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DRIVE



TITULO ORIGINAL: Drive (Conducir)
ORIGEN: Estados Unidos (2011)
DIRECTOR: Nicolas Winding Refn
INTERPRETES: Ryan Gosling, Carey Mulligan, Albert Brooks, Bryan Cranston, Oscar Isaac, Christina Hendricks, Ron Perlman
FOTOGRAFIA: Newton Thomas Sigel
MUSICA:
Cliff Martinez
GUION:
Hossein Amini
GENERO: Drama
DURACION: 100 Minutos
DISTRIBUIDORA: FilmDistrict
CALIFICACION: Apta para mayores de 16 años

























CRITICA:
TODO POR AMOR
Por Martín Morales

Es complicado descifrar qué característica de esta película la convierte en una propuesta maravillosa, principalmente porque cada parte funciona como un complemento indispensable para la construcción de la narración: la música, la paz visual, las actuaciones, la dirección y esa crueldad de algunas escenas que crean una contradicción estupenda con la lentitud y la belleza visual, todo está entrelazado de tal manera para que la cinta logre convertirse en una muy interesante película.

La historia nos presenta a un hombre que es doble de riesgo en películas de acción y que ama conducir autos. Él además trabaja en un taller y hace algunos negocios sucios de los que nunca salió perjudicado. Un día conoce a una bella mujer, con quien comienza una relación algo distante y tímida, pero intensa. Todo cambia, o parece hacerlo, cuando el esposo de la joven vuelve a su hogar luego de estar en prisión y le pide ayuda con un robo para poder salvar a su esposa y a su hijo de las manos de unas peligrosas personas. Sin imaginárselo, el hombre se va a ver inmerso en un mundo del que le va a ser muy difícil salir.

La película tiene un ritmo lento y pacífico, pero lejos está de convertirse en una propuesta aburrida. Nicolas Winding Refn, el director, optó por llevar adelante una historia convencional, que toca temas ya vistos en múltiples oportunidades, pero convocando ciertas características que acompañan e intensifican la experiencia. Aquí se puede apreciar un ritmo que se toma su tiempo para contar con imágenes lo que las palabras no son capaces de describir (el protagonista es muy callado) y se eligió la poesía visual para complementar cada una de esas secuencias. Es raro y único poder ver una película de acción en la que se profundice en las relaciones humanas y en los sentimientos y no tanto en las propias secuencias movidas y veloces. La labor de dirección es excelente.

A su vez, la música tiene una importancia muy interesante en la mayoría de las escenas, ya que no solo expresan un sentido de acompañamiento admirable, sino que la letra de cada una de las canciones, las cuales van apareciendo muy lentamente como un fondo y poco a poco van cobrando intensidad, tiene un significado que explora y pinta musicalmente lo que en escena está sucediendo. El trabajo de Cliff Martinez en la composición de la banda sonora es muy buena, mezcla estilos (sonidos electrónicos homogeneizados con tonalidades de los 80) y crea la atmósfera ideal para cada secuencia. Es imposible imaginarse esta película sin la importancia de la música.

Por otro lado, las actuaciones son muy delicadas y precisas. Ryan Gosling elabora un personaje basado en su totalidad en las expresiones corporales. Durante casi toda la película su postura es erguida y determinante, sus manos están en los bolsillos y la seriedad se apodera de su rostro; en algunas oportunidades aparece una sonrisa que descontractura esa expresión y que demuestra las más profundas intensiones del conductor. Un trabajo impresionante y muy detallado de su rol. Quienes lo acompañan también están muy bien: Carey Mulligan le aporta dulzura, madurez y un toque de amor a su personaje; Albert Brooks brinda una interpretación soberbia y muy sentida de su rol, al igual que Bryan Cranston (las escenas finales de ambos son excelentes); y Ron Perlman, quien aparece poco, está intenso en su retorcido papel.

"Drive" es una película que presenta un cumulo de características que la convierten en una cinta imperdible, con una belleza y una paz visual y sonora muy precisa, una dirección impecable y un trabajo actoral que le aporta ese realismo e intensidad que el guión se merecía. Una propuesta que se permite pasar algunos límites (hay un uso del gore en la segunda mitad que es algo excesivo) y con una conclusión abierta a la libre interpretación del espectador que hará pensar y debatir.

UNA ESCENA A DESTACAR: asalto (un uso de la música impresionante).
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