TITULO ORIGINAL: Flight (El Vuelo)
ORIGEN: Estados Unidos (2012)
DIRECCIÓN: Robert Zemeckis
GUIÓN: John Gatins
GUIÓN: John Gatins
INTERPRETES: Denzel Washington, Kelly Reilly, John Goodman, Don Cheadle, Bruce Greenwood, James Badge Dale, Melissa Leo, Nadine Velazquez, Brian Geraghty, Dane Davenport
MÚSICA: Alan Silvestri
FOTOGRAFÍA: Don Burgess
GENERO: Drama
MÚSICA: Alan Silvestri
FOTOGRAFÍA: Don Burgess
GENERO: Drama
DURACION: 138 Minutos
PRODUCTORA: ImageMovers, Paramount Pictures
CRITICA:
UN VUELO CON TURBULENCIAS
Por Martín Morales
"Flight" es una de esas películas que empiezan engañando al espectador, presentando una temática que en varias oportunidades se vio en pantalla grande, pero mientras los minutos van pasando se empieza a contar algo más que el desastroso hecho que le da vida al conflicto principal, es una revisión inteligente y reflexiva sobre el alcoholismo y sobre las responsabilidades que cada una de las partes tiene ante un accidente aéreo Además, Denzel Washington desarrolla una de las mejores actuaciones de su carrera.
Un día nuevo en la vida de Whip, muchos kilómetros que se suman a su historial como piloto. Pero, este último vuelo va a ser muy diferente: por un problema pierde el control del vehículo y para poder salvar a la mayor cantidad de gente posible de un inminente terror, decide hacer una maniobra insólita para impedir que la trompa del avión choque directamente contra el suelo. Luego de lograrlo, todos lo catalogan como un héroe hasta que los resultados de las inspecciones empiezan a aparecer y lo que al principio parecía un problema técnico, pronto se va a convertir en una acusación firme hacia el piloto, ya que él se encontraba ebrio durante el viaje.
LA VUELTA DE ZEMECKIS AL LIVE-ACTION
La cinta comienza de manera contundente, con una secuencia espectacular dentro del avión pronto a estrellarse. El uso de los efectos especiales, los juegos de cámaras, las actuaciones y la tensión que Robert Zemeckis impuso en estos primeros 20 minutos son impecables. Una secuencia terrorífica, con mucho suspenso y sentimiento. Luego de esto, el relato baja la velocidad y se centra en contar el drama que invade la vida del protagonista luego de quedar en medio de una disputa judicial por su responsabilidad en el accidente. El director hace un análisis profundo y muy interesante sobre el alcoholismo, sobre el consumo de drogas, sobre los grupos de autoayuda y sobre la justicia. Un film que se propone ir más allá de la simple apariencia de las cosas y que lo cumple con mucha lucidez.
El accidente pronto pasa a un segundo plano, pero nunca pierde importancia, y la cinta empieza a girar entorno a Whip, a su adicción y a su relación con una mujer y con su abogado. Hay varios golpes de efecto que funcionan (los interrogatorios y el funeral, por ejemplo) y un dramatismo general que complementa muy bien el relato principal. El único inconveniente aparece en las escenas finales, luego de una impresionante secuencia con muchos diálogos. En ellas se puede apreciar la redención del protagonista, llevada adelante de manera apresurada y con discursos poco creíbles Un final que no posee la profundidad de toda la cinta.
Actoralmente, el trabajo realizado por cada uno de los intérpretes es soberbio. Denzel Washington no solo se destaca dándole vida al protagonista, sino que lo dota de mucha expresión y de un realismo que por momentos deslumbra (el significado que le da a la adicción de su personaje) y es el centro de atención de todas las escenas. Un trabajo delicado, minucioso y perfecto. Quienes lo acompañan también aportan buenas actuaciones: Kelly Reilly se luce en los primeros minutos; mientras que John Goodman, en un papel algo estereotipado, está muy bien.
CONCLUSIÓN
Los efectos especiales, la fotografía, la banda sonora y la dirección son características que sobresalen en "Flight", una propuesta que empieza de manera contundente y que finaliza sin la fuerza de los primeros minutos. Una propuesta que va más allá de contar las causas y las consecuencias de un desastre aéreo, y que presenta un gran trabajo interpretativo por parte de Denzel Washington. Una destacable, aunque no espectacular, vuelta de Robert Zemeckis al live-action.
Un día nuevo en la vida de Whip, muchos kilómetros que se suman a su historial como piloto. Pero, este último vuelo va a ser muy diferente: por un problema pierde el control del vehículo y para poder salvar a la mayor cantidad de gente posible de un inminente terror, decide hacer una maniobra insólita para impedir que la trompa del avión choque directamente contra el suelo. Luego de lograrlo, todos lo catalogan como un héroe hasta que los resultados de las inspecciones empiezan a aparecer y lo que al principio parecía un problema técnico, pronto se va a convertir en una acusación firme hacia el piloto, ya que él se encontraba ebrio durante el viaje.
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La cinta comienza de manera contundente, con una secuencia espectacular dentro del avión pronto a estrellarse. El uso de los efectos especiales, los juegos de cámaras, las actuaciones y la tensión que Robert Zemeckis impuso en estos primeros 20 minutos son impecables. Una secuencia terrorífica, con mucho suspenso y sentimiento. Luego de esto, el relato baja la velocidad y se centra en contar el drama que invade la vida del protagonista luego de quedar en medio de una disputa judicial por su responsabilidad en el accidente. El director hace un análisis profundo y muy interesante sobre el alcoholismo, sobre el consumo de drogas, sobre los grupos de autoayuda y sobre la justicia. Un film que se propone ir más allá de la simple apariencia de las cosas y que lo cumple con mucha lucidez.
El accidente pronto pasa a un segundo plano, pero nunca pierde importancia, y la cinta empieza a girar entorno a Whip, a su adicción y a su relación con una mujer y con su abogado. Hay varios golpes de efecto que funcionan (los interrogatorios y el funeral, por ejemplo) y un dramatismo general que complementa muy bien el relato principal. El único inconveniente aparece en las escenas finales, luego de una impresionante secuencia con muchos diálogos. En ellas se puede apreciar la redención del protagonista, llevada adelante de manera apresurada y con discursos poco creíbles Un final que no posee la profundidad de toda la cinta.
Actoralmente, el trabajo realizado por cada uno de los intérpretes es soberbio. Denzel Washington no solo se destaca dándole vida al protagonista, sino que lo dota de mucha expresión y de un realismo que por momentos deslumbra (el significado que le da a la adicción de su personaje) y es el centro de atención de todas las escenas. Un trabajo delicado, minucioso y perfecto. Quienes lo acompañan también aportan buenas actuaciones: Kelly Reilly se luce en los primeros minutos; mientras que John Goodman, en un papel algo estereotipado, está muy bien.
CONCLUSIÓN
Los efectos especiales, la fotografía, la banda sonora y la dirección son características que sobresalen en "Flight", una propuesta que empieza de manera contundente y que finaliza sin la fuerza de los primeros minutos. Una propuesta que va más allá de contar las causas y las consecuencias de un desastre aéreo, y que presenta un gran trabajo interpretativo por parte de Denzel Washington. Una destacable, aunque no espectacular, vuelta de Robert Zemeckis al live-action.
