ORIGEN: Estados Unidos.
INTERPRETES: Gary Oldman, Anthony Hopkins, Winona Ryder, Sadie Frost, Richard E. Grant, Keanu Reeves
DIRECTOR: Francis Ford Coppola
GUION: James V. Hart
MÚSICA: Wojciech Kilar
GENERO: Drama
DURACION: 120 Minutos
CALIFICACION: Apta para mayores de 16 años.
DISTRIBUIDORA: Paramount
MI OPINION:
8 MUY BUENA
CRITICA:
UN CONDE SUELTO EN LONDRES
Por Martín Morales
Por Martín Morales
El Conde Drácula es históricamente uno de los grandes protagonistas del cine, cuenta con muchísimas y diversas adaptaciones a la pantalla grande (más de 200) y fue encarnado por figuras irremplazables del séptimo arte. Esta adaptación de la novela de Bram Stoker, dirigida por Francis Ford Coppola, es una fábula sobre el amor, el destino y el terror, uno de los tantos relatos que quedará en el recuerdo gracias a sus aciertos técnicos y actorales.
Luego del suicidio de su amada, Drácula promete revivir de las oscuridades de la Tierra y hacer sufrir a todos los que maldijeron su entorno. Es así como, después de dos siglos, este llega a Londres para enamorar a la prometida de un viajero y retornar a los confines del inframundo.
Si bien la novela presenta características y pasajes diferentes a los contados en la película, el trabajo de Coppola y del guionista en trasladar dicha historia a la pantalla grande es sumamente respetuoso y muy bien logrado.
Una de las grandes características que posee esta cinta es el valor y la fuerza de cada uno de sus personajes. Aquí todos son importantes y logran diferenciarse del resto gracias al excelente trabajo de los actores que los encarnaron. Gary Oldman, en sin duda alguna uno de los trabajos más estilizados y perfeccionistas de su carrera, está perfecto en cada una de las etapas de Drácula. Los movimientos bruscos, esa pose segura pero frágil y temerosa, sus lentos pero decididos murmullos y ese vaivén con sus manos, hacen del Conde un personaje temerario, escalofriante y engañoso, pero un placer para los sentidos. Winona Ryder también está muy bien. Pasa de ser la inocente y delicada doncella que narra la novela y que desarrolla en los primeros minutos del film, a ser una "guerrera" con mucha sangre y venganza en sus venas, muy bien interpretado su rol. Keanu Reeves, que pasa desapercibido a partir de la segunda mitad de la historia, está correcto. Anthony Hopkins, el inteligente pero imprevisible Van Helsing, despliega sus dotes interpretativos de una manera sorpresiva, principalmente cuando éste descubre la verdad que lo rodea. Los demás actores y actrices mantienen un nivel de coherencia y talento muy destacable, entre quienes se pueden destacar: Richard E. Grant, Cary Elwes y Sadie Frost.
La primera media hora desarrolla un despliegue artístico bellísimo, que va cambiando y evolucionando con el paso de los minutos. Es así como el juego con las sobras del protagonista, los silencios que desarrollan una carga emocional muy bien lograda, y ese maravilloso despliegue visual que rodea el maquillaje y la fotografía, son espectaculares.
Este es uno de los pocos relatos que mezcla la historia real del famoso personaje con la ficticción, en este caso escrita por Bram Stoker, lo que le brinda un toque diferente a la narración y la hace, dentro de lo posible, mucho más creíble ya que la ubica en un espacio y un tiempo real.
El guión es interesante, tiene suspenso y escenas que quedarán en el recuerdo del espectador, por ejemplo la aparición de la vampiresa en plena noche, un momento terrorífico y artísticamente bellisimo, se plantean cambios narrativos pocas veces vistos con tal profundidad y efectividad y se juega constantemente con el cambio de personajes.
Con un vestuario para destacar, una fotografía muy detallista, una banda sonora escalofriante, escenarios visualmente formidables, actuaciones muy profundas y emocionales y un guión que se permite transitar por los diferentes géneros sin caer en la obviedad, "Bram Stoker´s Drácula" es un clásico que perdurará en el tiempo y, aunque hay mejores películas sobre este mítico personaje, este es un drama que no hay que dejar de ver.
UNA ESCENA A DESTACAR: la llegada al castillo en el comienzo
Luego del suicidio de su amada, Drácula promete revivir de las oscuridades de la Tierra y hacer sufrir a todos los que maldijeron su entorno. Es así como, después de dos siglos, este llega a Londres para enamorar a la prometida de un viajero y retornar a los confines del inframundo.
Si bien la novela presenta características y pasajes diferentes a los contados en la película, el trabajo de Coppola y del guionista en trasladar dicha historia a la pantalla grande es sumamente respetuoso y muy bien logrado.
Una de las grandes características que posee esta cinta es el valor y la fuerza de cada uno de sus personajes. Aquí todos son importantes y logran diferenciarse del resto gracias al excelente trabajo de los actores que los encarnaron. Gary Oldman, en sin duda alguna uno de los trabajos más estilizados y perfeccionistas de su carrera, está perfecto en cada una de las etapas de Drácula. Los movimientos bruscos, esa pose segura pero frágil y temerosa, sus lentos pero decididos murmullos y ese vaivén con sus manos, hacen del Conde un personaje temerario, escalofriante y engañoso, pero un placer para los sentidos. Winona Ryder también está muy bien. Pasa de ser la inocente y delicada doncella que narra la novela y que desarrolla en los primeros minutos del film, a ser una "guerrera" con mucha sangre y venganza en sus venas, muy bien interpretado su rol. Keanu Reeves, que pasa desapercibido a partir de la segunda mitad de la historia, está correcto. Anthony Hopkins, el inteligente pero imprevisible Van Helsing, despliega sus dotes interpretativos de una manera sorpresiva, principalmente cuando éste descubre la verdad que lo rodea. Los demás actores y actrices mantienen un nivel de coherencia y talento muy destacable, entre quienes se pueden destacar: Richard E. Grant, Cary Elwes y Sadie Frost.
La primera media hora desarrolla un despliegue artístico bellísimo, que va cambiando y evolucionando con el paso de los minutos. Es así como el juego con las sobras del protagonista, los silencios que desarrollan una carga emocional muy bien lograda, y ese maravilloso despliegue visual que rodea el maquillaje y la fotografía, son espectaculares.
Este es uno de los pocos relatos que mezcla la historia real del famoso personaje con la ficticción, en este caso escrita por Bram Stoker, lo que le brinda un toque diferente a la narración y la hace, dentro de lo posible, mucho más creíble ya que la ubica en un espacio y un tiempo real.
El guión es interesante, tiene suspenso y escenas que quedarán en el recuerdo del espectador, por ejemplo la aparición de la vampiresa en plena noche, un momento terrorífico y artísticamente bellisimo, se plantean cambios narrativos pocas veces vistos con tal profundidad y efectividad y se juega constantemente con el cambio de personajes.
Con un vestuario para destacar, una fotografía muy detallista, una banda sonora escalofriante, escenarios visualmente formidables, actuaciones muy profundas y emocionales y un guión que se permite transitar por los diferentes géneros sin caer en la obviedad, "Bram Stoker´s Drácula" es un clásico que perdurará en el tiempo y, aunque hay mejores películas sobre este mítico personaje, este es un drama que no hay que dejar de ver.
UNA ESCENA A DESTACAR: la llegada al castillo en el comienzo
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