Una tarde varias personas son detenidas con capsulas con drogas en sus intestinos. Al mismo tiempo que estas mulas eran atendidas, llega al hospital un hombre inconsciente que parece tener relación con el tráfico de drogas. Cuando reacciona e intenta escaparse, es capturado por el Capitán de la policía y es obligado, para evitar la pena de muerte, a dar información. El individuo acepta y paso a paso les va dando instrucciones de cómo capturar a uno de los traficantes más importantes de China.
TO Y SU HABILIDAD PARA CREAR INIGUALABLE ARTE
Pese a que no es la película más violenta de la filmografía de To, ni está cerca de serlo, "Drug War" presenta una temática miles de veces explotada en el mundo, el típico juego del gato y el ratón entre la policía y los ladrones. Pero, el realizador es lo suficientemente original y preciso para desarrollar un relato plagado de buenos momentos, con un impecable manejo de las cámaras y con un ritmo tan bien manejado que la convierte en una gratificante y asombrosa producción.
La historia no es del todo novedosa, pero la manera en la que el director la llevó adelante hace que la misma tenga signos de grandeza y perfección. Las muchas secuencias con acción están muy bien armadas, coreografiadas y maravillosamente filmadas (la fotografía, los planos y la iluminación se complementan de tal manera que las sucias calles de Hong Kong y sus oscuros suburbios pasan a tener una belleza extraña y diferente). A su vez, el guión va evolucionando con tranquilidad, con mucho misterio y suspenso. Es un relato rebuscado y con muchas vueltas, pero al final todo se cierra en una maravillosa ironía que no deja lugar a las preguntas sin respuesta. Un buen libreto, muy bien llevado a escena por Johnnie To.
Las actuaciones son otra de las características que hacen de este policial una gran experiencia. El trabajo de cada uno de los interpretes es impecable y conforman un conjunto muy creíble y acorde a las necesidades del guión. Vale la pena destacar a Louis Koo, siempre plantando la duda al espectador sobre sus acciones; y a Honglei Sun, como el versátil Capitán.
La historia no es del todo novedosa, pero la manera en la que el director la llevó adelante hace que la misma tenga signos de grandeza y perfección. Las muchas secuencias con acción están muy bien armadas, coreografiadas y maravillosamente filmadas (la fotografía, los planos y la iluminación se complementan de tal manera que las sucias calles de Hong Kong y sus oscuros suburbios pasan a tener una belleza extraña y diferente). A su vez, el guión va evolucionando con tranquilidad, con mucho misterio y suspenso. Es un relato rebuscado y con muchas vueltas, pero al final todo se cierra en una maravillosa ironía que no deja lugar a las preguntas sin respuesta. Un buen libreto, muy bien llevado a escena por Johnnie To.
Las actuaciones son otra de las características que hacen de este policial una gran experiencia. El trabajo de cada uno de los interpretes es impecable y conforman un conjunto muy creíble y acorde a las necesidades del guión. Vale la pena destacar a Louis Koo, siempre plantando la duda al espectador sobre sus acciones; y a Honglei Sun, como el versátil Capitán.
CONCLUSIÓN
"Drug War" es una propuesta redonda, bien armada, dirigida, actuada, fotografiada y escrita. Se acerca mucho a lo tradicional con su temática policial, pero Johnnie To demuestra una vez más que su habilidad para aferrar al espectador a la butaca es más fuerte que cualquier similitud con otras películas. Con un pulso envidiable y con un soberbio final, esta es una clase excepcional sobre la acción de crear algo novedoso con las típicas bases del género.
