TITULO ORIGINAL: Pietà (Piedad)
ORIGEN: Corea del Sur (2012)
DIRECCIÓN: Kim Ki-duk
GUIÓN: Kim Ki-duk
GUIÓN: Kim Ki-duk
INTERPRETES: Lee Jung-Jin, Jo Min-Su, Woo Gi-hong, Kang Eun-jin, Jo Jae-ryong, Lee Myung-ja, Heo Joon-seok, Kwon Se-in, Song Moon-soo, Kim Beum-joon, Son Jong-hak, Jin Yong-uk, Kim Seo-hyun
FOTOGRAFÍA: Jo Yeong-jik
MÚSICA: Park In-young
GENERO: Thriller
FOTOGRAFÍA: Jo Yeong-jik
MÚSICA: Park In-young
GENERO: Thriller
DURACION: 104 Minutos
PRODUCTORA: Next Entertainment World, Finecut
CRITICA:
TODO POR DINERO
Por Martín Morales
Kim Ki-Duk es un director tan apasionante como indescriptible por momentos. Su filmografía está llena de gemas cinematográficas ("Primavera, verano, otoño, invierno y otra vez primavera" es una obra de arte difícil de igualar) y también de algunas que no expresan su talento ni creatividad, como aquí sucede. "Pietá" es una cinta carente de profundidad, plagada de escenas violentas, y con un guión regularmente escrito.
La historia nos ubica en un barrio pobre de Seúl, donde el cobrador de un prestamista no tiene miedo, ni ningún tipo de remordimiento, al dejar inválidos a todos aquellos que no paguen sus deudas. Sus actitudes aparentan no tener fin, pero un día aparece su madre, y él decide empezar a cambiar para defenderla.
VIOLENTA Y SUPERFICIAL MIRADA SOBRE EL CAPITALISMO
El cine de Kim Ki-Duk se caracteriza por desarrollar temas fuertes con un tratamiento moral muy interesante. En esta oportunidad, recurre a un sentimentalismo poco creíble para demostrar los límites del capitalismo y del arrepentimiento de un personaje cruel y sin emociones. La cinta empieza y termina con violencia, con un protagonista torturando a los deudores al principio; y maldiciéndose internamente luego de descubrir una verdad en su conclusión. Es difícil sentirse identificado con alguno de los roles, ya que ninguno es verdadero, todos esconden miserias y representan, para el director, cada una de las partes del sistema capitalista que se desborda en esta película.
A partir de que el protagonista se encuentra con su madre, el argumento comienza a cambiar y ese vil cobrador se transforma en una especie de Edipo que busca redimirse por todo lo que hizo en el pasado. El director utiliza los más superficiales diálogos para expresar ese amor que el personaje siente por la figura femenina, al igual que para desarrollar el conflicto, la crítica hacia el valor del dinero, y el giro narrativo (previsible para el espectador, pero una sorpresa para el protagonista). Un guión que carece de profundidad y que está dominado por un simple sentimentalismo y por diálogos superficiales que se van repitiendo constantemente durante su desarrollo ("El dinero es el principio y el final de todas las cosas", dice uno de los personajes en cierto momento).
La fotografía es oscura y resalta la suciedad de la ambientación, al igual que los colores metálicos y la sangre que en ciertas oportunidades se derrama por el suelo. Se utiliza mucho la cámara subjetiva para darle la sensación intimidante y peligrosa al protagonista, y se hacen primeros planos a las distintas herramientas de trabajo con las que luego él mutilará a sus víctimas. Un trabajo técnico destacable.
CONCLUSIÓN
"Pietá" es una película difícil de ver, superficial, excesivamente violenta y bien actuada. Una propuesta que carece de la mirada moral y profunda de la mayoría de las anteriores cintas del director. Con un guión cuestionable por cómo se van dando las diferentes emociones y cambios en los personajes, y por desarrollar con diálogos sentimentalmente fáciles golpes de efectos mal logrados. De lo peor de la filmografía de Kim Ki-Duk.
La historia nos ubica en un barrio pobre de Seúl, donde el cobrador de un prestamista no tiene miedo, ni ningún tipo de remordimiento, al dejar inválidos a todos aquellos que no paguen sus deudas. Sus actitudes aparentan no tener fin, pero un día aparece su madre, y él decide empezar a cambiar para defenderla.
VIOLENTA Y SUPERFICIAL MIRADA SOBRE EL CAPITALISMO
 |
A partir de que el protagonista se encuentra con su madre, el argumento comienza a cambiar y ese vil cobrador se transforma en una especie de Edipo que busca redimirse por todo lo que hizo en el pasado. El director utiliza los más superficiales diálogos para expresar ese amor que el personaje siente por la figura femenina, al igual que para desarrollar el conflicto, la crítica hacia el valor del dinero, y el giro narrativo (previsible para el espectador, pero una sorpresa para el protagonista). Un guión que carece de profundidad y que está dominado por un simple sentimentalismo y por diálogos superficiales que se van repitiendo constantemente durante su desarrollo ("El dinero es el principio y el final de todas las cosas", dice uno de los personajes en cierto momento).
La fotografía es oscura y resalta la suciedad de la ambientación, al igual que los colores metálicos y la sangre que en ciertas oportunidades se derrama por el suelo. Se utiliza mucho la cámara subjetiva para darle la sensación intimidante y peligrosa al protagonista, y se hacen primeros planos a las distintas herramientas de trabajo con las que luego él mutilará a sus víctimas. Un trabajo técnico destacable.
CONCLUSIÓN
"Pietá" es una película difícil de ver, superficial, excesivamente violenta y bien actuada. Una propuesta que carece de la mirada moral y profunda de la mayoría de las anteriores cintas del director. Con un guión cuestionable por cómo se van dando las diferentes emociones y cambios en los personajes, y por desarrollar con diálogos sentimentalmente fáciles golpes de efectos mal logrados. De lo peor de la filmografía de Kim Ki-Duk.
