PERDIDOS EN INGLATERRA
Es un placer ver esta película de Jones, por sus actuaciones (tan sencillas como profundas); por la melancolía de transpira; por su tranquilo desarrollo; por su historia de amor; por la locura de algunas cosas que van sucediendo; y, en especial, por la habilidad del director por crear esperanza en dos personajes con presentes deprimidos y estancados en la rutina.
Melanie es una joven alemana que está tratando de organizar su vida en Inglaterra. Está buscando trabajo, y no tiene demasiado dinero para poder darse algunos lujos. Un día conoce a un misterioso hombre, quien le paga un sandwich en un particular bar. La atracción es inmediata, pero cada uno vuelve a tomar su rumbo y no es hasta pasados unos días cuando se vuelven a ver. Él es un criminal y ella no lo sabe, aunque tampoco le importa demasiado.
Melanie es una joven alemana que está tratando de organizar su vida en Inglaterra. Está buscando trabajo, y no tiene demasiado dinero para poder darse algunos lujos. Un día conoce a un misterioso hombre, quien le paga un sandwich en un particular bar. La atracción es inmediata, pero cada uno vuelve a tomar su rumbo y no es hasta pasados unos días cuando se vuelven a ver. Él es un criminal y ella no lo sabe, aunque tampoco le importa demasiado.
El relato comparte algunas similitudes con "Perdidos en Tokio", de Sofia Coppola, pero es una película totalmente diferente. La cinta tiene la habilidad de presentar con mucha simplicidad y carisma las personalidades de los dos protagonistas. Son roles complicados, porque comparten pocos pensamientos, pero sí una vida igual de deprimida y con el mismo sentido (están, en cierta manera, esperando la muerte, como dice el título). Es allí donde aparece la gran virtud de esta propuesta. Un director que captó con excelencia el trabajo de dos actores desconocidos, que transmite con mucha claridad sus sentimientos, y que desarrolla un relato hermoso sobre el amor y la necesidad del cambio.
El film posee algunos toques de humor, basados en gags visuales (el gato) y, principalmente, en la personalidad de la familia del hombre. Aunque la risa aparece en varios momentos, la melancolía del relato nunca se apaga y, llegando al final, aparece una luz de esperanza muy bien lograda por el realizador.
Es maravillosa la labor realizada por los dos intérpretes. Nora Tschirner, además de ser hermosa, capta a la perfección ese sin rumbo que tiene su rol. Está perdida en la ciudad, sin saber cómo volver a ser esa persona que en algún momento fue, y con la ayuda de ese misterioso hombre intenta reaccionar. Muy bien logradas todas esas características en su personaje. Rob Knighton (nunca antes había actuado, trabajaba con alfombras) es un verdadero descubrimiento. Está muy bien en su papel.
El film posee algunos toques de humor, basados en gags visuales (el gato) y, principalmente, en la personalidad de la familia del hombre. Aunque la risa aparece en varios momentos, la melancolía del relato nunca se apaga y, llegando al final, aparece una luz de esperanza muy bien lograda por el realizador.
Es maravillosa la labor realizada por los dos intérpretes. Nora Tschirner, además de ser hermosa, capta a la perfección ese sin rumbo que tiene su rol. Está perdida en la ciudad, sin saber cómo volver a ser esa persona que en algún momento fue, y con la ayuda de ese misterioso hombre intenta reaccionar. Muy bien logradas todas esas características en su personaje. Rob Knighton (nunca antes había actuado, trabajaba con alfombras) es un verdadero descubrimiento. Está muy bien en su papel.
"Everyone´s going to die" es una de esas películas por las que se agradece la existencia de los festivales de cine. Una linda metáfora sobre la vida, el amor, el destino y el cambio. Con un final esperanzador y con buenas actuaciones. No se la pierdan.
8/10 MUY BUENA
