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ANALISIS FINAL DEL 25 FESTIVAL

Un Festival de Cine es una oportunidad para ver lo mejor del arte del mundo, y por suerte este año podemos decir que, no solo se recuperó el estilo festivo que muchos pedían a gritos, sino que la organización y la calidad de películas fue mucho más superior a lo de los últimos años.

La propuesta, como en todos los festivales, siempre es interesante y más si lo acompañamos de la bella ciudad de Mar del Plata, del excelente clima que se pudo apreciar en la semana de celebración, de la buena onda de la gente que hacía filas para sacar entradas y entrar a las salas y de la predisposición y gran trabajo que realizaron todos los voluntarios en cada uno de los cines.

Este no fue un Festival más, no pasó desapercibido como el del año pasado, brilló por la calidad de sus películas y por la presencia de estrellas internacionales que le dieron alma y fuerza al evento.

Es por eso que, si bien hay muchas cosas por mejorar, este año se perfeccionó sorpresivamente la organización y se pudo disfrutar de una semana a puro cine y calidad:

Cines:

Tuve la oportunidad de disfrutar de las películas en cada una de las salas de la ciudad que se adhirieron al Festival, y todo lo que conlleva a la puesta institucional fue muy bueno. La gente hacía colas muy largas para sacar entradas, cada vez que una función se agotaba (muchas películas al día), inmediatamente se colocaba un cartel informativo en los vidrios de la boletería y en los stands que se encontraban al lado de la entrada a la sala. Las chicas y chicos voluntarios eran los encargados de apaciguar las aguas si algún problema aparecía y eran los responsables de responder todas las inquietudes a los espectadores que querían hacer lo posible por ver películas. Ellos fueron muy amables, amistosos y tuvieron mucha onda.

Las boleterías abrían una hora antes de la primer función del cine, la organización fue mucho más clara y directa.

Programación:

Uno de los cuestionamientos más recurrentes del año pasado fue lo raro y difícil que fue poder leer y entender la guía de programación de las películas. Aquí, por suerte, se cambió totalmente el esquema y listado de cada día, las películas estaban organizadas por horario y no por cine, como en la última entrega, lo que facilitó la lectura y aprovechó mucho más el espacio físico de la hoja, logrando así que la letra de la misma sea mucho más legible y no inentendible. A su vez, se crearon referencias muy buenas para cada una de las películas, diferenciadas con colores, todos en tonos pasteles, como el logo del Festival. Mucho mejor logrado, más claro y conciso, que, además, agregó cortas y entendibles reseñas de los filmes que informaron y formaron a los espectadores. El único punto en contra de la guía fue la falta de la especificación del lugar de origen de las películas, detalle que había que buscarlo en el catálogo.

Dirección:

Pese a las dispares opiniones que tuve con ciertos films en la competencia internacional que le encantaron al director del Festival, quien con respeto me supo escuchar, fue un honor contar una vez más con la dirección del Señor José Martínez Suárez en el cargo mayor de la Celebración. Él no solo es un amante del cine, sino que estába predispuesto a escuchar a todos aquellos que con tranquilidad le querían otorgar sus opiniones. Se lo podía ver casi todos los días paseando por las salas, disfrutando de las caras de alegría de los espectadores y mirando algunas películas. Muy amable, juguetón, con un carisma sorpresivo, un lujo tenerlo de director que expresaba alegría y mucho disfrute mientras uno estaba formando largas filas y comentando sobre las cintas presentadas. Por el lado de su trabajo, se notó que se escucharon los errores del año pasado y muchos se corrigieron.

Películas:

He visto casi 50 películas que se presentaron en el Festival y debo reconocer que me sorprendí por la excelente calidad de la mayoría de ellas. Obviamente hubieron plomos y cintas que mejor no recordarlas, pero en general el nivel y la calidad fue muy superior al de los pasados años. En la competencia internacional, pese a mis descontentos con dos de esas películas, se pudieron ver films de excelente calibre, que formaron parte de otros festivales muy importantes y que son de lo mejor del cine del mundo. Mas que conforme me voy con las cintas que he visto, aunque me quedé con ganas de muchas otras, que espero poder ver pronto.

Para concluir, la edición de plata del Festival Internacional de Mar del Plata fue un acontecimiento que no pasó desapercibido, que reunió las mejores películas del mundo, que agarró la diversidad y los muy variados géneros cinematográficos, que mejoró muchísimo con respecto a la pasada entrega y que, por supuesto, hay cosas por mejorar, pero que claramente la organización se destacó por irradiar alegría y amabilidad a los espectadores. Lo malo es que ahora hay que esperar un año más para que se vuelva a repetir. Mis felicitaciones a todo el equipo que formó parte del evento.

Hasta el año que viene con la cobertura especial del vigésimo sexto Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
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