El film se centra en contar la evolución política de un simple trabajador, quien empieza a tomar liderazgo con sus compañeros, hasta tal punto de convertirse en el máximo poder del gobierno de Polonia. Una mirada a la vida del Nobel de la Paz polaco, Lech Walesa.
EL NÚMERO UNO
La premisa es simple: una famosa periodista pide una entrevista con el presidente y, mediante las preguntas, el espectador comienza a ver su pasado y a armar el gran rompecabezas de su vida cronológicamente. El film hace un muy buen trabajo en destacar los momentos más interesantes e importantes de su historia, no solo para que el espectador que no conozca a Walesa pueda sentirse familiarizado rápidamente con el sujeto, sino también para marcar el tinte y la intensión que el director quiso con este film. Es una cinta en la que nunca se cuestiona su figura, siempre el relato se centra en contar los aspectos positivos de sus campañas, sin remarcar errores. Este es el principal inconveniente de la película, ya que hay situaciones que se dejaron afuera.
Pero, de todas maneras, esta es una muy interesante obra, que utiliza el material de archivo de manera muy ingeniosa (las actuaciones se mezclan en dichas grabaciones y se crea un estilo casi documental que va muy bien de la mano con el excelente trabajo de los intérpretes). Además, el director utiliza el humor para darle un toque fresco a la historia, y la música fuerte para ambientar distintos y fuertes momentos de su vida.
Robert Wieckiewicz brilla como Lech Walesa, no solo en lo físico (son muy parecidos), sino en sus movimientos, expresiones, manera de hablar y actitudes. Una labor maravillosa por parte del actor. Agnieszka Grochowska tiene sus momentos de destaque, en el rol de la esposa. Muy buena la química entre los actores.
Pero, de todas maneras, esta es una muy interesante obra, que utiliza el material de archivo de manera muy ingeniosa (las actuaciones se mezclan en dichas grabaciones y se crea un estilo casi documental que va muy bien de la mano con el excelente trabajo de los intérpretes). Además, el director utiliza el humor para darle un toque fresco a la historia, y la música fuerte para ambientar distintos y fuertes momentos de su vida.
Robert Wieckiewicz brilla como Lech Walesa, no solo en lo físico (son muy parecidos), sino en sus movimientos, expresiones, manera de hablar y actitudes. Una labor maravillosa por parte del actor. Agnieszka Grochowska tiene sus momentos de destaque, en el rol de la esposa. Muy buena la química entre los actores.
CONCLUSIÓN
"Walesa. Man of Hope" pudo haber sido una gran película si se hubiese dado la oportunidad al espectador de ver los dos lados de la historia. Es una cinta que solo cuenta el punto de vista del presidente. Igualmente, es un film más que interesante, cuyos 128 minutos se hacen ligeros, que presenta muy buenas ideas visuales (los cambios de colores y las reconstrucciones de los hechos históricos), y que tiene soberbias actuaciones.
