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WARRIOR



TITULO ORIGINAL: Warrior (Warrior)
ORIGEN: Estados Unidos (2011)
DIRECTOR: Gavin O'Connor
INTERPRETES: Tom Hardy, Joel Edgerton, Jennifer Morrison, Frank Grillo, Nick Nolte
FOTOGRAFIA: Masanobu Takayanagi
MUSICA: Mark Isham
GUION: Gavin O'Connor, Cliff Dorfman, Anthony Tambakis
GENERO: Drama
DURACION: 140 Minutos
PRODUCTORA:
Mimran Schur Pictures Filmtribe

























CRITICA:

GRANDES ACTUACIONES EN UNA HISTORIA REPETIDA
Por Martín Morales

Es difícil encontrar una película deportiva que cuente un extraño o particular caso de victoria o fracaso en el que no se utilicen fórmulas totalmente estereotipadas y poco originales. "Warrior" no se aleja de dicha problemática, pero, pese a que su narración sigue rigurosamente esquemas ya vistos con anterioridad, el resultado final de la propuesta es una interesante mezcla entre el cliché, la emotiva historia contada, la rápida edición y un trabajo actoral que intensifica todo lo que va sucediendo en escena.

El relato se centra en contar parte de la vida de dos personas: por un lado, un hombre que llega a la casa de su padre, a quien le reprocha por su tormentoso pasado y a quien le pide que lo entrene para formar parte de una competición de lucha libre en la que puede ganar mucho dinero si triunfa. Por otro lado, un padre de familia, profesor de física, que está tratando de encontrar la manera de poder saldar una abultada deuda con un banco. Para hacerlo, decide entrar en la misma competición y luchar para salir campeón. Dos personas que van a enfrentarse para poder cumplir sus objetivos.

La historia aquí contada lleva adelante todas las fórmulas propias de este estilo de films, produciendo así que el guión se limite a la obviedad y no deje lugar para la sorpresa o la originalidad. El relato introduce a los tres personajes principales (los dos luchadores y el padre); presenta sus estilos de vida y los conflictos que los llevan a participar del torneo; aparece la típica secuencia de entrenamiento; y luego están las diferentes peleas, las cuales se rematan con un obvio y correcto final. Una historia interesante, en especial porque se exploran muy bien los sentimientos y las emociones de los diferentes personajes, que muestra con intensidad muy bien logradas escenas de lucha y de tensión, pero que no presenta características que logren alejarla de muchas cintas clásicas mejores del género. Es una narración que se ha visto muchas veces.

Pese a que el guión no es novedoso y se basa en repetidas y efectivas fórmulas, la película logra triunfar por las demás características que acompañan a la historia y que camuflan un poco los inconvenientes del libro. La edición es muy buena, principalmente en ciertas partes, como por ejemplo la secuencia de entrenamiento, en la que se fracciona la pantalla en diferentes figuras para mostrar distintas escenas al mismo tiempo sobre la acción de los personajes; el sonido es excelente, no solo en las escenas de lucha, sino también en los juegos que hay con la música y la banda de sonido; la fotografía es correcta; mientras que la dirección, astuta en ir más allá de la previsibilidad del guión, se preocupa porque cada uno de los roles transmita con realismo y profundidad los diferentes sentimientos que los invaden.

El trabajo actoral es excelente. Tom Hardy le aporta credibilidad y emoción a su rol, principalmente en cómo interpretó los diferentes matices de su personaje, brindándole una cuota de seriedad, desinterés y una locura brutal en los minutos finales. Una gran actuación protagónica. Joel Edgerton, sin tener el lucimiento de quienes lo acompañan, está muy correcto; y Nick Nolte le proporciona talento, calidad y un virtuosismo emocionante a su complicado personaje. Un trabajo secundario impecable. Un elenco que cumple y que sobrepasa los notables problemas del guión.

"Warrior" es una cinta con una historia cliché, que no sorprende y que entra en lugares transitados por el género en pasadas ocasiones. Pero, es una propuesta que entretiene, que su extensa duración no se siente, que atrapa al espectador y que, en especial, desarrolla una soberbia labor actoral por parte de cada uno de los intérpretes. Una cinta para disfrutar, con muy buenas escenas de lucha, y un previsible, pero intenso, final.

ESCENA DESTACADA: el final y el montaje del entrenamiento.
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