EL ESPEJO QUE NADIE QUISIERA POSEER
Los espejos, objetos predilectos del terror para asustar, dar escalofríos o simplemete engañar al espectador. "Oculus" lo utiliza para crear un relato rebuscado, difícil de entender y de seguir, pero diferente, algo astuto y bien logrado. Pese a que al final su historia termina cayendo en las redes de Hollywood, esta es una interesante propuesta para pensar.
Dos hermanos se reencuentran para tratar de darle un cierre a los complicados hechos que protagonizaron de chicos. Huérfanos y cada uno con una mirada distinta de lo sucedido, vuelven a la casa donde sus padres murieron. Ella está convencida de que el antiguo espejo que colgaba en la pared del despacho de su papá fue el culpable de todo, pero el hermano, luego de un tratamiento psiquiátrico, piensa que todo fue culpa de una amante. Pronto van a descubrir lo que verdaderamente sucedió en ese hogar.
Antes de ver este film el espectador tiene que saber que no se va a encontrar con la típica película de fantasmas. Hay sustos y apariciones, pero son pocas y no son el principal atractivo de la propuesta. No hay que sentirse demasiado atraído por la publicidad, ya que este es un relato diferente, en el que el terror es un elemento secundario. Si uno saca el factor paranormal, estamos frente a un drama familiar que al comienzo entra en muy buenos planteos (la guerra entre hermanos por cómo ven lo sucedido), y que en su segunda mitad entrega un juego de edición que pondrá los pelos de punta a aquellos que prefieren los argumentos lineales.
El director (Mike Flanagan, "Absentia") propone una experiencia en la que el espejo es el principal protagonista, pese a que poco tiempo aparece en escena. La edición juega con lo que el espectador ve y cree que esta viendo, con los flashbacks y con los muchos cambios de cámara, los que proponen una enroscada, confusa y muy interesante representación de la atracción hacia el reflejo del mítico objeto. El relato es un gran rompecabezas que al final no es muy difícil de entender, pero que tendrá al espectador atento o totalmente descolorado mientra lo mira. Las actuaciones son correctas y la puesta en escena clara y sin demasiados problemas (sucede casi en su totalidad dentro de la misma casa).
La parte paranormal funciona sólo como complemento al efecto general de la película. Aporta casi nada al argumento y está para brindar los pocos sustos (bien logrados, por cierto) que la propuesta tiene.
"Oculus" no es el típico relato que el género nos tiene acostumbrados. Es un cuento intrincado, distinto y, en el fondo, con ideas espectaculares sobre el poder de un espejo maldito que no refleja siempre las cosas como en realidad son. Interesante, con un tercer acto previsible y poco efectivo, pero en general muy bien logrado. Recomendable.
6/10 BUENA
