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THE BLOB



TITULO ORIGINAL: The Blob (La Masa Devoradora)
ORIGEN: Estados Unidos (1958)
DIRECTOR: Irvin Yeaworth
INTERPRETES: Steve McQueen, Aneta Corsaut, Earl Rowe, Olin Howland
FOTOGRAFIA: Thomas E. Spalding
MUSICA:
Ralph Carmichael, Burt Bacharach
GUION:
Kay Linaker, Theodore Simonson
GENERO: Terror, Ciencia Ficción
DURACION: 86 Minutos
DISTRIBUIDORA: Paramount Pictures
CALIFICACION: Apta para mayores de 16 años



MI OPINION:



6/10 BUENA




























CRITICA:
CUIDADO CON LA MASA
Por Martín Morales

Película de terror de clase B que, con un guión astuto, bien planteado y rematado, que introduce una historia paródica y terrorífica, logra convertirse en una satisfactoria sátira del género, con un extraño villano, personajes realistas y un final muy divertido.

Una pareja está disfrutando de la noche al aire libre en un auto. De repente,ven una extraña roca proveniente del cielo que se estrella en un lugar no muy lejos de donde ellos se encuentran. Camino a descubrir qué fue lo que cayó, se cruzan con un hombre mayor con una extraña sustancia agarrada de su mano. No lo dudan y lo llevan a la casa de un médico, quien no va a entender qué es lo que le sucedió al señor, ni qué es lo que tiene aferrado a su brazo. La masa gelatinosa rápidamente se va a fagocitar al hombre, ocasionando que la pareja comience un operativo por llamar la atención y advertir a las personas del pueblo sobre el mal que los acecha.

La película se introduce con una presentación de los títulos que, con una canción humorística, anticipa el tipo de historia aquí expuesta. Con un ritmo muy pegadizo y una letra directa en sus intenciones, marcando con los toques de comedia que en los próximos minutos se podrán presenciar, esta escena funciona muy bien. Luego, y con mucha rapidez, se va al hecho y al conflicto del argumento, la roca cae y el hombre es infectado. Es en esta parte cuando van apareciendo diferentes personajes, además de los protagónicos, que le van aportando ese toque de realismo necesario como para que el relato cobre intensidad y verosimilitud, pese a la gran fantasía que envuelve a la narración.

Los primeros quince minutos se basan, además de presentar al villano y a sus primeras víctimas, en contar la vida cotidiana de los personajes, describiendo ese día como uno más de la rutina y mostrando las travesuras típicas de los jóvenes de la época. Esa es la característica que hace de esta propuesta una película bien planteada, ya que al comienzo el agente malévolo de la historia es tan solo un hecho secundario que parece terminarse con rapidez, pero que inmediatamente se convierte en una gran amenaza.

El villano, esa masa gelatinosa que absorbe a sus víctimas sin dejar rastro alguno, cumple con las necesidades del guión. Es resbaladiza, temible y extremadamente ridícula, y, gracias al uso del stop-motion, de maquetas y de la animación tradicional, se pueden apreciar varios momentos que, además de ser muy divertidos, están muy bien logrados visual y dramáticamente (el final y la toma del cine). A su vez, la gracia y la parodia que se hace sobre el cine de terror, logra aportar matices diferentes a la película y transformarla en una experiencia muy gratificante.

Las actuaciones, sin ser excelentes, cumplen con las necesidades de los diferentes personajes. Steve McQueen, en el rol protagónico, logra destacarse desde la primera escena, en especial al demostrar y al llevar adelante ese realismo y temor que invade a su rol. Él nunca se aleja de las expresiones de asombro o de miedo, pero está bien logrado. Quienes lo acompañan, también están correctos, en especial John Benson, el policía y Aneta Corsaut, la pareja del protagonista.

"The Blob" es una cinta de terror con algunos toques de comedia muy bien lograda, sencilla, sin pretensiones ni grandes ambiciones, y que logra cumplir con sus principales objetivos. Divierte, asusta y presenta un villano que es muy absurdo y simple, pero que funciona mucho mejor que la gran mayoría de las criaturas de esta clase de propuestas, al ser original, imprevisible e imposible de dominar. Un merecido clásico de horror clase B.

UNA ESCENA A DESTACAR: cine y final.
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