EL HOMBRE DETRÁS DE LAS PAREDES
Por Martín Morales
Por Martín Morales
Secuela de la buena película del terror del 2012 (crítica aquí), esta cinta recurre a la idea de explotar una historia que bien fue finalizada en el pasado, sin aportar los suficientes sustos, ni un relato atrapante e interesante. Una propuesta que se olvida de todo lo que sí triunfó en la primera parte.
June trabaja limpiando las escenas de los crímenes luego de finalizados todos los peritos correspondientes. Una noche, le toca la puerta de su casa un miembro del FBI, quien le informa que puede ser la próxima víctima de un asesino que está copiando los movimientos de Judas, responsable de la muerte de su madre.
La película comienza muy bien, presentando a los nuevos personajes, sus trabajos y el conflicto, pero rápidamente se pierde en una laguna de incoherencias y de situaciones largas y sin atractivo. El inconveniente se origina en la manera en la que se decidió llevar adelante la premisa. El villano principal de la historia está muerto (aparece en forma de visiones). Esto produce que se tenga que crear otro personaje malo para darle vida al conflicto, sin dejar de lado que debe mantener algún tipo de relación con el rol original para crear continuidad en la historia. La cinta se convierte en un capricho por descubrir quién es el nuevo asesino, y es allí donde se pierde toda la magia bien desarrollada en la primera pelicula.
Escasos sustos y suspenso forzado; actuaciones que poco ayudan a que el relato sea verosímil, pese al buen trabajo de Camila Luddington en el papel principal; un relato difícil de seguirle el hilo, no por ser complica de entender, sino por carecer de atractivo y de una continuidad que mantenga al espectador atento y sorprendido; un final que deja la puerta demasiado abierta para una tercera parte; unos juegos y planos interesantes con espejos, sombras y luces, sin duda alguna, lo mejor de la película; y una fotografía que nos clarifica que estamos viendo una propuesta visualmente correcta.
"The Pact 2" falla al dejar de lado el misterio, la rareza del giro narrativo, y el aprovechamiento de la casa como principal fuente de terror, de la primera película. Con un guión fallido y un tercer acto demasiado previsible, esta secuela lamentablemente sostiene la teoría de que muchas veces las segundas partes no son buenas.
3/10 MALA
