TITULO ORIGINAL: The CraziesORIGEN: Estados Unidos.
INTERPRETES: Timothy Olyphant, Radha Mitchell, Joe Anderson, Danielle Panabaker
DIRECTOR: Breck Eisner
FOTOGRAFIA: Maxime Alexandre
GUION: Scott Kosar, Ray Wright
MUSICA: Mark Isham
PRODUCTOR: George A. Romero
GENERO: Terror.
DURACION: 101 Minutos
CALIFICACION: Apta para mayores de 16 años
DISTRIBUIDORA: Overture Films
MI OPINION:
6 BUENA
CRITICA:
EL VILLANO QUE NO ES
Por Martín Morales
Por Martín Morales
Remake del film homónimo dirigido por George Romero en 1973, esta cinta, aunque su temática se haya visto reiteradas veces durante el 2009 y el 2010, desarrolla con seriedad y con una estética muy cuidada, una historia con muy bien logradas escenas de suspenso, sin profundizar en los personajes ni en las explicaciones.
La historia se centra en un pequeño pueblo ubicado en Iwoa, Estados Unidos, donde sorpresivamente comienzan a aparecer extraños asesinatos. De repente el ejercito aparece con el fin de aislar a la gente sana y terminar con la vida de los infectados. Un grupo de cuatro personas va a tratar de salir con vida del poblado.
La narración comienza directamente con la problemática, con el planteo de la extraña reacción de algunas personas y la aparición de misteriosos asesinatos, sin dar lugar, como en el film original, a que los personajes principales puedan desarrollar una personalidad previa a la situación. Esto genera que diferentes reacciones de los protagonistas en algunos momentos no se entiendan y otras, como por ejemplo la evolución del compañero del Sheriff del pueblo, parezcan normales para el personaje.
Pero la película ofrece un incómodo viaje por la supervivencia y un misterioso juego de confusión en los personajes por tratar de descubrir quienes son los verdaderos villanos del acontecimiento. Por un lado se encuentran los "locos", como aquí se los llama, personas infectadas con el solo propósito de matar y sentir el aroma del cuerpo sin vida de sus víctimas. Estos personajes, sin duda alguna, protagonizan los mejores momentos de la cinta, y aunque son pocas las escenas en las que estos aparecen y crean una violencia molesta para el espectador, cada uno de ellas presenta un suspenso ensordecedor y muy bien logrado. El maquillaje de estos es increíble, especialmente en cada una de las evoluciones que se puede apreciar de la enfermedad, las venas erupcionadas y la piel con tonalidades grisáceas cada vez más oscuras, ayudan a crear ese miedo propio y diferenciarlos de las otras criaturas que protagonizan este tipo de films.
Por otro lado se encuentra el hombre, que poco a poco se va convirtiendo en el verdadero villano para los personajes que están tratando de sobrevivir. Hay momentos en los que ellos actúan tal como los infectados lo hacen, matando sin piedad, ni remordimiento. Estos, aunque hubiese estado bueno brindarle un poco más de información al espectador sobre su accionar, también son los generadores de muy bien logradas escenas de suspenso, ejemplo claro la escena en el establo, fuerte y emocionante momento.
Las actuaciones son buenas y se destacan, por sobre los protagonistas, cada uno de los inexpresivos y escalofriantes "locos". Timothy Olyphant, correcto pero sobreactuado en muchas ocasiones, no aporta expresión ni un sentimiento puro por sobrevivir. Radha Mitchell se destaca en los primeros minutos y en las escenas de suspenso a solas. Joe Anderson, el compañero, está bien, pero el guión no lo ayudó para que el gran cambio que tiene su rol se diferencie de la personalidad del mismo. Cada uno de los actores que encarnaron a los hombres infectados están muy bien, en especial Brett Rickaby y Larry Cedar, este último protagonista de una de las mejores escenas (figura del poster).
La fotografía es muy bella, los minutos finales están muy bien filmados y el uso de colores en estos momentos es precioso y muy delicado. Los efectos especiales acompañan y nunca cobran mayor protagonismo.
"The Crazies" es una cinta que carece de las explicaciones y del desarrollo profundo de los personajes que el film de Romero realizó, pero es una de esas remakes que vale la pena ver, no solo porque tiene muy buenas escenas de suspenso y un villano muy atractivo, sino porque cinematográficamente tiene valor. Para asustarse y sentir escalofríos con una historia algo repetida pero seria y entretenida.
UNA ESCENA A DESTACAR: la escena del póster
La historia se centra en un pequeño pueblo ubicado en Iwoa, Estados Unidos, donde sorpresivamente comienzan a aparecer extraños asesinatos. De repente el ejercito aparece con el fin de aislar a la gente sana y terminar con la vida de los infectados. Un grupo de cuatro personas va a tratar de salir con vida del poblado.
La narración comienza directamente con la problemática, con el planteo de la extraña reacción de algunas personas y la aparición de misteriosos asesinatos, sin dar lugar, como en el film original, a que los personajes principales puedan desarrollar una personalidad previa a la situación. Esto genera que diferentes reacciones de los protagonistas en algunos momentos no se entiendan y otras, como por ejemplo la evolución del compañero del Sheriff del pueblo, parezcan normales para el personaje.
Pero la película ofrece un incómodo viaje por la supervivencia y un misterioso juego de confusión en los personajes por tratar de descubrir quienes son los verdaderos villanos del acontecimiento. Por un lado se encuentran los "locos", como aquí se los llama, personas infectadas con el solo propósito de matar y sentir el aroma del cuerpo sin vida de sus víctimas. Estos personajes, sin duda alguna, protagonizan los mejores momentos de la cinta, y aunque son pocas las escenas en las que estos aparecen y crean una violencia molesta para el espectador, cada uno de ellas presenta un suspenso ensordecedor y muy bien logrado. El maquillaje de estos es increíble, especialmente en cada una de las evoluciones que se puede apreciar de la enfermedad, las venas erupcionadas y la piel con tonalidades grisáceas cada vez más oscuras, ayudan a crear ese miedo propio y diferenciarlos de las otras criaturas que protagonizan este tipo de films.
Por otro lado se encuentra el hombre, que poco a poco se va convirtiendo en el verdadero villano para los personajes que están tratando de sobrevivir. Hay momentos en los que ellos actúan tal como los infectados lo hacen, matando sin piedad, ni remordimiento. Estos, aunque hubiese estado bueno brindarle un poco más de información al espectador sobre su accionar, también son los generadores de muy bien logradas escenas de suspenso, ejemplo claro la escena en el establo, fuerte y emocionante momento.
Las actuaciones son buenas y se destacan, por sobre los protagonistas, cada uno de los inexpresivos y escalofriantes "locos". Timothy Olyphant, correcto pero sobreactuado en muchas ocasiones, no aporta expresión ni un sentimiento puro por sobrevivir. Radha Mitchell se destaca en los primeros minutos y en las escenas de suspenso a solas. Joe Anderson, el compañero, está bien, pero el guión no lo ayudó para que el gran cambio que tiene su rol se diferencie de la personalidad del mismo. Cada uno de los actores que encarnaron a los hombres infectados están muy bien, en especial Brett Rickaby y Larry Cedar, este último protagonista de una de las mejores escenas (figura del poster).
La fotografía es muy bella, los minutos finales están muy bien filmados y el uso de colores en estos momentos es precioso y muy delicado. Los efectos especiales acompañan y nunca cobran mayor protagonismo.
"The Crazies" es una cinta que carece de las explicaciones y del desarrollo profundo de los personajes que el film de Romero realizó, pero es una de esas remakes que vale la pena ver, no solo porque tiene muy buenas escenas de suspenso y un villano muy atractivo, sino porque cinematográficamente tiene valor. Para asustarse y sentir escalofríos con una historia algo repetida pero seria y entretenida.
UNA ESCENA A DESTACAR: la escena del póster
TRAILER:
