TITULO ORIGINAL: El Espía
INTERPRETES: Pablo Ribba, Guillermo Arengo
GENERO: Drama
DIRECCION: Juan Bautista Stagnaro
ORIGEN: Argentina (2010)
DURACION: 8 minutos
CALIFICACION: Apta para todo público
MI OPINION:
6 BUENA
CRITICA:
EL SOSPECHOSO
Por Martín Morales
Por Martín Morales
San Martín fue una de las personas más importantes de la historia argentina y americana. Este cortometraje cuenta un aspecto previo a ser la persona que fue, el momento en el que en 1812 llegó al país y ocasionó una serie de desconfianzas muy marcadas por haber sido militar español.
Dos hombres sentados al rededor de un escritorio en lo que parece ser un lugar lúgubre, rústico, oscuro, de piedra. Un sable, un señor joven de largas patillas y traje azul, casi negro, firme en su silla, otro hombre, de anteojos, incisivo con sus preguntas trata de desenmascarar a su presa. Un ida y vuelta de palabras.
El guión es fuerte, decisivo e incisivo, se va al objetivo ni bien comienza la charla entre los personajes, no se detiene en dar introducción sobre la identidad de los hombres, solo palabras, gestos y expresiones dan a entender el entorno.
Las actuaciones profundizan dichas emociones. Pablo Ribba, con su voz, clara y fuerte, caracteriza y le da identidad a San Martín, muy bien logrado. Mientras que Guillermo Arengo, con una punzante personalidad, trata de descifrar la verdad.
Con una fotografía que juega con los oscuros del fondo, la luminosidad y fervor de la personalidad de los protagonistas, con silencios que forman parte de la intimidante charla, generando suspenso e inquietud y un firme cambio de cámaras, este cortometraje se alarga en diálogos, pero es una mirada respetable, contundente y muy bien lograda sobre un hecho que no es de los más recordados por el público sobre San Martín (uno de los objetivos del corto), que merece ser visto con detenimiento y respeto.
Dos hombres sentados al rededor de un escritorio en lo que parece ser un lugar lúgubre, rústico, oscuro, de piedra. Un sable, un señor joven de largas patillas y traje azul, casi negro, firme en su silla, otro hombre, de anteojos, incisivo con sus preguntas trata de desenmascarar a su presa. Un ida y vuelta de palabras.
El guión es fuerte, decisivo e incisivo, se va al objetivo ni bien comienza la charla entre los personajes, no se detiene en dar introducción sobre la identidad de los hombres, solo palabras, gestos y expresiones dan a entender el entorno.
Las actuaciones profundizan dichas emociones. Pablo Ribba, con su voz, clara y fuerte, caracteriza y le da identidad a San Martín, muy bien logrado. Mientras que Guillermo Arengo, con una punzante personalidad, trata de descifrar la verdad.
Con una fotografía que juega con los oscuros del fondo, la luminosidad y fervor de la personalidad de los protagonistas, con silencios que forman parte de la intimidante charla, generando suspenso e inquietud y un firme cambio de cámaras, este cortometraje se alarga en diálogos, pero es una mirada respetable, contundente y muy bien lograda sobre un hecho que no es de los más recordados por el público sobre San Martín (uno de los objetivos del corto), que merece ser visto con detenimiento y respeto.