EN BUSCA DE LA FELICIDAD
Por Martín Morales
Por Martín Morales
¿Harán en algún momento los hermanos Dardenne una película mala? Por ahora, parece que no. "Two Days, One Night" es otra gran cinta dentro de una fructífera y admirable filmografía. Un relato que posee todas las características minimalistas, simples y humanas de su cine, y que nuevamente presenta un trabajo actoral, en este caso por parte de Marion Cotillard, maravilloso.
Sandra es una mujer que está saliendo de una gran depresión y que descubre que sus compañeros de trabajo optaron por aceptar un bono a cambio de que la despidan. Con su jefe acordaron una nueva votación luego del fin de semana, por lo que ella va a tener que convencerlos de que la ayuden a conservar su trabajo y rechazar los mil euros que están en juego.
Hay algo que los hermanos Dardenne nos enseñan cada vez que estrenan un film y que se repite en cada una de dichas oportunidades: con muy poco se puede hacer una gran película. Sus historias son minimalistas, humanas y con un realismo que desborda la pantalla. En esta oportunidad, ellos se sumergen en la vida de una depresiva mujer que está enfrentando un duro momento personal, pero también se expresan las idas y vueltas de un sistema laboral que tiene enmarañados a los trabajadores, subordinados a un pedazo de papel que les promete un poco más de dinero.
Los directores cuentan el relato de una manera parcial, sin juzgar a los personajes, mostrando las dos miradas del hecho y dejando un claro mensaje en sus minutos finales. Es allí donde su trabajo se ve potenciado. No se manipula al espectador, ni se lo llena de sentimentalismos que victimicen a alguna de las partes implicadas. Simplicidad, escenas largas y verosimilitud.
Lo realizado por Marion Cotillard aquí no es más que otra gran expresión de talento. Su rol es conflictivo emocionalmente y ella logró llevarlo adelante con credibilidad y emoción. El resto del elenco también está muy bien, pero ninguno posee la fuerza del papel protagónico.
"Two Days, One Night" es otra perla de los hermanos Dardenne. Quizás sea su film más "normal" de los últimos años, pero así mismo sigue siendo una admirable película. Ordenada, sencilla, excelentemente actuada y con una bella fotografía, una propuesta para seguir confiando en dos mentes que parecen nunca perder su virtuosismo (Dios quiera que nunca suceda).
Sandra es una mujer que está saliendo de una gran depresión y que descubre que sus compañeros de trabajo optaron por aceptar un bono a cambio de que la despidan. Con su jefe acordaron una nueva votación luego del fin de semana, por lo que ella va a tener que convencerlos de que la ayuden a conservar su trabajo y rechazar los mil euros que están en juego.
Hay algo que los hermanos Dardenne nos enseñan cada vez que estrenan un film y que se repite en cada una de dichas oportunidades: con muy poco se puede hacer una gran película. Sus historias son minimalistas, humanas y con un realismo que desborda la pantalla. En esta oportunidad, ellos se sumergen en la vida de una depresiva mujer que está enfrentando un duro momento personal, pero también se expresan las idas y vueltas de un sistema laboral que tiene enmarañados a los trabajadores, subordinados a un pedazo de papel que les promete un poco más de dinero.
Los directores cuentan el relato de una manera parcial, sin juzgar a los personajes, mostrando las dos miradas del hecho y dejando un claro mensaje en sus minutos finales. Es allí donde su trabajo se ve potenciado. No se manipula al espectador, ni se lo llena de sentimentalismos que victimicen a alguna de las partes implicadas. Simplicidad, escenas largas y verosimilitud.
Lo realizado por Marion Cotillard aquí no es más que otra gran expresión de talento. Su rol es conflictivo emocionalmente y ella logró llevarlo adelante con credibilidad y emoción. El resto del elenco también está muy bien, pero ninguno posee la fuerza del papel protagónico.
"Two Days, One Night" es otra perla de los hermanos Dardenne. Quizás sea su film más "normal" de los últimos años, pero así mismo sigue siendo una admirable película. Ordenada, sencilla, excelentemente actuada y con una bella fotografía, una propuesta para seguir confiando en dos mentes que parecen nunca perder su virtuosismo (Dios quiera que nunca suceda).
8/10 MUY BUENA
