Un hombre se dirige hacia un gran asentamiento laboral para reclamar su puesto de trabajo en una importante fábrica. Al llegar, y al solo encontrar rechazo por parte de las autoridades, conoce a una mujer. Una vez en su hogar, aparece el ex y la asesina al verla con otro hombre. Él, por su parte, le devuelve el favor y le pega un tiro. Prófugo y buscado por el padre de la muchacha, va a tener que encontrar la manera de poder sobrevivir.
DEPP Y EL INDIO AMERICANO
Como caracteriza a toda creación de Jarmusch, el protagonista es un hombre solo, que debe enfrentarse al destino. Ambientada muy bien a la época, la película se puede definir como un film de momentos, o sea, con secuencias de excelencia narrativa y actoral, pero que pierden fuerza cuando se analiza el guión y la cinta en su conjunto. Ejemplo de esto refiere al encuentro nocturno del protagonista con tres curiosos individuos; a los sucesivos intentos de los personajes por asesinar al "hombre muerto"; o a la situación con el señor religioso. Muy buenos acontecimientos dramáticos y humorísticos, que no brillan en la totalidad de la propuesta.
Así como el protagonista es un individuo que está solo, que busca el refugio de una mujer (al principio) y luego de los distintos personajes que lo van acompañando, que parece tímido, pero que es corajudo, la película muestra una imagen arriesgada del indio americano. Su perfil, un hombre que se mueve como un fantasma por su territorio, que aparece y desaparece, y que usa sus conocimientos para dar confianza, se aleja un poco de la época en la que el relato transcurre, ya que es una imagen más moderna. Un gran personaje, muy bien manejado por el director.
Johnny Depp aporta una de las mejores actuaciones de su carrera, no por llevar adelante un rol excéntrico o loco, sino porque responde con soberbia a todas las características físicas y actitudinales del personaje creado por Jim Jarmusch. Su mirada es más importante que todas las palabras que dice, y el miedo, pese a que por momentos se lleva por delante sus propias decisiones, está muy bien expresado por el actor. La sencillez brilla y Depp transmite todo lo necesario como para transformar a su personaje en un rol creíble. Quienes lo acompañan están muy correctos, como John Hurt y Alfred Molina.
Así como el protagonista es un individuo que está solo, que busca el refugio de una mujer (al principio) y luego de los distintos personajes que lo van acompañando, que parece tímido, pero que es corajudo, la película muestra una imagen arriesgada del indio americano. Su perfil, un hombre que se mueve como un fantasma por su territorio, que aparece y desaparece, y que usa sus conocimientos para dar confianza, se aleja un poco de la época en la que el relato transcurre, ya que es una imagen más moderna. Un gran personaje, muy bien manejado por el director.
Johnny Depp aporta una de las mejores actuaciones de su carrera, no por llevar adelante un rol excéntrico o loco, sino porque responde con soberbia a todas las características físicas y actitudinales del personaje creado por Jim Jarmusch. Su mirada es más importante que todas las palabras que dice, y el miedo, pese a que por momentos se lleva por delante sus propias decisiones, está muy bien expresado por el actor. La sencillez brilla y Depp transmite todo lo necesario como para transformar a su personaje en un rol creíble. Quienes lo acompañan están muy correctos, como John Hurt y Alfred Molina.
CONCLUSIÓN
"Dead Man" no es lo mejor de la filmografía de Jarmusch, pero es una gran película. Una cinta extraña y distinta a todos los westerns imaginables. Con humor, lentitud, grandes personajes y muy buenas actuaciones.
