TITULO ORIGINAL: El Último Elvis (El Último Elvis)
ORIGEN: Argentina (2012)
DIRECCIÓN: Armando Bo
INTERPRETES: John McInerny, Griselda Siciliani, Margarita López
FOTOGRAFÍA: Javier Julia
FOTOGRAFÍA: Javier Julia
GUION: Nicolás Giacobone, Armando Bo
GENERO: Drama
DURACION: 90 Minutos
PRODUCTORA: Rebolución, K&S Films, Anonymous Content
ELVIS "CARLOS" PRESLEY
Por Martín Morales
Ópera prima de Armando Bo que logra conjugar un estilo visual impecable, con un manejo de cámaras delicado y con un relato muy interesante y bien contado sobre un hombre que se pierde todo en la vida por tratar de ser quien no es. Una propuesta de calidad y, pese a algunos golpes bajos innecesarios, una película muy bien actuada y con un ritmo musical muy bien manejado.
Carlos Gutiérrez es un hombre que se siente fascinado por la vida de Elvis Presley. Trabaja en una fábrica de electrodomésticos y hace shows en la mayor cantidad de lugares posibles imitando a su ídolo. La semejanza de su voz lo ha invitado a introducirse en una fantasía que él piensa que es real, viviendo como un verdadero artista y olvidándose de su hija y de su mujer.
Los primeros segundos de esta propuesta marcan el estilo visual que la misma desarrollará durante toda su duración. La cinta comienza con un delicado, limpio y hermoso plano secuencia, yendo con velocidad a la presentación del protagonista y a la descripción de ese mundo de fantasía en el que vive. Poco a poco, y sin abusar de las palabras (el director se siente más interesado en describir lo que sucede con imágenes), la cinta va desarrollando la parte humana del protagonista, y va creando una narración muy personal, original e interesante.
La aparición de un conflicto secundario que tiene como protagonistas a la hija y a la mujer del protagonista, parece ser la causa de algún futuro cambio en su persona, pero, con astucia, el guión no se deja engañar por las palabras y continúa su camino con la misma delicadeza y con los silencios necesarios antes de la llegada de la secuencia final. Esa escena, monumental visual y sonoramente, desencaja un poco con el estilo personal y hasta íntimo que se había desarrollado con total originalidad en la primera mitad de la historia, lo que provoca, pese a que está muy bien realizada, una sensación de insatisfacción y de sentimentalismo forzado innecesario.
La propuesta posee varios momentos musicales, en los que se puede apreciar el talento de John McInerny. Escenas muy bien logradas, que mantienen, si bien son varios los ritmos que se van escuchando, la misma delicadeza y limpieza visual de los momentos dramáticos. En los papeles secundarios, Griselda Siciliani y Margarita Lopez aportan dos trabajos muy creíbles y dos interpretaciones que le brindan calidad y sentimiento a la película.
"El Último Elvis" es un film que posee una calidad visual impecable, con un manejo de las cámaras que siempre acompaña y le brinda originalidad a la historia (los planos secuencia, el comienzo y el final, las partes musicales); muy bien actuada y con una conclusión que, pese a su belleza visual, interfiere con lo antes visto, se aleja de la humanidad del personaje y funciona como un exponente bizarro dentro de una interesante y buena película.
ESCENA DESTACADA: las partes musicales y el montaje con el tema en el casino.
Carlos Gutiérrez es un hombre que se siente fascinado por la vida de Elvis Presley. Trabaja en una fábrica de electrodomésticos y hace shows en la mayor cantidad de lugares posibles imitando a su ídolo. La semejanza de su voz lo ha invitado a introducirse en una fantasía que él piensa que es real, viviendo como un verdadero artista y olvidándose de su hija y de su mujer.
Los primeros segundos de esta propuesta marcan el estilo visual que la misma desarrollará durante toda su duración. La cinta comienza con un delicado, limpio y hermoso plano secuencia, yendo con velocidad a la presentación del protagonista y a la descripción de ese mundo de fantasía en el que vive. Poco a poco, y sin abusar de las palabras (el director se siente más interesado en describir lo que sucede con imágenes), la cinta va desarrollando la parte humana del protagonista, y va creando una narración muy personal, original e interesante.
La aparición de un conflicto secundario que tiene como protagonistas a la hija y a la mujer del protagonista, parece ser la causa de algún futuro cambio en su persona, pero, con astucia, el guión no se deja engañar por las palabras y continúa su camino con la misma delicadeza y con los silencios necesarios antes de la llegada de la secuencia final. Esa escena, monumental visual y sonoramente, desencaja un poco con el estilo personal y hasta íntimo que se había desarrollado con total originalidad en la primera mitad de la historia, lo que provoca, pese a que está muy bien realizada, una sensación de insatisfacción y de sentimentalismo forzado innecesario.
La propuesta posee varios momentos musicales, en los que se puede apreciar el talento de John McInerny. Escenas muy bien logradas, que mantienen, si bien son varios los ritmos que se van escuchando, la misma delicadeza y limpieza visual de los momentos dramáticos. En los papeles secundarios, Griselda Siciliani y Margarita Lopez aportan dos trabajos muy creíbles y dos interpretaciones que le brindan calidad y sentimiento a la película.
"El Último Elvis" es un film que posee una calidad visual impecable, con un manejo de las cámaras que siempre acompaña y le brinda originalidad a la historia (los planos secuencia, el comienzo y el final, las partes musicales); muy bien actuada y con una conclusión que, pese a su belleza visual, interfiere con lo antes visto, se aleja de la humanidad del personaje y funciona como un exponente bizarro dentro de una interesante y buena película.
ESCENA DESTACADA: las partes musicales y el montaje con el tema en el casino.
