Luego de ganar el Oscar por "El Viaje de Chihiro", Hayao Miyazaki decidió adaptar la novela "El Castillo Ambulante" y darle forma con su talento y amor por la animación tradicional. El resultado es una maravillosa obra, con el encanto propio de las propuestas del director, con entrañables personajes y, con una imaginación que invita a sentirse inspirado y a viajar por los bellos y caóticos paisajes de los sueños.
Sophie es una muchacha que no se siente a gusto con su cuerpo. Un día una malvada bruja le pone un hechizo y la transforma en una anciana. Para tratar de volver a ser quien era, decide ir en busca de un hombre que conoció en una oportunidad y que vive en un extraño castillo ambulante. Enamorada de ese joven, encantada por su manera de vivir y por las particulares personalidades que lo acompañan, intentará hacer lo imposible por cumplir con uno de sus sueños: ser feliz.
ANIMACIÓN ARTESANAL
Decir que una película de Miyasaki es hermosa visualmente es caer en repeticiones y en argumentos fáciles, pero es algo que es inevitable. Dibujada a mano, con la sutileza que su experiencia como animador le otorgó al pasar los años y con un despliegue de colores pasteles muy armonioso, estamos frente a una obra que maravilla simplemente por cómo fue realizada. El nivel de detalle, los movimientos de los personajes y de los distintos objetos, esa habilidad del director por crear un escenario y transportarlo al espectador de tal manera que su imaginación no quiera salir del lugar, y la inspirada banda sonora, hacen de esta propuesta una cinta técnicamente impecable, con la calidad característica de toda película producida por Studio Ghibli.
El guión tiene unas primeras cuarenta páginas soberbias. Los personajes se introducen con mucha tranquilidad y se desarrollan sus personalidades de igual manera, procurando que la conexión con el público sea la más fuerte posible. El inventivo de cada rol tiene una influencia muy clara en el estilo del director, pese a que son personajes que fueron basados en un libro. Las muchas vueltas de tuerca están bien introducidas, aunque no del todo claras llegando a su conclusión. El relato es como un gran sueño y la puerta del castillo es como la entrada a un mundo surreal diferente. Un film con mucha fantasía, pero con una humanidad conmovedora.
Como en todo film de Miyasaki, la cinta viaja por los cuestionamientos morales y éticos, y hace una alusión muy interesante a la importancia que la sociedad le da a la belleza física, al sinsentido de la guerra y al amor. Una propuesta que, además de encantar por el lado visual, deja un cálido buen mensaje.
El guión tiene unas primeras cuarenta páginas soberbias. Los personajes se introducen con mucha tranquilidad y se desarrollan sus personalidades de igual manera, procurando que la conexión con el público sea la más fuerte posible. El inventivo de cada rol tiene una influencia muy clara en el estilo del director, pese a que son personajes que fueron basados en un libro. Las muchas vueltas de tuerca están bien introducidas, aunque no del todo claras llegando a su conclusión. El relato es como un gran sueño y la puerta del castillo es como la entrada a un mundo surreal diferente. Un film con mucha fantasía, pero con una humanidad conmovedora.
Como en todo film de Miyasaki, la cinta viaja por los cuestionamientos morales y éticos, y hace una alusión muy interesante a la importancia que la sociedad le da a la belleza física, al sinsentido de la guerra y al amor. Una propuesta que, además de encantar por el lado visual, deja un cálido buen mensaje.
CONCLUSIÓN
"Howl´s Moving Castle" tiene unos últimos veinte minutos algo confusos, pero es una película encantadora de principio a fin. Su gran banda sonora, el nivel de detallismo de la animación, y, en especial, sus entrañables personajes (pocas veces la sencillez de un rol como Calcifer es tan completa y admirable como aquí) la transforman en una joya del anime japonés. Otra gema con la firma de Hayao Miyasaki.
