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THE ARTIST



TITULO ORIGINAL: The Artist (El Artista)
ORIGEN: Francia (2011)
DIRECTOR: Michel Hazanavicius
INTERPRETES: Jean Dujardin, Bérénice Bejo
MUSICA: Ludovic Bource
FOTOGRAFIA: Guillaume Schiffman
GUION: Michel Hazanavicius
GENERO: Drama
DURACION: 100 Minutos
PRODUCTORA: Pathé, Film 4UK , Film Council, Media Rights Capital
























CRITICA:

LOS COMIENZOS DEL CINE SONORO
Por Martín Morales

La llegada del sonido al cine de Hollywood, terminando la década de 1920, marcó un antes y un después en la industria, no solo en lo económico, sino también en la manera en la que todo comenzó a mirarse, tardándose algunos años para poder encontrarle sentido y un uso enriquecedor a esa nueva herramienta. El cine mudo era el pasado, la nueva atracción era poder escuchar la voz de los actores. Este es el ámbito en el que "The Artist" se desarrolla, brindándole al espectador una experiencia que remite a esos viejos tiempos y que ejemplifica la crisis tras la aparición importante del sonido en las grandes producciones.

George Valentin es una estrella del cine mudo. Sus películas llenan enormes teatros y es amado por todo su público. Un día, luego de salir de una proyección, le sacan una fotografía con una hermosa fanática, llegando a la primera plana de un importante medio gráfico. Ella parece estar enamorada del actor, consigue un papel en una de sus películas, pero los caminos de la vida los distancian con rapidez y no vuelven a compartir escena juntos. La muchacha se convierte en una gran actriz gracias a la llegada del cine sonoro, mientras que él queda en el pasado, olvidado como un simple y poco aprovechable actor de cintas mudas.

Michel Hazanavicius propone aquí una historia en la que se cuenta esa vertiginosa y apresurada transición en la que el cine mudo en Hollywood llegó a su fin producto de la aparición del sonido sincronizado con la imagen, centralizando la narración en contar la experiencia de un actor al pasar de ser una estrella a estar totalmente olvidado por sus compañeros y por los productores. El guión es sencillo en términos argumentales, pero hace un muy bien trabajo al reconstruir la época en la que el hecho sucede y al transmitir, con solo movimientos y algunas placas escritas, los sentimientos en ambas partes del relato. Se cuenta cómo un protagonista vivió esa etapa de cambios, cómo a su vez eran los detrás de escena de las diferentes producciones (remitiendo a grandes clásicos musicales) y se plantea una interesante cuestión, basada en el término "una película dentro de otra película", que aporta originalidad y varios momentos para pensar (el sueño con los ruidos y la escena final).

Contada en blanco y negro y casi en su totalidad sin sonido más que el de la banda sonora, la película presenta dos características, además del guión, que la convierten en una entretenida, valiosa y original propuesta:

Por un lado, las actuaciones. El trabajo realizado por los dos intérpretes principales es soberbio y maravilloso. Jean Dujardin, con expresiones faciales que responden a las necesidades del guión, con movimientos corporales que expresan lo que no se dice con palabras y con una versatilidad que se impone en cada una de sus apariciones, brinda una labor redonda y llena de matices. Aquí él baila, tiene momentos dramáticos, demuestra amor por su mujer y por su trabajo, interpreta papeles totalmente diferentes los unos de los otros (películas que se filman y proyectan dentro del film), se emociona y transmite alegría. Un gran trabajo protagónico. Bérénice Bejo lo acompaña de manera divertida y sentida, desplegando matices muy bien logrados. Un elenco que se luce y que brilla en cada una de las secuencias. Valen ser destacadas las escenas en las que aparece el perro, compañero de George, aportándole humor a la película.

Por otro lado, la banda de sonido. Los primeros treinta minutos desarrollan una perfección general asombrosa, no solo al presentar y ejemplificar el auge de la figura protagonista, sino porque se mantiene un espíritu festivo y divertido muy bien logrado. Uno de los responsables de esto es Ludovic Bource, el compositor de la música de la película. La tonada principal del film es muy pegadiza y lleva un ritmo muy acorde al sentido que el mismo desea transmitir, mientras que responde muy bien a todos los momentos dramáticos y emocionantes del relato. Una banda sonora maravillosa, protagonista de muchas secuencias, que siempre acompaña con color y expresión la imagen.

"The Artist" es una película sencilla argumentalmente, que cerca de la mitad de su duración entra en un pequeño bache dramático excesivo, pero que repunta con rapidez y finaliza con una expresión auténtica de talento actoral, fotográfico y escénico. Una propuesta que remite y rinde homenaje a un estilo de cine pasado, pero que no hay que olvidar. Una curiosa, entretenida y bien lograda cinta para disfrutar.

ESCENA DESTACADA: los primeros 30 minutos.
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