA
CRITICA:
LA CASA EMBRUJADA
Por Martín Morales
Por Martín Morales
Es maravillosamente satisfactorio poder apreciar una cinta en la que se toca un tema que ha sido protagonista de muchísimas películas, pero que aquí se hace presente invocando un humor increíble, una historia sorpresiva, actuaciones muy bien logradas y una locura y fantasía que pone a prueba la imaginación del espectador.
La familia Freeling vive tranquilamente en su casa, los niños duermen solos por las noches, la adolescente está pasando por los problemas de la edad y los padres disfrutan de la rutina. Una noche la hija menor, quien comenzó a escuchar voces que venían del televisor, es raptada y llevada a otra dimensión. Los padres, con la ayuda de expertos en actividades paranormales, van a tratar de rescatarla.
El factor que aquí triunfa y hace de esta cinta una experiencia totalmente recomendable, es el trabajo realizado con el guión, en especial con cada una de las aristas que la historia decide tocar. Mientras que muchas cintas que presentan la misma temática se preocupan por crear climas tensos, al mismo tiempo que procuran no entrar en el ridículo al presentar la figura villana corporeamente, aquí, desde un comienzo, se pone en evidencia qué es lo que está sucediendo, mostrando en plenitud los espíritus que rodean la casa. Esto inmediatamente crea una fantasía muy bien lograda en la historia y le permite al director jugar con dichas "criaturas" para hacerlas terroríficas, pero al mismo tiempo adoptando un humor excelente. Cuando la historia necesita de explicaciones, el guión las ofrece; cuando la puesta en escena obliga a que hayan algunas tomas lentas y de suspenso, rematadas con sustos, el guión las ofrece; cuando se necesita del humor para acompañar lo que está sucediendo, allí está el libreto para brindar dichos momentos; cuando es necesario que el drama familiar se entienda, se profundice y emocione, el guión está presente. Esta historia sin el rumbo y la intención que se le quiso dar desde el comienzo hubiese entrado en terrenos muy escabrosos y complicados de salir, pero con la habilidad del director y la sorprendente narración pensada por Spielberg, se permite transitar por el terror, la gracia y el entretenimiento de manera sorpresiva.
Como se acaba de plantear, la historia presenta muy buenas escenas de suspenso, que son rematadas con algunos sustos imprevisibles. Las mismas fueron presentadas de manera tal que el espectador se sienta parte de esa familia y vaya adoptando las diferentes personalidades de sus integrantes. Hay momentos en los que se refleja muy bien el miedo del niño por la tormenta y ese diabólico payaso que está sentado enfrente de su cama (increíble escena); hay otras en las que uno siente la perdida y la desesperación de los padres, como por ejemplo el momento en el que ella decide ir a la habitación de su niña y es sorprendida (muy gracioso el susto) y hay muchas en las que uno se compenetra con la pequeña Carol Ane y se lleva unas gratas sorpresas.
A su vez, y otra de las características que quiebran a esta cinta y la hacen única, se invoca a un humor muy suave y determinante en muchas partes que quedó maravilloso. El mismo está basado en los diálogos o en reacciones de los personajes, que aportan mucho dinamismo al relato e intensifican su disfrute, al mismo tiempo que se introducen criaturas muy bien resueltas que logran homogeneizar el terror con la gracia (ese fantasma que cuidaba la puerta de la habitación, o cada uno de los cadáveres cerca del final). A su vez, se presenta un personaje que está planteado de tal manera que sirva como parodia del mentalismo, Tangina, una mujer amante de su trabajo.
Las actuaciones son muy buenas. Craig T. Nelson y JoBeth Williams, como el padre y la madre, respectivamente, aportan realismo y dinamismo; Zelda Rubinstein, brinda humor e histrionismo; Heather O'Rourke, dota a su personaje de una dulzura impecable y Beatrice Straight, un poco de seriedad muy bien lograda dentro de la fantasía de la historia.
Con una banda sonora que logra captar los momentos de suspenso y diferenciarlos de los climas de distención y locura; con una fotografía muy buena y precisa, que en todo momento juega con la utilización de las luces y de los colores pálidos y azulados; con una dirección, por parte de Tobe Hooper, muy correcta; con una iluminación destacable y un uso de los efectos especiales, en lo que respecta a cada uno de los objetos y criaturas que vuelan y en especial, en los cadáveres y en ese fantasma esquelético maravilloso, que se luce en cada momento, "Poltegeist" es más una cinta de comedia que una de terror, pero que presenta las características necesarias como para asustar y entretener. Una de las demostraciones de ambición y dedicación de un Spielberg auténtico y muy original.
UNA ESCENA A DESTACAR: la aparición del fantasma esqueleto
La familia Freeling vive tranquilamente en su casa, los niños duermen solos por las noches, la adolescente está pasando por los problemas de la edad y los padres disfrutan de la rutina. Una noche la hija menor, quien comenzó a escuchar voces que venían del televisor, es raptada y llevada a otra dimensión. Los padres, con la ayuda de expertos en actividades paranormales, van a tratar de rescatarla.
El factor que aquí triunfa y hace de esta cinta una experiencia totalmente recomendable, es el trabajo realizado con el guión, en especial con cada una de las aristas que la historia decide tocar. Mientras que muchas cintas que presentan la misma temática se preocupan por crear climas tensos, al mismo tiempo que procuran no entrar en el ridículo al presentar la figura villana corporeamente, aquí, desde un comienzo, se pone en evidencia qué es lo que está sucediendo, mostrando en plenitud los espíritus que rodean la casa. Esto inmediatamente crea una fantasía muy bien lograda en la historia y le permite al director jugar con dichas "criaturas" para hacerlas terroríficas, pero al mismo tiempo adoptando un humor excelente. Cuando la historia necesita de explicaciones, el guión las ofrece; cuando la puesta en escena obliga a que hayan algunas tomas lentas y de suspenso, rematadas con sustos, el guión las ofrece; cuando se necesita del humor para acompañar lo que está sucediendo, allí está el libreto para brindar dichos momentos; cuando es necesario que el drama familiar se entienda, se profundice y emocione, el guión está presente. Esta historia sin el rumbo y la intención que se le quiso dar desde el comienzo hubiese entrado en terrenos muy escabrosos y complicados de salir, pero con la habilidad del director y la sorprendente narración pensada por Spielberg, se permite transitar por el terror, la gracia y el entretenimiento de manera sorpresiva.
Como se acaba de plantear, la historia presenta muy buenas escenas de suspenso, que son rematadas con algunos sustos imprevisibles. Las mismas fueron presentadas de manera tal que el espectador se sienta parte de esa familia y vaya adoptando las diferentes personalidades de sus integrantes. Hay momentos en los que se refleja muy bien el miedo del niño por la tormenta y ese diabólico payaso que está sentado enfrente de su cama (increíble escena); hay otras en las que uno siente la perdida y la desesperación de los padres, como por ejemplo el momento en el que ella decide ir a la habitación de su niña y es sorprendida (muy gracioso el susto) y hay muchas en las que uno se compenetra con la pequeña Carol Ane y se lleva unas gratas sorpresas.
A su vez, y otra de las características que quiebran a esta cinta y la hacen única, se invoca a un humor muy suave y determinante en muchas partes que quedó maravilloso. El mismo está basado en los diálogos o en reacciones de los personajes, que aportan mucho dinamismo al relato e intensifican su disfrute, al mismo tiempo que se introducen criaturas muy bien resueltas que logran homogeneizar el terror con la gracia (ese fantasma que cuidaba la puerta de la habitación, o cada uno de los cadáveres cerca del final). A su vez, se presenta un personaje que está planteado de tal manera que sirva como parodia del mentalismo, Tangina, una mujer amante de su trabajo.
Las actuaciones son muy buenas. Craig T. Nelson y JoBeth Williams, como el padre y la madre, respectivamente, aportan realismo y dinamismo; Zelda Rubinstein, brinda humor e histrionismo; Heather O'Rourke, dota a su personaje de una dulzura impecable y Beatrice Straight, un poco de seriedad muy bien lograda dentro de la fantasía de la historia.
Con una banda sonora que logra captar los momentos de suspenso y diferenciarlos de los climas de distención y locura; con una fotografía muy buena y precisa, que en todo momento juega con la utilización de las luces y de los colores pálidos y azulados; con una dirección, por parte de Tobe Hooper, muy correcta; con una iluminación destacable y un uso de los efectos especiales, en lo que respecta a cada uno de los objetos y criaturas que vuelan y en especial, en los cadáveres y en ese fantasma esquelético maravilloso, que se luce en cada momento, "Poltegeist" es más una cinta de comedia que una de terror, pero que presenta las características necesarias como para asustar y entretener. Una de las demostraciones de ambición y dedicación de un Spielberg auténtico y muy original.
UNA ESCENA A DESTACAR: la aparición del fantasma esqueleto
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