TITULO ORIGINAL: Piranha 3DORIGEN: Estados Unidos.
INTERPRETES: Elisabeth Shue, Eli Roth, Christopher Lloyd, Ving Rhames, Richard Dreyfuss, Jerry O'Connell.
DIRECTOR: Alexandre Aja.
GUION: Alexandre Aja.
PRODUCTOR: Alexandre Aja, Bob Weinstein, Harvey Weinstein.
GENERO: Terror
DURACION: 89 minutos
CALIFICACION: Apta para mayores de 16 años
DISTRIBUIDORA: Diamond films
ESTRENO EN BUENOS AIRES: 17 de Febrero de 2011
MI OPINION:
6/10 BUENA
CRITICA:
DIVERSION ASEGURADA
Por Martín Morales
Por Martín Morales
Si te gustan las películas poco serias, escasas de sentido alguno y en las que predominan toneles de sangre injustificada, sin duda alguna esta es la película que no tenés que perderte, una cinta que no es más que un festín de sexo y muerte ni bien comienza, pero hay que admitir que cinematográficamente hablando, son pocos los dotes que presenta.
Un joven de 17 años es obligado a cuidar de sus dos hermanos justo el día en el que lo invitan a ser parte de una producción algo subida de tono en un yate en el lago. Él logra excusarse para poder ir, lo que no sabe que un cardumen de pirañas asesinas se han salido de su hábitat y están más hambrientas que nunca.
Si hay que entrar en comparación con respecto al film original, se puede decir que esta remake es totalmente diferente, no solo porque nunca se toma en serio su temática, sino porque está desarrollada de manera totalmente opuesta a la de la cinta de 1978. Básicamente las pirañas aquí se pueden ver en acción ni bien comienza la historia, en una escena introductoria correcta, algo forzada visualmente, pero que no es nada con respecto a lo que se ve minutos después. En este momento, además de presentar el título de la cinta, se rompen dos platos de un tiro, ya que se da la justificación de la aparición de las criaturas, cosa que en la cinta original se tardaba un rato más largo en explicar. Esto hace que se deje de lado toda explicación racional sobre las pirañas y se entre inmediatamente en la matanza de personas.
La formula aquí es la que parece funcionar hoy en día con respecto a una atractiva cinta de terror, olvidemosnos de las escenas de suspenso bien logradas, de climas tensos o del clásico juego de sonidos y sombras que tanto han maravillado años atrás en los clásicos del género, aquí el ambiente es un lugar repleto de adolescentes en plena fase hormonal, quienes se tocan sin timidez y van gritando su palabra mágica llamada sexo. Una muchedumbre que solo le importa pasarla bien y vivir el momento, pese cual fuesen las consecuencias del desinterés por el orden. Este planteo está muy explotado en la cinta y es muy exagerado en muchas ocasiones. Son muchas las escenas en las que se muestran a las personas gritando y celebrando medio desnudas que se olvidan totalmente de que en realidad estamos viendo una película sobre pirañas asesinas y no una fiesta loca en la playa. Esos extensos minutos le restan interés a la cinta.
Ni bien las criaturas aparecen comienzan a morder y las escenas de muerte y sangre, aparte de presentar una locura y una morbosidad impresionante, están muy bien logradas. Cada una de las prótesis que se utilizaron para darle forma a las torturas realizadas por los animalitos quedaron geniales, y aunque son muy exageradas en muchas oportunidades, nunca se alejan del divertimento que se planea desde el principio. Son muchas las incoherencias, muchos los desarrollos dudosos y demasiados los clichés que se pueden ver aquí, pero extrañamente todo tiene un sentido de estupidez y de poca seriedad que hacen de este film una de esas malas películas que de tan malas son buenas.
Las actuaciones son regulares, todos los personajes tienen un aire festivo continuo que cuando están en peligro y deben interpretar el drama y la agonía a la hora de estar al borde de la muerte, la sobreactuación y la poca credibilidad en las expresiones se hacen presentes. Hay un cameo de Eli Roth que mantiene el ritmo de la película.
Ahora bien, el film se lo puede ver en 3D, cosa que no ayuda o intensifica en demasía su disfrute. Son pocos los momentos en los que se dirigen cosas, objetos o hasta las pirañas a la cara del espectador (hay un vómito en primer plano y un miembro viril masculino que va nadando hacia la cara del espectador, por ejemplo), no se juega con el susto (no hay un solo momento en el que la tecnología ayude a crear el clima salvaje, ni mucho menos a asustar), y principalmente la profundidad de las escenas es muy escasa. Si el espectador se saca los anteojos en algunas partes se ve la misma imagen, solo que un poco borrosa, que se ve con estos puestos. El 3D está muy desaprovechado.
No tiene sentido, no se puede entrar en comparación con la cinta en la que está basada, se centra demasiado en el sexo y la fiesta, el manejo de las cámaras, la fotografía y el uso de los efectos especiales es muy dudoso en muchas oportunidades y las actuaciones son regulares, pero es divertida, incoherente, con un festín de sangre y mordidas sorprendente y con un entretenimiento muy bien logrado. No es terror del bueno, es un terror absurdo y ridículo. Una película para quienes les gusta la sangre, mirar a otras personas con las hormonas a punto de estallar y presenciar un relato que se destaca por su visual y no por su narrativa.
Un joven de 17 años es obligado a cuidar de sus dos hermanos justo el día en el que lo invitan a ser parte de una producción algo subida de tono en un yate en el lago. Él logra excusarse para poder ir, lo que no sabe que un cardumen de pirañas asesinas se han salido de su hábitat y están más hambrientas que nunca.
Si hay que entrar en comparación con respecto al film original, se puede decir que esta remake es totalmente diferente, no solo porque nunca se toma en serio su temática, sino porque está desarrollada de manera totalmente opuesta a la de la cinta de 1978. Básicamente las pirañas aquí se pueden ver en acción ni bien comienza la historia, en una escena introductoria correcta, algo forzada visualmente, pero que no es nada con respecto a lo que se ve minutos después. En este momento, además de presentar el título de la cinta, se rompen dos platos de un tiro, ya que se da la justificación de la aparición de las criaturas, cosa que en la cinta original se tardaba un rato más largo en explicar. Esto hace que se deje de lado toda explicación racional sobre las pirañas y se entre inmediatamente en la matanza de personas.
La formula aquí es la que parece funcionar hoy en día con respecto a una atractiva cinta de terror, olvidemosnos de las escenas de suspenso bien logradas, de climas tensos o del clásico juego de sonidos y sombras que tanto han maravillado años atrás en los clásicos del género, aquí el ambiente es un lugar repleto de adolescentes en plena fase hormonal, quienes se tocan sin timidez y van gritando su palabra mágica llamada sexo. Una muchedumbre que solo le importa pasarla bien y vivir el momento, pese cual fuesen las consecuencias del desinterés por el orden. Este planteo está muy explotado en la cinta y es muy exagerado en muchas ocasiones. Son muchas las escenas en las que se muestran a las personas gritando y celebrando medio desnudas que se olvidan totalmente de que en realidad estamos viendo una película sobre pirañas asesinas y no una fiesta loca en la playa. Esos extensos minutos le restan interés a la cinta.
Ni bien las criaturas aparecen comienzan a morder y las escenas de muerte y sangre, aparte de presentar una locura y una morbosidad impresionante, están muy bien logradas. Cada una de las prótesis que se utilizaron para darle forma a las torturas realizadas por los animalitos quedaron geniales, y aunque son muy exageradas en muchas oportunidades, nunca se alejan del divertimento que se planea desde el principio. Son muchas las incoherencias, muchos los desarrollos dudosos y demasiados los clichés que se pueden ver aquí, pero extrañamente todo tiene un sentido de estupidez y de poca seriedad que hacen de este film una de esas malas películas que de tan malas son buenas.
Las actuaciones son regulares, todos los personajes tienen un aire festivo continuo que cuando están en peligro y deben interpretar el drama y la agonía a la hora de estar al borde de la muerte, la sobreactuación y la poca credibilidad en las expresiones se hacen presentes. Hay un cameo de Eli Roth que mantiene el ritmo de la película.
Ahora bien, el film se lo puede ver en 3D, cosa que no ayuda o intensifica en demasía su disfrute. Son pocos los momentos en los que se dirigen cosas, objetos o hasta las pirañas a la cara del espectador (hay un vómito en primer plano y un miembro viril masculino que va nadando hacia la cara del espectador, por ejemplo), no se juega con el susto (no hay un solo momento en el que la tecnología ayude a crear el clima salvaje, ni mucho menos a asustar), y principalmente la profundidad de las escenas es muy escasa. Si el espectador se saca los anteojos en algunas partes se ve la misma imagen, solo que un poco borrosa, que se ve con estos puestos. El 3D está muy desaprovechado.
No tiene sentido, no se puede entrar en comparación con la cinta en la que está basada, se centra demasiado en el sexo y la fiesta, el manejo de las cámaras, la fotografía y el uso de los efectos especiales es muy dudoso en muchas oportunidades y las actuaciones son regulares, pero es divertida, incoherente, con un festín de sangre y mordidas sorprendente y con un entretenimiento muy bien logrado. No es terror del bueno, es un terror absurdo y ridículo. Una película para quienes les gusta la sangre, mirar a otras personas con las hormonas a punto de estallar y presenciar un relato que se destaca por su visual y no por su narrativa.
UNA ESCENA A DESTACAR: matanza final
TRAILER:
