TITULO ORIGINAL: Profondo Rosso (Deep Red - Rojo Profundo)
ORIGEN: Italia (1975)
DIRECTOR: Dario Argento
INTERPRETES: David Hemmings, Daria Nicolodi, Gabriele Lavi,a Macha Meril, Eros Pagni, Giuliana Calandra, Glauco Mauri, Clara Calamai, Piero Mazzinghi
FOTOGRAFIA: Luigi Kuveiller
MUSICA: Goblin
GUION: Dario Argento, Bernardino Zapponi
GENERO: Terror
DURACION: 126 Minutos
CALIFICACION: Apta para mayores de 16 años
MUSICA: Goblin
GUION: Dario Argento, Bernardino Zapponi
GENERO: Terror
DURACION: 126 Minutos
CALIFICACION: Apta para mayores de 16 años
MI OPINION:
8/10 MUY BUENA
CRITICA:
EL ASESINO DEL GUANTE
Por Martín Morales
Por Martín Morales
Una de las características más destacables que aparece en cada una de las películas de Darío Argento, es la utilización de la música como un agente de acompañamiento extraño y hasta poco fluido con respecto a lo que se ve en escena, pero es una marca personal que identifica a sus producciones y que, en especial, le brinda al espectador una experiencia distinta y original. En esta ocasión, estamos ante una de las mejores obras del director y ante una demostración pura de cómo construir escenas dramáticas y de suspenso con una banda sonora muy buena y poco común para este estilo de propuestas.
Un músico es testigo, una noche, de un cruel asesinato en el mismo edificio en el que él vive. Luego de llamar a la policía, de observar cómo el responsable se escapaba cómodamente, y de ver cómo la sangre se desparramaba por el cuello de la víctima, manchando el departamento, el hombre se va a sentir obsesionado con tratar de descubrir la causa del atroz acto y con intentar develar quién fue el respectivo culpable.
Esta película dura poco más de dos horas, minutos que se sienten llegando a las instancias finales. La misma tiene una cronología lenta y detallada, mezclando géneros y creando un relato lo más abierto, grande y ambicioso posible. Hay un poco de drama; un poco de fantasía y toques paranormales; romance; un fuerte policial, en el que no faltan figuras de la autoridad y un gran movimiento de prensa; situaciones de género realmente impresionantes; mucho suspenso y terror; sangre bien roja y espesa; toques de comedia en los papeles policiales; un debate interesante entre el machismo y la libertad; y una historia retorcida que se resuelve correctamente en los minutos finales. Todo esto está conjugado de tal manera que el espectador pueda apreciar cada situación por separado, pero siempre manteniendo el sentido y la coherencia narrativa como para que cada actitud, cada giro y cada emoción se sienta creíble. Es allí donde aparece la habilidad de Argento para contar historias, ya que, si bien la misma es complicada y los personajes son pocos para tal grandeza, cada situación posee una característica visual, sonora o argumental que logra destacarse.
Aquí se utiliza la fotografía para mostrar, obviamente, lo que sucede, pero cada escena presenta un inventivo y una técnica muy fluida y artística, son muchos los planos detalle y los planos secuencia en los que se pueden ver objetos descansando sobre el piso, una mesa o el piano; son varios los travellings que se pueden ver de los lugares cerrados, desencuadrando a los mismos personajes para que algún otro agente entre en escena; y son muchos los ángulos artísticos y hermosos que se emplean para mostrar un punto de vista diferente sobre un hecho, persona u objeto. Una fotografía simple, pero distinta e impactante.
Por otro lado, el uso de la música es de suma importancia para la creación de climas. Como en las pasadas y futuras películas de Argento, aquí se emplea una banda sonora que poco tiene que ver, en las escenas dramáticas, con lo que se ve en pantalla, aportándole una heterogeneidad extraña, pero fascinante. Los momentos de suspenso, en los que comúnmente se emplea el silencio o una música que profundice la atmósfera de intranquilidad, aquí van acompañados con acordes rockeros, con sonidos fuertes y movilizantes, y con canciones que encajarían perfectamente en secuencias de acción. Muy buen uso de la música en esta película.
Las actuaciones son buenas. David Hemmings le aporta realismo y expresión a su personaje protagónico; Daria Nicolodi (la periodista) juega con el romance y con el humor, tiene un personaje muy femenino y muy bien interpretado; y Gabriele Lavia, el amigo, está muy correcto en su papel de alcohólico.
"Profondo Rosso" es una de las mejores películas de Dario Argento, una película bien escrita, larga, con una mezcla muy buena de géneros y con un aprovecho muy bien logrado de la música y de los espacios cerrados. Una historia complicada y extensa, con una fotografía que acompaña de manera ingeniosa el relato, y con muchas escenas de terror puro y auténtico (la aparición del muñeco). Una gran película italiana, una cinta que todo fanático del género no debe dejar de ver.
UNA ESCENA A DESTACAR: muñeco y la casa.
Un músico es testigo, una noche, de un cruel asesinato en el mismo edificio en el que él vive. Luego de llamar a la policía, de observar cómo el responsable se escapaba cómodamente, y de ver cómo la sangre se desparramaba por el cuello de la víctima, manchando el departamento, el hombre se va a sentir obsesionado con tratar de descubrir la causa del atroz acto y con intentar develar quién fue el respectivo culpable.
Esta película dura poco más de dos horas, minutos que se sienten llegando a las instancias finales. La misma tiene una cronología lenta y detallada, mezclando géneros y creando un relato lo más abierto, grande y ambicioso posible. Hay un poco de drama; un poco de fantasía y toques paranormales; romance; un fuerte policial, en el que no faltan figuras de la autoridad y un gran movimiento de prensa; situaciones de género realmente impresionantes; mucho suspenso y terror; sangre bien roja y espesa; toques de comedia en los papeles policiales; un debate interesante entre el machismo y la libertad; y una historia retorcida que se resuelve correctamente en los minutos finales. Todo esto está conjugado de tal manera que el espectador pueda apreciar cada situación por separado, pero siempre manteniendo el sentido y la coherencia narrativa como para que cada actitud, cada giro y cada emoción se sienta creíble. Es allí donde aparece la habilidad de Argento para contar historias, ya que, si bien la misma es complicada y los personajes son pocos para tal grandeza, cada situación posee una característica visual, sonora o argumental que logra destacarse.
Aquí se utiliza la fotografía para mostrar, obviamente, lo que sucede, pero cada escena presenta un inventivo y una técnica muy fluida y artística, son muchos los planos detalle y los planos secuencia en los que se pueden ver objetos descansando sobre el piso, una mesa o el piano; son varios los travellings que se pueden ver de los lugares cerrados, desencuadrando a los mismos personajes para que algún otro agente entre en escena; y son muchos los ángulos artísticos y hermosos que se emplean para mostrar un punto de vista diferente sobre un hecho, persona u objeto. Una fotografía simple, pero distinta e impactante.
Por otro lado, el uso de la música es de suma importancia para la creación de climas. Como en las pasadas y futuras películas de Argento, aquí se emplea una banda sonora que poco tiene que ver, en las escenas dramáticas, con lo que se ve en pantalla, aportándole una heterogeneidad extraña, pero fascinante. Los momentos de suspenso, en los que comúnmente se emplea el silencio o una música que profundice la atmósfera de intranquilidad, aquí van acompañados con acordes rockeros, con sonidos fuertes y movilizantes, y con canciones que encajarían perfectamente en secuencias de acción. Muy buen uso de la música en esta película.
Las actuaciones son buenas. David Hemmings le aporta realismo y expresión a su personaje protagónico; Daria Nicolodi (la periodista) juega con el romance y con el humor, tiene un personaje muy femenino y muy bien interpretado; y Gabriele Lavia, el amigo, está muy correcto en su papel de alcohólico.
"Profondo Rosso" es una de las mejores películas de Dario Argento, una película bien escrita, larga, con una mezcla muy buena de géneros y con un aprovecho muy bien logrado de la música y de los espacios cerrados. Una historia complicada y extensa, con una fotografía que acompaña de manera ingeniosa el relato, y con muchas escenas de terror puro y auténtico (la aparición del muñeco). Una gran película italiana, una cinta que todo fanático del género no debe dejar de ver.
UNA ESCENA A DESTACAR: muñeco y la casa.
