TITULO ORIGINAL: The Deep Blue Sea (El Profundo Mar Azul)
ORIGEN: Reino Unido (2012)
DIRECCIÓN: Terence Davies
INTERPRETES: Rachel Weisz, Tom Hiddleston, Simon Russell Beale
FOTOGRAFÍA: Florian Hoffmeister
GUION: Terence Davies
FOTOGRAFÍA: Florian Hoffmeister
GUION: Terence Davies
GENERO: Drama
DURACION: 101 Minutos
PRODUCTORA: Camberwell / Fly Films, Film4, Protagonist Pictures, UK Film Council
CRITICA:
VACÍO POSGUERRA
Por Martín Morales
Son muchos los dramas posguerra que en los últimos años han aparecido en los cines, varios de ellos reflejando consecuencias plenamente sociales o políticas, y otros contando una historia personal, en este caso sobre una mujer que vive en la oscuridad y que no le encuentra demasiado sentido a su vida sin el amor de su pareja. Una película diferente, muy bien escrita, con impecables actuaciones y con una profundidad excelentemente lograda por su director.
La película posee un desarrollo argumental algo rebuscado, pero que se entiende a la perfección, en especial por el tratamiento que Terence Davies le da a la imagen y a los cambios temporales. Ubicado alrededor de 1950, el relato se centra en su mayor proporción en retratar el día en el que Hester, una mujer casada, intenta sin éxito suicidarse. Por medio de flashbacks, se empieza a inspeccionar su pasado, a contar la formalidad de su matrimonio y a remarcar la falta de contacto físico con su esposo, lo que provoca que ella vaya en busca de la lujuria que estuvo ausente durante tantos años de pareja. Es así, como conoce a Freddie, un ex combatiente perturbado y desmotivado luego de la guerra.
Con una ambientación oscura, deprimente y depresiva, la película introduce, como si fuese casi una cinta muda, a la protagonista y a su conflicto personal. Inmediatamente después de esa maravillosa secuencia inicial, en la que los detalles son de suma importancia para entender algunos pasajes del final, el relato empieza a jugar con los cambios temporales y a profundizar en las actitudes y acciones que ocasionaron el intento de suicidio de la mujer. Dichos saltos en el tiempo, lejos de confundir, pero que precisan de un espectador atento a la narración para poder comprenderlos a la perfección, van aportando características al perfil de la protagonista, y su historia, poco a poco, se va cerrando. Un relato sobre una mujer inmersa en una gran depresión personal, rodeada por el desastre de la Guerra, por el miedo al fracaso y por la falta de esa chispa de vida que parece estar en todos los que la acompañan menos en ella.
La puesta en escena es maravillosa. El trabajo de ambientación y de diseño artístico es muy bueno, y acompaña con expresión las emociones de la protagonista, funcionando siempre como un apoyo indispensable de sus acciones y sentimientos. Por ejemplo, el uso de la iluminación siempre responde a la soledad y a la autoestima de Hester, así como el uso del humo del cigarrillo, o el exceso de brillo en las secuencias en las que ella está feliz. Por otro lado, la banda sonora es acorde a la época y está muy bien lograda, especialmente en los primeros 10 minutos y en el final.
Rachel Weisz aporta uno de los mejores trabajos de su filmografía, principalmente por encarnar con expresión y realismo a la deprimente mujer. Transmite soledad, angustia y una sorpresiva libertad al final. Se lleva la película al hombro y hace que su trabajo se destaque por sobre el resto. Tom Hiddleston también está muy correcto, en especial en los momentos en los que discute y lleva adelante la furia de su rol.
"The Deep Blue Sea" es una película delicada, visualmente impecable, profunda y con una historia diferente y muy bien escrita. Una con impecables actuaciones, con una dirección acertada, y con un trabajo de ambientación que acompaña a la perfección el relato. Para pensar y disfrutar de una narración atrapante y a la vez desconcertante.
ESCENA DESTACADA: la toma final abre una puerta al debate muy buena.
La película posee un desarrollo argumental algo rebuscado, pero que se entiende a la perfección, en especial por el tratamiento que Terence Davies le da a la imagen y a los cambios temporales. Ubicado alrededor de 1950, el relato se centra en su mayor proporción en retratar el día en el que Hester, una mujer casada, intenta sin éxito suicidarse. Por medio de flashbacks, se empieza a inspeccionar su pasado, a contar la formalidad de su matrimonio y a remarcar la falta de contacto físico con su esposo, lo que provoca que ella vaya en busca de la lujuria que estuvo ausente durante tantos años de pareja. Es así, como conoce a Freddie, un ex combatiente perturbado y desmotivado luego de la guerra.
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Críticas de películas inglesas:
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La puesta en escena es maravillosa. El trabajo de ambientación y de diseño artístico es muy bueno, y acompaña con expresión las emociones de la protagonista, funcionando siempre como un apoyo indispensable de sus acciones y sentimientos. Por ejemplo, el uso de la iluminación siempre responde a la soledad y a la autoestima de Hester, así como el uso del humo del cigarrillo, o el exceso de brillo en las secuencias en las que ella está feliz. Por otro lado, la banda sonora es acorde a la época y está muy bien lograda, especialmente en los primeros 10 minutos y en el final.
Rachel Weisz aporta uno de los mejores trabajos de su filmografía, principalmente por encarnar con expresión y realismo a la deprimente mujer. Transmite soledad, angustia y una sorpresiva libertad al final. Se lleva la película al hombro y hace que su trabajo se destaque por sobre el resto. Tom Hiddleston también está muy correcto, en especial en los momentos en los que discute y lleva adelante la furia de su rol.
"The Deep Blue Sea" es una película delicada, visualmente impecable, profunda y con una historia diferente y muy bien escrita. Una con impecables actuaciones, con una dirección acertada, y con un trabajo de ambientación que acompaña a la perfección el relato. Para pensar y disfrutar de una narración atrapante y a la vez desconcertante.
ESCENA DESTACADA: la toma final abre una puerta al debate muy buena.
