Hay que prestarle atención a los futuros proyectos de Richard Raaphorst, porque si tienen la contundencia y la originalidad (en el diseño de los personajes secundarios) presentes en este film, va a ser un gran aporte para el género. "Frankensteins Army" no es algo que no se haya visto antes narrativamente, pero es una experiencia sorpresiva en lo que respecta a la creación del suspenso, del villano y, en especial, de los últimos 20 minutos de duración.
Un grupo de soldados rusos son enviados a rescatar a unos compañeros a un pueblo cercano durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando llegan allí, se encuentran con un tal "dosctor" que está experimentando con la ciencia y creando su propio ejército de criaturas humanas mejoradas con herramientas metálicas. Lo que parece una misión sencilla, con velocidad se va a transformar en la tumba para los desafortunados soldados.
EL PODER DE LA IMAGINACIÓN
"Frankenstein" de Mary Shelley ha inspirado a centenares de directores. Ésta no es la excepción. El título hace referencia directa a esa obra, y el personaje posee una representación muy interesante, la cual aparece llegando a su conclusión. La locura del Doctor, los movimientos rápidos de su cuerpo, la importancia que le da a la energía eléctrica y esa decisión en sus convicciones se ven impuestas en el rol a la perfección. Sin duda alguna, el mejor papel de la película y las situaciones más interesantes de toda la narración.
La cinta entra en la categoría de "falso documental", filmada con cámara en mano. Este recurso se ve algo forzado en el primer tramo de la película, principalmente porque quien tiene la cámara posee todos los estereotipos posibles presentes. El mismo da un interesante giro pasando la mitad de la duración, y es allí donde el film empieza a desarrollar sus mejores momentos. La primera mitad es la típica en este tipo de propuestas: un grupo de personas que filman hechos extraños, empiezan a morir uno por uno, hay problemas en el grupo, personalidades que son más fuertes y un manejo de la primera persona que juega con el suspenso y los sustos. Hasta allí nada sorprendente.
Una vez que el giro argumental aparece, la situación cambia. Cuando el misterio alrededor del famoso doctor es resuelto todo posee la locura y el histrionismo que la propuesta se merecía. Locas operaciones cerebrales, discursos políticos y morales tirados al espectador con la misma intensidad y ridiculez, criaturas secundarias que, además de presentar un diseño artístico muy interesante, funcionan, y un logrado final. Una película que se guarda lo mejor para su conclusión y que, pese a sus problemas en el comienzo (diálogos, lugares comunes, la invulnerabilidad de quien tiene la cámara), se disfruta.
La cinta entra en la categoría de "falso documental", filmada con cámara en mano. Este recurso se ve algo forzado en el primer tramo de la película, principalmente porque quien tiene la cámara posee todos los estereotipos posibles presentes. El mismo da un interesante giro pasando la mitad de la duración, y es allí donde el film empieza a desarrollar sus mejores momentos. La primera mitad es la típica en este tipo de propuestas: un grupo de personas que filman hechos extraños, empiezan a morir uno por uno, hay problemas en el grupo, personalidades que son más fuertes y un manejo de la primera persona que juega con el suspenso y los sustos. Hasta allí nada sorprendente.
Una vez que el giro argumental aparece, la situación cambia. Cuando el misterio alrededor del famoso doctor es resuelto todo posee la locura y el histrionismo que la propuesta se merecía. Locas operaciones cerebrales, discursos políticos y morales tirados al espectador con la misma intensidad y ridiculez, criaturas secundarias que, además de presentar un diseño artístico muy interesante, funcionan, y un logrado final. Una película que se guarda lo mejor para su conclusión y que, pese a sus problemas en el comienzo (diálogos, lugares comunes, la invulnerabilidad de quien tiene la cámara), se disfruta.
CONCLUSIÓN
"Frankenstein´s Army" triunfa por cómo el director logró crear misterio, diversión, y locura en un género gastado y repetitivo. Si bien su guión no tiene demasiada fuerza y pasa a segundo plano cuando la acción aparece, la propuesta es lo suficientemente bizarra y ridícula (en el buen sentido de la palabra) como para mantener atento al espectador. Entretenida, con villanos muy bien armados, y con un buen remate.
