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FAUST



TITULO ORIGINAL: Faust (Fausto)
ORIGEN: Rusia (2011)
DIRECTOR: Alexander Sokurov
INTERPRETES: Johannes Zeiler, Anton Adasinsky, Isolda Dychauk, Hanna Schygulla
MUSICA:
Andrey Sigle
FOTOGRAFIA: Bruno Delbonnel
GUION:
Alexander Sokurov, Marina Koreneva, Yuri Arabov
GENERO: Drama
DURACION: 134 Minutos
DISTRIBUIDORA: Proline Film
CALIFICACION: Apta para mayores de 13 años



MI OPINION:



8/10 MUY BUENA




























CRITICA:
UNA CRUEL DEUDA
Por Martín Morales

Adaptación del clásico literario de Johann Wolfgang von Goethe, "Faust" es una historia sobre el desquicie y la maldad humana, con una fotografía hermosa y a la vez distorcionadamente perturbadora, con muy buenas actuaciones y un humor payasesco que, junto con el incesante relato, crean una película de una fuerza absorbente y muy bien filmada.

Fausto es un médico que, por problemas en su oficio y diferencias con sus mayores, queda sin dinero, hambriento y tratando de encontrar la manera de sobrevivir. Para poder tener un poco de alimento, decide empeñar un valioso anillo, pero al llegar al lugar y al darse cuenta de que allí poco o nada le daría, decide volver a su hogar y tramar una historia para que los demás se compadescan de él. Pero, aparece un extraño individuo que va a incentivarlo a seguirlo y a cometer un atroz hecho, el cual lo va a acercar a una bella dama con quien quiere, aunque no puede, comenzar una relación.

Esta es una adaptación muy libre sobre los escritos originales, se mantiene el mismo espíritu, pero se cambia casi la totalidad de la historia y se centraliza y profundiza en el desarrollo de la maldad del hombre, en el desquicie de su persona, en lo intolerable y en el entorno payasesco que rodea al protagonsita. Es por eso que, si bien la cinta responde a un material de base, es necesario mirarlo con otros ojos, ya que se desarrolla un relato distinto, pero no por eso menos intenso y significativo.

La película es el final de la tetralogía sobre la maldad dirigida por Alexander Sokurov ("Moloch", "Taurus", "The Sun") y, con una fuerza argumental y una perfección y extraño uso de las técnicas de fotografía, logra convertirse en una muy interesante propuesta, plagada de excesos, los cuales intensifican su sentido y el alma propia de la historia.

La dirección es muy acertada; las cámaras casi siempre siguen a los personajes con planos medios, primeros planos y varios generales; los colores amarronados y sucios pintan de manera cruda y exquisita el entorno en el cual la historia se desarrolla; el vestuario es excelente, al igual que el maquillaje y las escenografías, las cuales recrean con precisión el estilo medieval y épico del relato; hay una distorsión de la realidad en los momentos dramáticos enfocados en las apariciones del diablo, que le brindan un estilo propio y que aparece en continuas oportunidades; y el sonido, siempre con una centralización de los ruidos incidentales, es muy bueno. Todas características que conforman una unidad muy fluida y propia y que logran expresar la rusticidad y la intensidad de la historia. A su vez, se introducen algunos personajes que, con movimientos humorísticos, ayudan a que la sátira trágica aparezca en la narración.

El trabajo actoral es muy bueno. Johannes Zeile (Fausto) le aporta matices muy bien logrados a su papel: esa incertidumbre al comienzo y esa decisión cada vez que aparece la figura fantástica en escena. Muy buen trabajo de interpretación, en especial en los últimos treinta minutos de duración, cuando la locura comienza a tener una importancia mayor en las actitudes de su personaje. Anton Adasinskiy (el Diablo) aporta un poco de histrionismo, de intensidad y un espíritu muy profundo y concebido sobre la tragedia que, junto con sus particulares movimientos corporales y su estructura física, crea un personaje maravillosamente perturbador.

"Faust" es una película que podría catalogarse como una anti-adaptación del material original, ya que, si bien presenta un relato que respeta su espíritu, desarrolla todo lo que la misma desprecia y va olvidando poco a poco. Un relato incisivo, cruel, gráfico y emocionante. Una cinta larga (su duración estimula y crea esa sensación de padecimiento muy bien lograda por el director) y muy bien actuada. Una personal y gran obra sobre la maldad del hombre y sobre una particular deuda de vida con el Diablo.

UNA ESCENA A DESTACAR: muertos.
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