TITULO ORIGINAL: Some Guy Who Kills People (Un Hombre que Mata Gente)
ORIGEN: Estados Unidos (2011)
DIRECCIÓN: Jack Perez
GUIÓN: Ryan A. Levin
GUIÓN: Ryan A. Levin
INTERPRETES: Kevin Corrigan, Barry Bostwick, Karen Black, Leo Fitzpatrick, Ariel Gade, Lucy Davis, Eric Price, Lou Beatty Jr., Janie Haddad Tompkins
MÚSICA: David Kitchens, Ben Zarai
FOTOGRAFÍA: Shawn Maurer
MÚSICA: David Kitchens, Ben Zarai
FOTOGRAFÍA: Shawn Maurer
GENERO: Comedia Terror
DURACION: 97 Minutos
PRODUCTORA: Battle of Ireland Films, Level 10 Films
CRITICA:
UNA VENGANZA TARDIA
Por Martín Morales
Mezcla de terror sangriento con un drama humano, al estilo de las películas de Ti West, que, con una narración con iguales dosis de humor, de gore y de sentimentaismo, y con buenas actuaciones protagónicas, funciona, pese al giro del final y a las muchas preguntas que carecen de respuesta.
Ken Boyd es un hombre que ya pasó los 30 años, que no posee un trabajo bien remunerado, que vive con sus padres, que tiene una pasión por el dibujo y que se siente un fracasado sin futuro. Un día, aparece una niña que dice ser su hija, con quien va a construir una buena relación. Al mismo tiempo, unas personas conocidas, a los que les guarda un gran rencor, aparecen cruelmente asesinadas. Su deseo de venganza se vuelve realidad.
EL DRAMA Y EL TERROR
Tal como sucedió en "The House of the Devil" y en "The Innkeepers" de Ti West, o en "Kill List" de Ben Wheatley, aquí se plantea un relato central basado en un drama familiar y personal, acompañado por un hecho de horror que con el paso de los minutos va cobrando intensidad. Esta es la principal virtud de "Some Guy who Kills People", no solo porque logra conjugar un buen relato dramático con las típicas vueltas del género, sino porque se toma su tiempo para desarrollar con profundidad las personalidades de los roles, para así crear una comunicación bien lograda con el espectador.
La cinta puede dividirse en dos planeos: por un lado la vida familiar de Ken, y por otro el secreto que esconde y que lo relaciona con las sucesivas muertes que va presenciando por las noches. Aquí el director marca una línea divisoria bien fuerte, lo que provoca que el terror nunca se mezcle con el drama (salvo al final). Cada situación tiene su momento de argumentación, el día para el drama y la noche para el terror. A su vez, se puede apreciar una crítica e ironía muy buena con respecto a la sociedad norteamericana; un humor jugado e inteligente que divierte; una narración que expone los desafíos de la paternidad y el miedo al futuro; buenas actuaciones protagónicas, Kevin Corrigan y Ariel Gade son quienes más se destacan; y un despliegue de efectos especiales que, si bien no son demasiado atractivos, funcionan en sus respectivos momentos. Una película que toca muchos géneros y lo hace correctamente.
UN GIRO DESORDENADO
Pese a que la película presenta un bien logrado planteo argumental inicial, cerca del final, cuando todo se explica y aparece un gran giro argumental, muchas de las situaciones antes vistas quedan en el aire, sin coherencia y sin la justificación necesaria como para ser comprendidas y para que tengan un sentido interesante con el ritmo y el tono del film. Es inesperado y funciona, pero también desprolijo en su ejecución (no se le da mayor importancia a los sentimientos ni a las verdaderas consecuencias personales del hecho, al igual que es escaso el desarrollo de un personaje que cobra mucha importancia).
Por otro lado, y si bien son cuestiones menores, el guión vuelve a recurrir a personalidades algo gastadas en el género y que interfieren un poco con esa buena conexión con el espectador. Está el sheriff que acota alguna palabra o expresión desubicada; la novia que le importa nada la vida de su amor; la niña que es más adulta que los mayores; la madre que no soporta a su hijo; y las víctimas que no poseen desarrollo alguno. Lugares comunes que el género parece no poder desechar.
CONCLUSIÓN
Con errores y un regular giro final, "Some guy who Kills People" es una propuesta que logra triunfar gracias al bien elegido elenco, a la centralización del drama familiar, a la profundidad de sus temáticas y a las personalidades de los roles. Un correcta, entretenida y representativa propuesta de terror dramático.
ESCENA DESTACADA
Primer encuentro con la niña.
Ken Boyd es un hombre que ya pasó los 30 años, que no posee un trabajo bien remunerado, que vive con sus padres, que tiene una pasión por el dibujo y que se siente un fracasado sin futuro. Un día, aparece una niña que dice ser su hija, con quien va a construir una buena relación. Al mismo tiempo, unas personas conocidas, a los que les guarda un gran rencor, aparecen cruelmente asesinadas. Su deseo de venganza se vuelve realidad.
EL DRAMA Y EL TERROR
Tal como sucedió en "The House of the Devil" y en "The Innkeepers" de Ti West, o en "Kill List" de Ben Wheatley, aquí se plantea un relato central basado en un drama familiar y personal, acompañado por un hecho de horror que con el paso de los minutos va cobrando intensidad. Esta es la principal virtud de "Some Guy who Kills People", no solo porque logra conjugar un buen relato dramático con las típicas vueltas del género, sino porque se toma su tiempo para desarrollar con profundidad las personalidades de los roles, para así crear una comunicación bien lograda con el espectador.
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La cinta puede dividirse en dos planeos: por un lado la vida familiar de Ken, y por otro el secreto que esconde y que lo relaciona con las sucesivas muertes que va presenciando por las noches. Aquí el director marca una línea divisoria bien fuerte, lo que provoca que el terror nunca se mezcle con el drama (salvo al final). Cada situación tiene su momento de argumentación, el día para el drama y la noche para el terror. A su vez, se puede apreciar una crítica e ironía muy buena con respecto a la sociedad norteamericana; un humor jugado e inteligente que divierte; una narración que expone los desafíos de la paternidad y el miedo al futuro; buenas actuaciones protagónicas, Kevin Corrigan y Ariel Gade son quienes más se destacan; y un despliegue de efectos especiales que, si bien no son demasiado atractivos, funcionan en sus respectivos momentos. Una película que toca muchos géneros y lo hace correctamente.
UN GIRO DESORDENADO
Pese a que la película presenta un bien logrado planteo argumental inicial, cerca del final, cuando todo se explica y aparece un gran giro argumental, muchas de las situaciones antes vistas quedan en el aire, sin coherencia y sin la justificación necesaria como para ser comprendidas y para que tengan un sentido interesante con el ritmo y el tono del film. Es inesperado y funciona, pero también desprolijo en su ejecución (no se le da mayor importancia a los sentimientos ni a las verdaderas consecuencias personales del hecho, al igual que es escaso el desarrollo de un personaje que cobra mucha importancia).
Por otro lado, y si bien son cuestiones menores, el guión vuelve a recurrir a personalidades algo gastadas en el género y que interfieren un poco con esa buena conexión con el espectador. Está el sheriff que acota alguna palabra o expresión desubicada; la novia que le importa nada la vida de su amor; la niña que es más adulta que los mayores; la madre que no soporta a su hijo; y las víctimas que no poseen desarrollo alguno. Lugares comunes que el género parece no poder desechar.
CONCLUSIÓN
Con errores y un regular giro final, "Some guy who Kills People" es una propuesta que logra triunfar gracias al bien elegido elenco, a la centralización del drama familiar, a la profundidad de sus temáticas y a las personalidades de los roles. Un correcta, entretenida y representativa propuesta de terror dramático.
ESCENA DESTACADA
Primer encuentro con la niña.
