TITULO ORIGINAL: Savages (Salvajes)
ORIGEN: Estados Unidos (2012)
DIRECCIÓN: Oliver Stone
GUIÓN: Shane Salerno, Don Winslow, Oliver Stone
GUIÓN: Shane Salerno, Don Winslow, Oliver Stone
INTERPRETES: Taylor Kitsch, Blake Lively, John Travolta, Salma Hayek, Aaron Johnson, Emile Hirsch, Benicio Del Toro, Joel David Moore, Trevor Donovan, Mía Maestro, Demián Bichir
MÚSICA: Adam Peters
FOTOGRAFÍA: Daniel Mindel
MÚSICA: Adam Peters
FOTOGRAFÍA: Daniel Mindel
GENERO: Thriller
DURACION: 130 Minutos
PRODUCTORA: Ixtlan, Onda Entertainment, Relativity Media
CRITICA:
¿PUEDE UN FINAL ARRUINAR UNA PELÍCULA?
Por Martín Morales
Director de "Platoon" (1986), "Nacido el Cuatro de Julio" (1989) y "W." (2008), entre tantas otras, Oliver Stone vuelve a las historias de género para brindarle al espectador una propuesta algo confusa en sus planteamientos, muy bien interpretada y con las características visuales y narrativas como para tomar literalmente su título. Una película estéticamente fuerte, en la que la droga, el sexo, la violencia y la pasión se transforman en costumbres.
Chon y Ben son dos mejores amigos que, además de ser socios, comparten una mujer. Ambos trabajan en el negocio de las drogas. Con los años se convirtieron en unos de los más importantes productores de marihuana de la zona. Pero, cuando deciden dejar de lado el negocio para centralizarse en otras tareas, un grupo salvaje de mexicanos secuestran a la mujer y les piden un gran número para dejarla libre. Ellos no se van a quedar de brazos cruzados y van a intentar finalizar la situación de la "mejor" manera posible.
UN GUIÓN CONFUSO Y UN FINAL QUE ARRUINA LA EXPERIENCIA
Esta es una historia en la que se van tocando diferentes temas. El relato comienza demostrando la pasión y la lujuria que el trío de protagonistas posee, para inmediatamente presentar el conflicto y el bando de personas que les van a hacer la vida imposible. El consumo de drogas, la violencia y el humor negro siempre están presentes en la narración. Un relato con suspenso y acción, pero que desarrolla tres principales inconvenientes:
Por un lado, los protagonistas carecen de atractivo narrativo. El director no profundizó la relación entre el espectador y los tres personajes principales, los dotó de habilidades físicas, pero no de sentimientos, más allá del amor que sienten y del lazo de amistad que tienen. Esto produce que los personajes secundarios, en especial los villanos, sean mucho más interesantes y carnales, y que se destaquen con mayor frecuencia que ellos.
También, la historia es bastante confusa. El relato funciona como un enorme flashback, contando los hechos que sucedieron antes de un misterioso final. A su vez, ese flashback está narrado por la figura femenina, quien en dos oportunidades juega con tratar de ser lo más enigmática posible respecto a la conclusión. Si a esto se le agregan varias tramas y algunos roles secundarios que aparecen pasando la mitad del relato y que son de suma importancia para la historia (la hija, por ejemplo), se tiene una película bien planteada, pero que genera demasiadas preguntas que nunca son respondidas.
Por otra parte, la cinta finaliza con una serie de secuencias que en cierta manera arruinan lo antes visto, no solo porque se cae en la previsibilidad, sino porque deja una sensación de inverosimilitud y de escasa originalidad muy poco interesante para el tipo de historia que se cuenta.
BUENAS ACTUACIONES Y ESE TOQUE STONE QUE HACE GRANDE A LOS PEQUEÑOS DETALLES
Pese a los problemas que la ejecución del guión en ciertos momentos presenta, son varias las situaciones que desarrollan una muy bien lograda sensación de suspenso. La historia en sí se resume muy bien con la palabra que le da nombre a la película, es una presentación salvaje del poder y de la ambición del hombre, y Oliver Stone le proporcionó todas las características visuales y narrativas como para crear en pocos minutos esa crudeza que el relato necesita. Gran parte de ese triunfo va arraigado al trabajo de los actores secundarios. Salma Hayek, Benicio del Toro y Demián Bichir están increíbles en sus personajes. Cada uno le brindó expresión y autoridad a su rol. Por otra parte, John Travolta está muy correcto, mientras que el trío protagonista, Taylor Kitsch, Aaron Taylor-Johnson y Blake Lively, sin estar mal, no poseen el lucimiento que sí tiene el resto del elenco.
CONCLUSIÓN
"Savages" no es lo mejor ni lo peor de la filmografía de Oliver Stone. Es una propuesta cruda y violenta, con muy buenas actuaciones y con una interesante historia central. Con ciertos puntos confusos, con protagonistas poco atractivos y con un final mal logrado. Una película con sus errores, pero que de igual manera se disfruta.
ESCENA DESTACADA
El primer final, allí tendría que haber terminado la película.
Chon y Ben son dos mejores amigos que, además de ser socios, comparten una mujer. Ambos trabajan en el negocio de las drogas. Con los años se convirtieron en unos de los más importantes productores de marihuana de la zona. Pero, cuando deciden dejar de lado el negocio para centralizarse en otras tareas, un grupo salvaje de mexicanos secuestran a la mujer y les piden un gran número para dejarla libre. Ellos no se van a quedar de brazos cruzados y van a intentar finalizar la situación de la "mejor" manera posible.
UN GUIÓN CONFUSO Y UN FINAL QUE ARRUINA LA EXPERIENCIA
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Críticas de otras películas de acción o thrillers:
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Por un lado, los protagonistas carecen de atractivo narrativo. El director no profundizó la relación entre el espectador y los tres personajes principales, los dotó de habilidades físicas, pero no de sentimientos, más allá del amor que sienten y del lazo de amistad que tienen. Esto produce que los personajes secundarios, en especial los villanos, sean mucho más interesantes y carnales, y que se destaquen con mayor frecuencia que ellos.
También, la historia es bastante confusa. El relato funciona como un enorme flashback, contando los hechos que sucedieron antes de un misterioso final. A su vez, ese flashback está narrado por la figura femenina, quien en dos oportunidades juega con tratar de ser lo más enigmática posible respecto a la conclusión. Si a esto se le agregan varias tramas y algunos roles secundarios que aparecen pasando la mitad del relato y que son de suma importancia para la historia (la hija, por ejemplo), se tiene una película bien planteada, pero que genera demasiadas preguntas que nunca son respondidas.
Por otra parte, la cinta finaliza con una serie de secuencias que en cierta manera arruinan lo antes visto, no solo porque se cae en la previsibilidad, sino porque deja una sensación de inverosimilitud y de escasa originalidad muy poco interesante para el tipo de historia que se cuenta.
BUENAS ACTUACIONES Y ESE TOQUE STONE QUE HACE GRANDE A LOS PEQUEÑOS DETALLES
Pese a los problemas que la ejecución del guión en ciertos momentos presenta, son varias las situaciones que desarrollan una muy bien lograda sensación de suspenso. La historia en sí se resume muy bien con la palabra que le da nombre a la película, es una presentación salvaje del poder y de la ambición del hombre, y Oliver Stone le proporcionó todas las características visuales y narrativas como para crear en pocos minutos esa crudeza que el relato necesita. Gran parte de ese triunfo va arraigado al trabajo de los actores secundarios. Salma Hayek, Benicio del Toro y Demián Bichir están increíbles en sus personajes. Cada uno le brindó expresión y autoridad a su rol. Por otra parte, John Travolta está muy correcto, mientras que el trío protagonista, Taylor Kitsch, Aaron Taylor-Johnson y Blake Lively, sin estar mal, no poseen el lucimiento que sí tiene el resto del elenco.
CONCLUSIÓN
"Savages" no es lo mejor ni lo peor de la filmografía de Oliver Stone. Es una propuesta cruda y violenta, con muy buenas actuaciones y con una interesante historia central. Con ciertos puntos confusos, con protagonistas poco atractivos y con un final mal logrado. Una película con sus errores, pero que de igual manera se disfruta.
ESCENA DESTACADA
El primer final, allí tendría que haber terminado la película.
