ORIGEN: Estados Unidos.
INTERPRETES: Bokeem Woodbine, Caroline Dhavernas, Geoffrey Arend, Chris Messina.
DIRECTOR: John Erick Dowdle.
FOTOGRAFIA: Tak Fujimoto.
GUION: Brian Nelson, M. Night Shyamalan.
MUSICA: Fernando Velázquez.
PRODUCTOR: M. Night Shyamalan.
GENERO: Terror.
DURACION: 80 Minutos
CALIFICACION: Apta mayores de 13 años
WEB: http://www.thenightchronicles.com/devil/
DISTRIBUIDORA: UIP
ESTRENO EN BUENOS AIRES: 02 de Diciembre de 2010
MI OPINION:
6/10 BUENA
CRITICA:
LAS CRONICAS DE LA NOCHE, PARTE 1: EL DIABLO ESTA ENTRE NOSOTROS
Por Martín Morales
Por Martín Morales
Llevar a la pantalla grande ideas del director M. Night Shyamalan es el objetivo de lo que se hace llamar "The Night Chronicles", cuya primer película, "Devil", es una grata sorpresa que satisfacerá a los seguidores de dicho realizador y brindará una interesante propuesta de suspenso a quienes vayan en busca de una atractiva propuesta sobrenatural.
Cinco personas quedan atrapadas misteriosamente en un ascensor y uno de ellos parece ser el diablo reencarnado. Mientras tanto, la policía y las autoridades del edificio tratarán de sacarlos e investigar los incógnitos acontecimientos que están sucediendo en el lugar.
Esta película se destaca por introducir y rematar una idea sin dejar demasiadas puertas ni situaciones por explicar, se cuenta una historia redonda, prolija y bien pensada, que tiene sus similitudes con muchas otras del género, pero que logra lucirse por el trabajo del director, de los actores y del guionista.
La narración da comienzo con unas vertiginosas secuencias invertidas por la ciudad, con un uso muy correcto de los encuadres picados y contrapicados y los cambios de velocidades. Luego, y rápidamente, se da lugar al desarrollo del conflicto sin procurar introducir a los personajes previamente. Ellos en la historia se conocen en el ascensor y el espectador lo hace de la misma manera, con la intensión de nunca explicar con profundidad la identidad de cada uno para así crear mucho más suspenso y que el final sea lo más sorpresivo posible. Este efecto está muy bien logrado y llevado adelante por el director.
Antes de dicho encuentro, se puede apreciar un plano secuencia muy prolijo y bien calculado que le aporta calidad y mucha sutileza a la introducción del relato, lo que en cierta manera anticipa la importancia de las decisiones del director al desarrollar con determinación cada una de las escenas dentro y fuera del ascensor.
Una vez introducido el conflicto, el claustrofóbico lugar y la premisa principal de la historia: "el diablo es uno de los cinco personajes", el ascensor inmediatamente se transforma en el infierno, que tranquilamente se va oscureciendo y llenando de cadáveres. El suspenso producido dentro de dicho lugar está muy bien llevado adelante, los encuadres elegidos para darle inmensidad a las paredes y el juego que se realiza con la cámara que las autoridades pueden ver, es muy bueno. Muchas veces lo más simple es lo que mejor queda, y aquí ese recurso se aprovecha al máximo, ya que el "diablo" ataca con las luces apagadas y son muy pocos los destellos de luz que ponen en evidencia su figura física. Estos momentos totalmente a oscuras, con algunos movimientos bruscos de las cámaras y con la saturación de los sonidos incidentales, están muy bien logrados y son los principales momentos de suspenso que la cinta le brinda al espectador.
Pese a esto, hay bastantes clichés propios del género, como por ejemplo la referencia a la religión basada en un personaje latino supersticioso; la inoperancia de la policía y el típico desarrollo argumental que envuelve la redención y el arrepentimiento.
Actoralmente la cinta es buena, no solo por mantener en todo momento las identidades ocultas de los personajes, sino porque siempre se pone en duda quién es el "diablo" de los cinco protagonistas. Jacob Vargas y Bojana Novakovic son quienes más se destacan.
"Devil" es una cinta que sorpresivamente entretiene, aporta un suspenso muy bien logrado, una historia distinta en ciertos momentos y con los suficientes giros argumentales que se lucen. Una película que vuelve a mimetizar a ese Shyamalan (productor) que con el paso de los años se fue perdiendo.
UNA ESCENA A DESTACAR: las muertes, muy bien editados y planteados los momentos en los que las luces parpadean
Cinco personas quedan atrapadas misteriosamente en un ascensor y uno de ellos parece ser el diablo reencarnado. Mientras tanto, la policía y las autoridades del edificio tratarán de sacarlos e investigar los incógnitos acontecimientos que están sucediendo en el lugar.
Esta película se destaca por introducir y rematar una idea sin dejar demasiadas puertas ni situaciones por explicar, se cuenta una historia redonda, prolija y bien pensada, que tiene sus similitudes con muchas otras del género, pero que logra lucirse por el trabajo del director, de los actores y del guionista.
La narración da comienzo con unas vertiginosas secuencias invertidas por la ciudad, con un uso muy correcto de los encuadres picados y contrapicados y los cambios de velocidades. Luego, y rápidamente, se da lugar al desarrollo del conflicto sin procurar introducir a los personajes previamente. Ellos en la historia se conocen en el ascensor y el espectador lo hace de la misma manera, con la intensión de nunca explicar con profundidad la identidad de cada uno para así crear mucho más suspenso y que el final sea lo más sorpresivo posible. Este efecto está muy bien logrado y llevado adelante por el director.
Antes de dicho encuentro, se puede apreciar un plano secuencia muy prolijo y bien calculado que le aporta calidad y mucha sutileza a la introducción del relato, lo que en cierta manera anticipa la importancia de las decisiones del director al desarrollar con determinación cada una de las escenas dentro y fuera del ascensor.
Una vez introducido el conflicto, el claustrofóbico lugar y la premisa principal de la historia: "el diablo es uno de los cinco personajes", el ascensor inmediatamente se transforma en el infierno, que tranquilamente se va oscureciendo y llenando de cadáveres. El suspenso producido dentro de dicho lugar está muy bien llevado adelante, los encuadres elegidos para darle inmensidad a las paredes y el juego que se realiza con la cámara que las autoridades pueden ver, es muy bueno. Muchas veces lo más simple es lo que mejor queda, y aquí ese recurso se aprovecha al máximo, ya que el "diablo" ataca con las luces apagadas y son muy pocos los destellos de luz que ponen en evidencia su figura física. Estos momentos totalmente a oscuras, con algunos movimientos bruscos de las cámaras y con la saturación de los sonidos incidentales, están muy bien logrados y son los principales momentos de suspenso que la cinta le brinda al espectador.
Pese a esto, hay bastantes clichés propios del género, como por ejemplo la referencia a la religión basada en un personaje latino supersticioso; la inoperancia de la policía y el típico desarrollo argumental que envuelve la redención y el arrepentimiento.
Actoralmente la cinta es buena, no solo por mantener en todo momento las identidades ocultas de los personajes, sino porque siempre se pone en duda quién es el "diablo" de los cinco protagonistas. Jacob Vargas y Bojana Novakovic son quienes más se destacan.
"Devil" es una cinta que sorpresivamente entretiene, aporta un suspenso muy bien logrado, una historia distinta en ciertos momentos y con los suficientes giros argumentales que se lucen. Una película que vuelve a mimetizar a ese Shyamalan (productor) que con el paso de los años se fue perdiendo.
UNA ESCENA A DESTACAR: las muertes, muy bien editados y planteados los momentos en los que las luces parpadean
TRAILER: