EL HOMBRE QUE SE AMA DEMASIADO
Por Martín Morales
ESTA CRITICA FORMA PARTE DE LA COBERTURA DEL 29 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA
Por Martín Morales
ESTA CRITICA FORMA PARTE DE LA COBERTURA DEL 29 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE MAR DEL PLATA
En su tercer largomentraje, Alex Ross Perry demuestra maduración y desarrolla su mejor película hasta el momento. Un film simple, pero lleno de interrogantes, que utiliza el paso lento y detallista para contar la historia de un hombre egoísta y enamorado de sí mismo.
Philip es un hombre que está en una encrucijada artística: se encuentra publicando su segundo libro, pero no halla emoción ni inspiración para seguir escribiendo. Su mujer está perdiendo interés en él, y un famoso escritor propone darle una mano para dar con el lugar y el tiempo necesario para su labor.
Alex Ross Perry plantea un relato muy interesante sobre el narcisismo y el egoísmo que, lejos de quedarse en lo convencional o en desarrollar de manera exagerada la personalidad del protagonista, maravilla. No es solo la manera en la que se encaró la crudeza de Philip la que hace de este film una experiencia muy particular, sino la forma en la que el director mezcla estilos narrativos para contar su historia.
El film posee una voz narradora que sirve como fuente de información para conocer un poco más a los personajes. Todo aquello que sería cronológicamente excesivo es contado por esa voz. A su vez, el guión cambia de centro en varias oportunidades para funcionar como un relato coral más que lineal. Philip es el protagonista de la primera parte, luego la escena la acapara su mujer, para terminar con una muy buena intromisión de todos los personajes en conjunto. Interesante guión.
Ahora, el film posee un paso lento y algo silencioso llegando a la mitad de su duración. Allí el mismo entra en una pequeña laguna de la cual, afortunadamente, sale sin problemas. El estilo setentoso funciona a la perfección, mientras que las actuaciones son unos de los puntos fuertes para no perderse esta producción. Jason Schwartzman hace un trabajo impecable en su papel protagónico, pero Elisabeth Moss es quien se lleva los laureles. Su segmento es el que emocionalmente está mejor logrado y el único rol que posee un poco de tierra ante tan disparatados acompañantes. Vale destacar a Jonathan Pryce y a Krysten Ritter, quienes también están muy bien.
"Listen Up Philip" es, hasta el momento, la mejor película de la filmografía de Alex Ross Perry. Un film simple en ejecución; con buenas actuaciones; con un guión claro, divertido e inspirado; con una lentitud que puede ser la causa de rechazo para los espectadores; y con una idea fuerte y efectiva sobre el narcisismo.
Philip es un hombre que está en una encrucijada artística: se encuentra publicando su segundo libro, pero no halla emoción ni inspiración para seguir escribiendo. Su mujer está perdiendo interés en él, y un famoso escritor propone darle una mano para dar con el lugar y el tiempo necesario para su labor.
Alex Ross Perry plantea un relato muy interesante sobre el narcisismo y el egoísmo que, lejos de quedarse en lo convencional o en desarrollar de manera exagerada la personalidad del protagonista, maravilla. No es solo la manera en la que se encaró la crudeza de Philip la que hace de este film una experiencia muy particular, sino la forma en la que el director mezcla estilos narrativos para contar su historia.
El film posee una voz narradora que sirve como fuente de información para conocer un poco más a los personajes. Todo aquello que sería cronológicamente excesivo es contado por esa voz. A su vez, el guión cambia de centro en varias oportunidades para funcionar como un relato coral más que lineal. Philip es el protagonista de la primera parte, luego la escena la acapara su mujer, para terminar con una muy buena intromisión de todos los personajes en conjunto. Interesante guión.
Ahora, el film posee un paso lento y algo silencioso llegando a la mitad de su duración. Allí el mismo entra en una pequeña laguna de la cual, afortunadamente, sale sin problemas. El estilo setentoso funciona a la perfección, mientras que las actuaciones son unos de los puntos fuertes para no perderse esta producción. Jason Schwartzman hace un trabajo impecable en su papel protagónico, pero Elisabeth Moss es quien se lleva los laureles. Su segmento es el que emocionalmente está mejor logrado y el único rol que posee un poco de tierra ante tan disparatados acompañantes. Vale destacar a Jonathan Pryce y a Krysten Ritter, quienes también están muy bien.
"Listen Up Philip" es, hasta el momento, la mejor película de la filmografía de Alex Ross Perry. Un film simple en ejecución; con buenas actuaciones; con un guión claro, divertido e inspirado; con una lentitud que puede ser la causa de rechazo para los espectadores; y con una idea fuerte y efectiva sobre el narcisismo.
7/10 BUENA
