A SERBIAN FILM

TITULO ORIGINAL: A Serbian Film
ORIGEN: Serbia
INTERPRETES: Sergej Trifunović, Srđan Todorović
DIRECTOR: Srdjan Spasojevic
FOTOGRAFIA: Nemanja Jovanov
GUION: Aleksandar Radivojević, Srđan Dragojević, Marija Stanošević
MUSICA: Sky Wikluh
GENERO: Terror
DURACION: 110 Minutos
CALIFICACION: Apta para mayores de 18 años
DISTRIBUIDORA: Invincible Pictures

MI OPINION:

2/10 MALA

CRITICA:

¿A QUE HEMOS LLEGADO?
Por Martín Morales

No existe adjetivo calificativo más acertado para esta película que la palabra desagradable. Pero no en el término de la cantidad de sangre, muerte, morbo, sexo o suciedad que aquí se presenta, sino desagradable por la manera en la que está realizada, por como el director decide incorporar un mensaje político recurriendo a la misma violencia que critica y por cada una de las decisiones que forman este film.

Un actor porno decide aceptar un extraño trabajo con un reconocido director de cine. Ni él, ni su familia saben qué es lo que tendrá que hacer, pero él lo acepta por la gran suma de dinero que está en juego. Cuando las grabaciones dan comienzo, una inesperada sorpresa lo está esperando.

Si el objetivo de Srdjan Spasojevic, el director, al desarrollar esta cinta fue el de torturar al espectador con escenas totalmente obscenas y violentas, pues aquí lo logra y con mucho éxito. Pero si su intención era, y seguramente esta segunda es la acertada, mostrar y criticar una realidad pasada en Serbia, él no logró ni se acerca a cumplirlo.

La filosofía sencilla de la cinta es mostrar como la manipulación del hombre triunfa frente a la debilidad de la víctima, y, expresado directamente en el desarrollo de la cinta, como a una persona se la obliga a hacer las aberraciones más desagradables imaginables por control del poder. Ese mensaje está claro en la película y es la única explicación que se le puede dar al espectador que quiera someterse a ver esta cinta.

El desarrollo del argumento mantiene un mismo esquema durante todo su transcurso. Se plantea un escenario y se lo utiliza para mostrar explícitamente una expresión cruda de manipulación masculina. Es así como se pueden ver momentos lamentables en los que personas tienen relaciones sexuales con niños, con muertos, con mujeres torturadas; una situación en la que el hijo de la familia (7 años) está viendo pornografía y el padre le explica como se tiene que tocar por las noches, e infinidad de escenas desagradables. Lo más desacertado o doloroso de la misma es que el director dice encontrar en dichas escenas un mensaje político. La pregunta es: ¿Es necesario mostrar a una mujer que está en trabajo de parto y el "doctor", por llamarlo de alguna manera, comienza a abusar al recién nacido y al mismo tiempo afirmar que ésta es una referencia a la política pasada? El director crea instantáneamente el sentido opuesto al que él busca con esta cinta, prevalece la violencia gráfica sobre la reflexión, hasta tal punto que es tan directa y absurda la enorme exposición sexual y tormentosa que tiene el protagonista, que se la reconoce más por su perturbador desarrollo que por su moralidad.

Si el espectador está dispuesto a sufrir casi dos horas con escenas de pedofilia, necrofilia, referencias a la zoofilia, muerte y morbo, ésta es su película indicada. Si el espectador va en busca de una película con un mensaje que prevalezca sobre lo gráfico, aunque el mismo está presente, vaya a ver otra cosa. Una dirección incorrecta, un guión ingenioso por momentos, pero detestable por otros, con una explicitud que no tiene esa corrección política que en todo momento trata de tener y con una sobreactuación importante de sus intérpretes que magnifica esta desastrosa experiencia. Es dificil encontrarle virtudes artíticas. Una cinta que crítica el abuso y la manipulación con más abuso y cruzando límites.

UNA ESCENA A DESTACAR: la última toma