ORIGEN: Japón.
INTERPRETES: Rentaro Mikuni, Keiko Kishi, Michiyo Aratama, Misako Watanabe, Tatsuya Nakadai
DIRECTOR: Masaki Kobayashi
FOTOGRAFIA: Yoshio Miyajima
GUION: Lafcadio Hearn, Yôko Mizuki
MUSICA: Tôru Takemitsu
GENERO: Terror.
DURACION: 183 Minutos
CALIFICACION: Apta mayores de 16 años
DISTRIBUIDORA: Toho Company Ltd.
ESTRENO: 22 de Noviembre de 1965
MI OPINION:
7/10 BUENA
CRITICA:
CUATRO HISTORIAS CLASICAS ORIENTALES
Por Martín Morales
Por Martín Morales
Esta película de Masaki Kobayashi es una interesante propuesta que llamará la atención a todo seguidor del cine asiático y que demuestra que con tan solo una imagen o el correcto uso de los silencios el terror puede convertirse no solamente en una sensación carnal, sino espiritual.
Este film está formado por cuatro segmentos, cada uno independiente del otro, pero que se relacionan entre sí al desarrollar historias que, si bien son muy distintas, exploran el drama y el terror interno de la persona, combinandolo con las apariciones fantasmales. Todos mantienen una misma identidad, una linea parecida visual y sonora, se utilizan los mismos recursos técnicos para ser contados, pese a que unos sobresalen y se destacan más que otros:
El Pelo Negro: narrado de manera lineal pero con algunos pasajes al pasado y a una realidad paralela a la del protagonista, esta primera parte se centra en la vida de un samurai, quien abandona a su esposa por su pobreza y se aleja con el fin de comenzar una vida nueva. Se casa con una joven de la alta sociedad, pero rápidamente se da cuenta de que extraña muchísimo a su otra mujer. Es por eso que regresa con ella, y allí va a descubrir una verdad escalofriante.
Este primer segmento con el que se introduce la historia se destaca por su sencillez, por estar muy bellamente filmado, con delicadeza y acentuando la narración en los pocos ambientes y locaciones que se presentan. Se juega mucho con la atmósfera creada, especialmente en los últimos minutos y se desarrolla una moraleja muy bien lograda que es llevada adelante perfectamente con la ayuda del terror, del suspenso y el choque dramático.
Si bien el título puede llegar a jugarle en contra con la previsibilidad, el giro final es muy acorde y está correctamente interpretado por Rentarô Mikuni, el samurai arrepentido.
Sencillo y efectivo, un relato sobre el amor y sus inpensadas consecuencias.
La Mujer de la Nieve: este segundo segmento narra la historia de un leñador que durante una tormenta de nieve ve a una bella mujer absorber la sangre de su compañero y petrificarlo como un gran bloque de hielo. Años más tarde va a conocer a una mujer con quien va a formar una familia. Lo ocurrido en esa cabaña con la mujer vestida de blanco no ha quedado en el pasado.
Aquí triunfa, como en todas las partes, la simplicidad y la manera pacífica con la que está narrada. Se destaca visualmente al estar hermosamente filmado, ya sea el atardecer o los cambios repentinos de luces, maravillosos, al mismo tiempo que el juego con los ojos en el cielo y el frío de los colores azules están muy bien implementados. Hay momentos en los que el decorado le juega en contra a la credibilidad de la historia, principalmente en los primeros minutos, donde los fondos son muy artificiales.
La historia es correcta, no se centra en el susto ni en la impresión, es un relato sobre las emociones del protagonista y está muy bien logrado, en especial el final y la escena en la que se introduce a la mujer de la nieve, momentos en los que el suspenso y los sentimientos encontrados se hacen presentes.
Bellamente fotografiado, un cuento trágico y muy profundo.
El Hombre sin Orejas: (ilustra el póster) sencillamente el relato más gráfico de la película, no solo por su temática, sino porque no se priva de mostrar cada uno de los acontecimientos que acechan la vida del protagonista. Un chico ciego comienza a escuchar voces por las noches. Las mismas le dicen que toque su música en el cementerio donde están enterradas figuras representativas de la historia local, si no lo hace algo grave le puede pasar.
Como en todas las pequeñas producciones que forman parte de este film, el eje por el cual se desarrolla el drama no está centrado ni en el susto ni en el exceso de sangre, aquí predominan los juegos con las sombras, con los sonidos, con las escenas lentas y con el planteo de sus diferentes pero muy auténticos y ricos personajes. Una vez más la parte técnica vuelve a sobresalir, especialmente en cada una de las tomas paisajistas, en las que predominan los colores anaranjados de los fondos y la oscuridad de los espacios cerrados.
La historia es la mejor lograda de todos los cortometrajes, la más fuerte, la más perturbadora y en la que está mejor resuelto el tema de la creación de un relato mitológico poco creíble pero que deja siempre la duda en el espectador. Muy bien actuado y con un sentimiento muy grande por parte de sus personajes.
En una Taza de Té: la parte peor desarrollada de la historia. El argumento está bueno, pero falla sencillamente en todo lo que hizo triunfar a las otras tres secciones: la emoción.
Un hombre está sediento y al tratar de tomar agua ve reflejada una figura humana en su taza, su instinto y necesidad le juegan una mala pasada y se toma igualmente su contenido. A partir de ese momento va a comenzar a ver con sus propios ojos al espíritu que estaba en su taza de té.
Es corto y poco emotivo, no tiene el sustento narrativo profundo, reflexivo y sorprendente de los demás cortos, escasea en complejidad y se sumerge en un mar de simplicidad que no ayuda a que el mismo sea interesante. Correctamente actuado, con pocos destaques por el lado visual y con algunas coreografías algo forzadas cerca del final. Pudo haber estado mejor logrado. Lo mejor sin duda alguna son las palabras finales que rematan perfectamente las sensaciones de la película.
"Kwaidan" es una cinta muy interesante, que no es de terror literalmente, pero que pone en escena diferentes cuestiones que están directamente relacionadas con el género y son desarrolladas muy correctamente. Una buena película que vale la pena ver y desmembrar. Para ver con tranquilidad, ya que es larga y si no estás interesado en la temática seguramente el aburrimiento aparecerá. Una gran producción japonesa.
UNA ESCENA A DESTACAR: la tercera parte
UN DATO: estuvo nominada al premio Oscar en la categoría Mejor Película Extranjera
Este film está formado por cuatro segmentos, cada uno independiente del otro, pero que se relacionan entre sí al desarrollar historias que, si bien son muy distintas, exploran el drama y el terror interno de la persona, combinandolo con las apariciones fantasmales. Todos mantienen una misma identidad, una linea parecida visual y sonora, se utilizan los mismos recursos técnicos para ser contados, pese a que unos sobresalen y se destacan más que otros:
El Pelo Negro: narrado de manera lineal pero con algunos pasajes al pasado y a una realidad paralela a la del protagonista, esta primera parte se centra en la vida de un samurai, quien abandona a su esposa por su pobreza y se aleja con el fin de comenzar una vida nueva. Se casa con una joven de la alta sociedad, pero rápidamente se da cuenta de que extraña muchísimo a su otra mujer. Es por eso que regresa con ella, y allí va a descubrir una verdad escalofriante.
Este primer segmento con el que se introduce la historia se destaca por su sencillez, por estar muy bellamente filmado, con delicadeza y acentuando la narración en los pocos ambientes y locaciones que se presentan. Se juega mucho con la atmósfera creada, especialmente en los últimos minutos y se desarrolla una moraleja muy bien lograda que es llevada adelante perfectamente con la ayuda del terror, del suspenso y el choque dramático.
Si bien el título puede llegar a jugarle en contra con la previsibilidad, el giro final es muy acorde y está correctamente interpretado por Rentarô Mikuni, el samurai arrepentido.
Sencillo y efectivo, un relato sobre el amor y sus inpensadas consecuencias.
La Mujer de la Nieve: este segundo segmento narra la historia de un leñador que durante una tormenta de nieve ve a una bella mujer absorber la sangre de su compañero y petrificarlo como un gran bloque de hielo. Años más tarde va a conocer a una mujer con quien va a formar una familia. Lo ocurrido en esa cabaña con la mujer vestida de blanco no ha quedado en el pasado.
Aquí triunfa, como en todas las partes, la simplicidad y la manera pacífica con la que está narrada. Se destaca visualmente al estar hermosamente filmado, ya sea el atardecer o los cambios repentinos de luces, maravillosos, al mismo tiempo que el juego con los ojos en el cielo y el frío de los colores azules están muy bien implementados. Hay momentos en los que el decorado le juega en contra a la credibilidad de la historia, principalmente en los primeros minutos, donde los fondos son muy artificiales.
La historia es correcta, no se centra en el susto ni en la impresión, es un relato sobre las emociones del protagonista y está muy bien logrado, en especial el final y la escena en la que se introduce a la mujer de la nieve, momentos en los que el suspenso y los sentimientos encontrados se hacen presentes.
Bellamente fotografiado, un cuento trágico y muy profundo.
El Hombre sin Orejas: (ilustra el póster) sencillamente el relato más gráfico de la película, no solo por su temática, sino porque no se priva de mostrar cada uno de los acontecimientos que acechan la vida del protagonista. Un chico ciego comienza a escuchar voces por las noches. Las mismas le dicen que toque su música en el cementerio donde están enterradas figuras representativas de la historia local, si no lo hace algo grave le puede pasar.
Como en todas las pequeñas producciones que forman parte de este film, el eje por el cual se desarrolla el drama no está centrado ni en el susto ni en el exceso de sangre, aquí predominan los juegos con las sombras, con los sonidos, con las escenas lentas y con el planteo de sus diferentes pero muy auténticos y ricos personajes. Una vez más la parte técnica vuelve a sobresalir, especialmente en cada una de las tomas paisajistas, en las que predominan los colores anaranjados de los fondos y la oscuridad de los espacios cerrados.
La historia es la mejor lograda de todos los cortometrajes, la más fuerte, la más perturbadora y en la que está mejor resuelto el tema de la creación de un relato mitológico poco creíble pero que deja siempre la duda en el espectador. Muy bien actuado y con un sentimiento muy grande por parte de sus personajes.
En una Taza de Té: la parte peor desarrollada de la historia. El argumento está bueno, pero falla sencillamente en todo lo que hizo triunfar a las otras tres secciones: la emoción.
Un hombre está sediento y al tratar de tomar agua ve reflejada una figura humana en su taza, su instinto y necesidad le juegan una mala pasada y se toma igualmente su contenido. A partir de ese momento va a comenzar a ver con sus propios ojos al espíritu que estaba en su taza de té.
Es corto y poco emotivo, no tiene el sustento narrativo profundo, reflexivo y sorprendente de los demás cortos, escasea en complejidad y se sumerge en un mar de simplicidad que no ayuda a que el mismo sea interesante. Correctamente actuado, con pocos destaques por el lado visual y con algunas coreografías algo forzadas cerca del final. Pudo haber estado mejor logrado. Lo mejor sin duda alguna son las palabras finales que rematan perfectamente las sensaciones de la película.
"Kwaidan" es una cinta muy interesante, que no es de terror literalmente, pero que pone en escena diferentes cuestiones que están directamente relacionadas con el género y son desarrolladas muy correctamente. Una buena película que vale la pena ver y desmembrar. Para ver con tranquilidad, ya que es larga y si no estás interesado en la temática seguramente el aburrimiento aparecerá. Una gran producción japonesa.
UNA ESCENA A DESTACAR: la tercera parte
UN DATO: estuvo nominada al premio Oscar en la categoría Mejor Película Extranjera
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