HOLLYWOOD, SEGÚN D. CRONENBERG
Por Martín Morales
Por Martín Morales
Cronenberg nos ofrece aquí una sátira sobre la vida en Hollywood y el mundo de los actores. Algo despareja, con grandes actuaciones y con momentos de pleno brillo que nos hacen recordar a lo mejor del director. Pero, al mismo tiempo, con una temática que pierde atractivo e interés producto de tantas otras ficciones, documentales, realities y programas de televisión que retratan situaciones similares.
El relato nos presenta a Havanna, una actriz que está desesperada por conseguir el papel que tanto anheló para revivir su carrera y volver a ganar premios. Un día decide contratar a una joven para que la ayude con las tareas de la casa. Agatha tiene un pasado complicado, sobrevivió a un incendio y está intentando recuperarse. Para lograrlo, acepta el nuevo trabajo. Por otro lado, el film introduce a una familia problemática, cuyo hijo, Benjie, un adolescente estrella que se siente opacado en su nueva película por un personaje secundario, está contando los días de sobriedad después de un pasado lleno de alcohol y drogas. Ambas historias se conectan de una manera poco esperanzadora para las dos partes.
Siguiendo con la temática de la crítica social de "Cosmopolis", David Cronenberg se sumerge en las miserias del mundo de los actores. Para ello, retrata a dos desbordadas familias, con integrantes cínicos, desesperados y asesinos que, con el toque propio del director, se impregnan de dudas, problemas y sangre. Hay lugar para todo, para el sexo, la espiritualidad, las drogas, la muerte, el gore, la cienciología, los lleve y traiga de los productores, un sinfín de nombres de celebridades que nada aporta al relato, y el surrealismo (hay unas secuencias que recuerdan a David Lynch). Todo está contado de manera despareja, porque lo que se relata carece de sorpresa y posee un sentido de crítica que no produce demasiado interés.
El director se luce en varios momentos, en especial en aquellos en los que el humor negro (negrísimo) se hace presente y es acompañado por el increíble trabajo de los actores. Julianne Moore brilla como la neurótica actriz que se siente desplazada por las más jóvenes; John Cusack encarna con distinción a un gurú espiritual millonario y excéntrico; Evan Bird (la revelación de la película) hipnotiza con su muy bien logrado adolescente en problemas; Robert Pattinson, aunque aparece poco, está bien como un chofer con ansias de actor; Olivia Williams está correcta interpretando a la depresiva madre; mientras que Mia Wasikowska, el punto más flojo del elenco, no sorprende ni transmite esa locura que su rol expresa en los minutos finales.
"Maps to the stars" está lejos de ser lo mejor de David Cronenberg. Crítica, satírica y extrañamente divertida por momentos, es una propuesta con grandes situaciones particulares (la noticia del ahogo, las visiones de los personajes, el gore de una escena y el virtuosismo de Moore). Lástima que se queda vagando por los estereotipos sociales y su resultado final no es demasiado interesante.
El relato nos presenta a Havanna, una actriz que está desesperada por conseguir el papel que tanto anheló para revivir su carrera y volver a ganar premios. Un día decide contratar a una joven para que la ayude con las tareas de la casa. Agatha tiene un pasado complicado, sobrevivió a un incendio y está intentando recuperarse. Para lograrlo, acepta el nuevo trabajo. Por otro lado, el film introduce a una familia problemática, cuyo hijo, Benjie, un adolescente estrella que se siente opacado en su nueva película por un personaje secundario, está contando los días de sobriedad después de un pasado lleno de alcohol y drogas. Ambas historias se conectan de una manera poco esperanzadora para las dos partes.
Siguiendo con la temática de la crítica social de "Cosmopolis", David Cronenberg se sumerge en las miserias del mundo de los actores. Para ello, retrata a dos desbordadas familias, con integrantes cínicos, desesperados y asesinos que, con el toque propio del director, se impregnan de dudas, problemas y sangre. Hay lugar para todo, para el sexo, la espiritualidad, las drogas, la muerte, el gore, la cienciología, los lleve y traiga de los productores, un sinfín de nombres de celebridades que nada aporta al relato, y el surrealismo (hay unas secuencias que recuerdan a David Lynch). Todo está contado de manera despareja, porque lo que se relata carece de sorpresa y posee un sentido de crítica que no produce demasiado interés.
El director se luce en varios momentos, en especial en aquellos en los que el humor negro (negrísimo) se hace presente y es acompañado por el increíble trabajo de los actores. Julianne Moore brilla como la neurótica actriz que se siente desplazada por las más jóvenes; John Cusack encarna con distinción a un gurú espiritual millonario y excéntrico; Evan Bird (la revelación de la película) hipnotiza con su muy bien logrado adolescente en problemas; Robert Pattinson, aunque aparece poco, está bien como un chofer con ansias de actor; Olivia Williams está correcta interpretando a la depresiva madre; mientras que Mia Wasikowska, el punto más flojo del elenco, no sorprende ni transmite esa locura que su rol expresa en los minutos finales.
"Maps to the stars" está lejos de ser lo mejor de David Cronenberg. Crítica, satírica y extrañamente divertida por momentos, es una propuesta con grandes situaciones particulares (la noticia del ahogo, las visiones de los personajes, el gore de una escena y el virtuosismo de Moore). Lástima que se queda vagando por los estereotipos sociales y su resultado final no es demasiado interesante.
6/10 BUENA
