Elli es un adolescente de 14 años que, junto con su mejor amigo, descubre en una alejada isla a un hombre que está esperando a su amada. Él empieza una amistad con el extraño sujeto y comienza a buscar diferentes objetos para que pueda arreglar un bote abandonado y escapar. Los dos chicos están ahora involucrados en una historia de traición, venganza y muerte, pero no van a bajar los brazos hasta el final.
OTRA GRAN PELÍCULA DE JEFF NICHOLS
El director de "Take Shelter" se sumerge nuevamente en una historia que se desarrolla con mucha tranquilidad y con detalle. Los hechos son una cadena de consecuencias para nada forzadas de las acciones de los personajes y todo posee una delicadeza visual que se interpone continuamente con el espíritu vengativo y casi de género de la película. "Mud" triunfa por varias cuestiones, pero el trabajo del realizador con respecto al guión es el punto más valioso y destacado de esta gran propuesta.
Nichols empieza su relato como si el mismo fuese una historia de aventuras de dos adolescentes curiosos y corajudos, para luego ir desmembrando las distintas subtramas que posee y exponer una idea muy interesante sobre el amor. Esta última palabra es el motor de la cinta, la razón que justifica las actitudes del protagonista y la representación más pura de las intensiones del director. La misma tiene varios escenarios y, pese a que hay sentimientos encontrados, la melancolía y la tristeza que se desarrollan en todo momento están perfectamente logradas. Elli es un joven que está enamorado de una chica unos años mayor que él; el tío de su mejor amigo tiene algunos problemas con su novia; sus padres se están separando; el extraño individuo cometió un horrible hecho por su amada; mientras que un vecino no puede cicatrizar las heridas sentimentales del pasado. Todo el relato gira en torno al amor, pese a que son pocos los besos, abrazos, caricias o expresiones gráficas del mismo. El guión explora con mucha soltura y con decisión el largo camino de la madurez, y hace un ejercicio muy bien logrado al conectar historias y mantener expectante al público. Llegando al final la narración toma otros rumbos, más de género, que cambian el ritmo o esa tranquilidad visual, y que cierran muy bien la historia.
Como caracteriza al director, los actores brillan. Matthew McConaughey está perfecto en su papel. Un rol complicado, misterioso y con una personalidad muy marcada, muy bien interpretado por el actor. Tye Sheridan sorprende en muchos momentos, en especial en aquel en el que enfrenta al papel de McConaughey, y se lleva gran parte de la película al hombro. Ray McKinnon emociona como el padre, mientras que Michael Shannon (actor fetiche del director) hace una corta aparición.
Nichols empieza su relato como si el mismo fuese una historia de aventuras de dos adolescentes curiosos y corajudos, para luego ir desmembrando las distintas subtramas que posee y exponer una idea muy interesante sobre el amor. Esta última palabra es el motor de la cinta, la razón que justifica las actitudes del protagonista y la representación más pura de las intensiones del director. La misma tiene varios escenarios y, pese a que hay sentimientos encontrados, la melancolía y la tristeza que se desarrollan en todo momento están perfectamente logradas. Elli es un joven que está enamorado de una chica unos años mayor que él; el tío de su mejor amigo tiene algunos problemas con su novia; sus padres se están separando; el extraño individuo cometió un horrible hecho por su amada; mientras que un vecino no puede cicatrizar las heridas sentimentales del pasado. Todo el relato gira en torno al amor, pese a que son pocos los besos, abrazos, caricias o expresiones gráficas del mismo. El guión explora con mucha soltura y con decisión el largo camino de la madurez, y hace un ejercicio muy bien logrado al conectar historias y mantener expectante al público. Llegando al final la narración toma otros rumbos, más de género, que cambian el ritmo o esa tranquilidad visual, y que cierran muy bien la historia.
Como caracteriza al director, los actores brillan. Matthew McConaughey está perfecto en su papel. Un rol complicado, misterioso y con una personalidad muy marcada, muy bien interpretado por el actor. Tye Sheridan sorprende en muchos momentos, en especial en aquel en el que enfrenta al papel de McConaughey, y se lleva gran parte de la película al hombro. Ray McKinnon emociona como el padre, mientras que Michael Shannon (actor fetiche del director) hace una corta aparición.
CONCLUSIÓN
"Mud" es un film redondo, muy bien escrito, actuado, fotografiado y dirigido. Que al final entre en terrenos más convencionales puede dividir al público, pero son escenas que expresan la calidad de Nichols al manejar la cámara y al crear suspenso. Una película que cuenta con elegancia una historia muy cruel, tan cruel como apasionante.
