Kate y Lucas trabajan en una cervecería. Ellos son muy buenos amigos, están todo el día juntos, hacen bromas, disfrutan salir a tomar luego de las responsabilidades, y tienen un coqueteo que a ojos de cualquier persona podría significar otra cosa. Un fin de semana, ella decide invitarlo, con sus respectivas parejas, a un lugar cercano a la playa. Todo va a cambiar en la vida de Kate luego de ese viaje.
BUEN ELENCO Y UNA BIEN CONTADA HISTORIA
"Drinking Buddies" es una película muy sencilla, pero dicha simplicidad va acompañada de un ejercicio muy bien logrado sobre la amistad. El relato es más que personas tomando cerveza, como dice el título, pese a que en la mayoría de las escenas tienen en las manos un vaso con la bebida espumante. Se mete de manera muy creíble en las entrañas de la curiosa relación entre los protagonistas y desarrolla algunas vueltas narrativas que se alejan de los propios estereotipos de estas cintas. No es una propuesta que emocione, o que deje algo para debatir o pensar luego de finalizada la función, es un film con una buena historia, bien contada, pero algo indiferente en la transmisión de sentimientos.
El relato tiene muy buenas escenas, así como el plano final, la discusión, el paseo por el bosque y los primeros minutos. A su vez, los actores tienen una química fantástica, lo que produce que el espectador se sienta identificados con ellos, disfrute de sus andanzas y se sienta parte de ese circulo de amigos.
La belleza y la naturalidad de Olivia Wilde hacen de su personaje un papel creíble y muy simpático. Jake Johnson encarna muy bien a su rol, en especial porque está escrito de tal manera que el espectador, hasta cierto punto de la narración, no sabe de qué lado del triangulo amoroso se encuentra. Mientras que Anna Kendrick, con sutileza y realismo interpreta a la reflexiva y llena de culpas Jill.
El relato tiene muy buenas escenas, así como el plano final, la discusión, el paseo por el bosque y los primeros minutos. A su vez, los actores tienen una química fantástica, lo que produce que el espectador se sienta identificados con ellos, disfrute de sus andanzas y se sienta parte de ese circulo de amigos.
La belleza y la naturalidad de Olivia Wilde hacen de su personaje un papel creíble y muy simpático. Jake Johnson encarna muy bien a su rol, en especial porque está escrito de tal manera que el espectador, hasta cierto punto de la narración, no sabe de qué lado del triangulo amoroso se encuentra. Mientras que Anna Kendrick, con sutileza y realismo interpreta a la reflexiva y llena de culpas Jill.
CONCLUSIÓN
"Drinking Buddies" es una linda película, con una historia que destella simplicidad, pero que está bien contada. Quizás le falte un poco de contundencia en los temas que trata como para dejar pensando al espectador, o simplemente para que el recuerdo de la cinta no se disuelva con rapidez. Vale la pena destacar la tensión amorosa excelentemente lograda por Swanberg durante toda la duración, sin duda, una de las virtudes de esta propuesta. Para ver con amigos (y si es posible con alguna buena compañía femenina) tomando algunas cervezas.
