

TITULO ORIGINAL: La Folie Almayer (La Locura de Almayer)
ORIGEN: Francia, Bélgica (2011)
DIRECTOR: Chantal Akerman
INTERPRETES: Stanislas Merhar, Aurora Marion, Marc Barbé, Zac Andrianasolo, Sakhna Oum
FOTOGRAFIA: Rémon Fromont
GUION: Chantal Akerman
GENERO: Drama
DURACION: 127 Minutos
MI OPINION:

8/10 MUY BUENA
CRITICA:
AÑOS DE LOCURA
Por Martín Morales
Por Martín Morales
La locura es un estado que durante la historia del cine ha sido usado para justificar crueles hechos, para connotar alguna realidad social, para desarrollar una historia de género, para identificar al villano o simplemente como un giro narrativo. Aquí se la utiliza como una consecuencia de diferentes hechos, como el síntoma final de una enfermedad mental, logrando así que la historia pase por diferentes etapas, no solo argumentales, sino actorales y temporales.
Un preocupado e interesado padre decide, luego de una fuerte discusión, entregar a su pequeña hija para que pueda estudiar en la ciudad y así comenzar a relacionarse con gente blanca (ella es mestiza). La elección no fue fácil, y después de ciertos enojos por una estafa con el hombre que se lleva a la pequeña, él se va a sentir responsable por no poder cuidar y brindarle todo lo necesario a su niña. La obsesión por la muchacha va a ser muy fuerte y, luego de un tiempo de no verla y de tener un remordimiento que minuto a minuto sigue creciendo, la locura comienza a aparecer, provocando así que el hombre haga cosas de las que luego se va a arrepentir.
La cinta desarrolla una cronología muy extensa, provocando así que el sentido de la locura aquí expuesto no sea una consecuencia rápida a ciertas situaciones, sino una lenta y repetida acumulación de sentimientos reprimidos que finalizan con una explosión interna difícil de controlar. Esta característica hace de la película una experiencia muy detallada y medida, no hay preguntas ni ningún tipo de situación que quede sin respuesta, todo tiene su justificación y, lo que al comienzo parece ilógico o incoherente, en su debido momento cobra sentido.
La película se introduce con el final de la historia, una escena que es una incógnita pura para el espectador, ya que no se sabe nada de los personajes que aparecen y mueren en esa situación. Luego, y manteniendo un orden cronológico interesante de los hechos, la cinta comienza a presentar a los diferentes roles, a describirlos y, con rapidez, a desarrollar los diferentes conflictos. Todo está planteado con lentitud, con un ritmo pausado, con poco diálogo y con mucho sonido incidental. Una vez que todo va cobrando forma y sentido, y la locura del protagonista va apareciendo, la cinta va cerrando puertas con velocidad y empieza a darle prioridad al trabajo de Stanislas Merhar, quien aporta una labor envidiable, meticulosa, detallista, expresiva y muy real. Quienes lo acompañan, ya sean Marc Barbé (el capitán), quien logra lucirse en los primeros veinte minutos; Aurora Marion (Nina), aparece pasada la mitad del relato con el protagonismo que su personaje merecía, y lo interpreta muy bien; o Zac Andrianasolo (Dain), en un rol con una importancia mayor al final, cada uno le aporta realismo y talento a la propuesta.
La fotografía es hermosa, se juega mucho con los planos secuencia de los paisajes y de la vida silvestre; los colores en muchas oportunidades son saturados para darle mayor importancia visual al ambiente; la música acompaña muy bien lo que va sucediendo; mientras que el vestuario y maquillaje están acordes a las necesidades del guión (ver cómo las prendas se van gastando mientras los minutos van pasando).
"La Folie Almayer" es una película lenta, con un desarrollo excelente de la locura del protagonista y con soberbias actuaciones. Una propuesta creíble, original, con una historia muy interesante y muy bien lograda, y con una dirección que aprovecha correctamente, además del talento de cada intérprete, los espacios físicos para crear belleza dentro de la trágica narración. Con un ritmo pausado y hasta innecesariamente tedioso por momentos, pero que desarrolla un relato muy bien escrito y distinto al tradicional de este tipo de propuestas.
UNA ESCENA A DESTACAR: escena final, excelente actuación protagónica.